Hace poco veíamos cómo las fronteras podían llegar a ser muy extrañas, fruto de desarrollos históricos de gran complejidad. Hoy vamos a ver cómo muchas de las fronteras que conocemos están lejos de ser reconocidas oficialmente por todas las partes implicadas. Pese a su aparente inmutabilidad, las fronteras siempre están en disputa, siempre pueden cambiar. Y hay algunas en la que los estados partes no se ponen de acuerdo. He aquí grandes 13 disputas territoriales.
1. El agujero cacahuete
El mar de Okhotsk se encuentra ubicado al norte de la última isla de Japón y al sur de la península de Kamchatka, en Rusia. Está rodeado parcialmente de territorio ruso, pero es lo suficientemente grande como para que la zona económica exclusiva del país eslavo no lo cubra en su totalidad. ¿Resultado? Un gigantesco cacahuete en pleno mar de Okhotsk que no pertenece a nadie. Son aguas internacionales rodeadas por aguas rusas. Y por tanto, aptas para la pesca libre.
La disputa se mantuvo abierta hasta el año pasado, cuando la ONU optó acceder a la petición de Rusia y a declarar el aguero del mar de Okhotsk parte de su zona económica exclusiva.
2. Olivenza y Táliga
España también tiene sus particulares disputas fronterizas con sus vecinos. En este caso, con Portugal. Olivenza y Táliga son dos municipios que pertenecen al Estado español desde el fin de las Guerras Napoleónicas, pero históricamente habían formado parte de Portugal. El Estado luso no reconoce la soberanía técnica del español sobre ambas poblaciones, y reclama su inclusión dentro de sus fronteras. La disputa, pese a todo, es una cuestión menor dentro de las relaciones de los países.
3. Islas Kuriles
Volvemos al mar de Okhotsk. Una serie de islas que se extienden desde el sur de la península de Kamchatka hasta el norte de la isla de Hokkaidō, la más septentrional de Japón, son motivo actual de disputa entre Rusia y el país nipón. Pertenecen a nivel administrativo a la Federación Rusa (dentro del oblást de Sajalín), tras los acuerdos territoriales posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Pese a ello, Japón no se resigna a perder la soberanía de las islas.
4. Transnistria
Pequeño territorio ubicado al este de Moldavia. De facto, autónomo, pegado a la frontera ucraniana. Cuenta con amplia presencia militar rusa y no está controlado por el Gobierno de Chisinau. Moldavia lo considera parte de su Estado, y así está reconocido a nivel internacional. Sin embargo, y al igual que sucede en Crimea, Osetia del Sur o Abjazia, está controlado de forma parcial por parte de Rusia. Las élites locales de Transnistria, rusoparlantes, han solicitado su anexión a la Federación Rusa.
5. Islas Spratly
Volvamos a la costa asiática del Pacífico, donde no hay isla, por diminuta que sea, que no sea disputada por terceros países. En el caso de las islas Spratly, situadas en la confluencia de diversas islas del Pacífico sur, son varios los estados que reclaman su soberanía. China, pese a su lejanía, las exige en su totalidad, del mismo modo que Vietnam. Taiwan también reclama parte de ellas, del mismo modo que Filipinas, Malasia y Brunei. En total, seis estados implicados.
6. Islas Sandwich del Sur
Las islas Malvinas no son las únicas que han supuesto una constante fuente de disputa entre Argentina y el Reino Unido. Aunque en un segundo plano y, sin duda, de un modo menos dramático, las islas Sandwich del Sur continúan siendo disputadas por ambos estados. En rigor, por Argentina, que reclama su soberanía e inclusión en su territorio. En la actualidad, pertenecen tanto de iure como de facto a Reino Unido. Son algunos de los territorios más meridionales del globo terráqueo.
7. El Polo Norte
Al igual que la Antártida, varios países reclaman la totalidad o parte del Polo Norte. Desde un punto de vista legal, el Polo Norte no pertenece a nadie, y es un espacio equivalente a las aguas internacionales. Los cinco países que cuentan con límites fronterizos con dicho territorio (Canadá, Dinamarca, Estados Unidos, Rusia y Noruega) cuentan con una zona económica exclusiva limitada a unos 370 kilómetros. Y, en teoría, ahí debería terminar la disputa. Sin embargo, es más complejo.
Por un motivo: la ONU prevé que un estado pueda reclamar aumentar su zona económica exclusiva basándose en su plataforma continental. Esto permitiría a algunos de los citado estados poseer en exclusiva parte de las tierras y aguas del Polo Norte, cuya riqueza en recursos naturales se cree de suma importancia. Todos ellos han comenzado a hacer planes para aumentar sus reclamaciones. Este mapa de The Economist muestra qué regiones del Polo norte reclama cada uno.
8. Sáhara Occidental
Resultado del desastroso proceso de descolonización realizado por España a finales de la década de los '70, el Sáhara Occidental está dividido hoy en dos territorios de soberanía disputada. Por un lado, el sector marroquí, costero y más rico. Por otro, el controlado por el Frente Polisario, en las tierras desérticas del interior. Marruecos no tiene reconocimiento internacional alguno para controlar el territorio, pero lo hace de facto desde los Acuerdos de Madrid. El Frente Polisario reclama la totalidad del Sáhara Occidental, dentro de la República Árabe Saharaui Democrática.
9. La totalidad de China
En la que es posiblemente la disputa territorial más grandilocuente de la era moderna, dos Estados actuales, con reconocimiento internacional, reivindican la posesión de la totalidad de China. Son, como es natural, la actual República Popular de China y la República de China, conocida comúnmente como Taiwan. Esta última es a heredera de la República de China derrocada por la revolución comunista y la guerra civil posterior a la Segunda Guerra Mundial. Sus representantes se exiliaron en la isla de Taiwan, desde la que reclaman el resto del territorio chino.
10. La Antártida
Siete estados distintos mantienen reclamaciones territoriales sobre la Antártida. Cada uno lo hace en mayor o menor medida, siendo Australia el país que más terreno reclama para sí. Junto a ellos, Francia, Nueva Zelanda, Gran Bretaña, Argentina y Noruega también reivindican para sí parte del continente. El Tratado de la Antártida protege al territorio de actividades militares, pero ni anula ni acepta alguna de las reclamaciones territoriales. Todos los países implicados han desarrollado diversas bases destinadas a la investigación científica en las zonas que reivindica.
11. El Donbass y Crimea
Los últimos en sumarse a la lista. Crimea es una pequeña península ubicada al sur de Ucrania controlada por Rusia desde su invasión el año pasado. Oficialmente sigue formando parte de Ucrania, dado el escaso reconocimiento internacional con el que la anexión rusa ha contado. El Donbass, por su parte, mantiene una abierta guerra civil en la que entran en juego diversos actores. Por un lado Ucrania, que lo considera parte de su territorio. Por otro, Rusia y las fuerzas secesionistas, que reivindican dos Estados autónomos o independientes, Luhansk y Donetsk.
12. La isla Hans
Como ya pudiéramos comprobar todos los españoles y marroquíes a cuenta de Perejil, la capacidad de dos estados para enzarzarse en la disputa de gigantescas piedras inhabitables es infinita. El caso de la isla Hans es paradigmático: la población más cercana se encuentra a 200 kilómetros, es un enorme peñón sin vida y, sin embargo, continúa siendo fuente de polémica entre los gobiernos de Dinamarca y Canadá. Se encuentra en el remoto canal de Kennedy, entre las aguas marítimas de Canadá y de Groenlandia, territorio autónomo del Reino de Dinamarca.
13. Y Gibraltar, claro
Volvamos a la península ibérica, donde no podía faltar la disputa territorial más célebre con la que nos deleitamos todos los españoles cada verano. Desde que pasara a ser controlada por el Reino Unido tras el Tratado de Utrecht (1715), España ha reivindicado su soberanía. Trescientos años después, Gibraltar es un territorio británico de ultramar con su propio primer ministro, y su población cuenta con la ciudadanía británica. El peñón es motivo de constante disputa y polémica entre ambos países.
Imagen | David Stanley