El consumo de carne de perro ha prevalecido durante años en muchas partes del mundo. Y, pese a que hoy en día está mal visto en las culturas occidentales, los alimentos hechos con esa carne todavía se consumen debido a fines tradicionales, rituales o religiosos en varios países del mundo. Hasta el punto de que es un alimento básico en algunas zonas, al igual que la carne de res y el pollo en nuestro país. Explica de alguna manera la costumbre de preguntar en Asia sobre qué nos están serviendo.
En Corea del Sur, comer perros siempre ha sido una tradición, pero se ha convertido en una práctica cada vez más controvertida, perdiendo el favor del público en general, especialmente entre las generaciones jóvenes.
Un presidente perruno. Se estima que en el país asiático hasta un millón de perros todavía son sacrificados como alimento cada año. Y bueno, el presidente Moon Jae-in, conocido defensor de los animales, ya ha sugerido que es hora de prohibir esa práctica. "¿No ha llegado el momento de considerar prudentemente prohibir el consumo de carne de perro?", le espetó al primer ministro, Kim Boo-kyum, cuando se lanzó un plan para mejorar el sistema de cuidado de las mascotas abandonadas.
El presidente, un amante perruno donde los haya, ha criado mascotas en su recinto presidencial, incluido un perro rescatado y otros regalados en 2018 por el líder norcoreano Kim Jong Un.
Otra generación, otra reivindicación. En los últimos años, las personas se han alejado de comer carne de perro, particularmente en medio de una creciente tendencia a tener a los animales como mascotas. Como resultado, han cerrado tres de los mercados de este tipo de carne más grandes del país. Una encuesta en 2020, realizada por Nielsen para Humane Society International, destacó que el 84% de los surcoreanos nunca han consumido carne de perro o dicen que no quieren consumirla en el futuro. También sugirió que el 59% de los surcoreanos apoyan su prohibición.
Los grupos activistas de derechos de los animales, que durante mucho tiempo han pedido que se detenga esta industria, han recibido con agrado los comentarios de Moon: "Es una cuestión de abuso animal, en lugar de una tradición. Estos perros viven una existencia terrible, encerrados en jaulas de alambre estériles toda su vida", explicaron en un comunicado los Defensores de los Derechos de los Animales de Corea.
La industria, en contra. Como era de esperar, la industria de la cría de perros se ha opuesto a tal prohibición. "Son comentarios imprudentes del presidente, con fines políticos. Creo que debería dejarse a elección personal, no a su decisión. El presidente va a convertir en criminales a 10 millones de personas que comen carne de perro cada día", explicaba Ju Yeong-bong, de la Asociación Coreana de Carne de Perro, que, según dijo, tiene unos 4.000 criadores de esta carne en su organización.
Qué países comen perros en 2021. Os sorprenderíais. China es el mayor consumidor a nivel mundial, con unos 20 millones de sacrificios al año. Tiene una larga tradición y todavía se come en muchas regiones del país, como Yulin, que celebra un festival de este alimento todos los años. El evento es objeto de numerosas protestas y, sin embargo, atrae a una gran multitud cada año, lo que aumenta la demanda y los precios.
Pero el país más conocido por comerse a estos animales es Vietnam, donde el perro es un alimento básico. Los vietnamitas usan casi todas las partes en guisos y sopas, y lo sirven condimentado en palitos. Muchos creen que tiene propiedades medicinales y trae buena fortuna. Desafortunadamente, el país no tiene regulaciones, y muchos son robados de los hogares.
En África, el consumo de carne de perro es común con fines rituales y culturales en varios países. Burkina Faso, por ejemplo, lo ve como un lujo cultural y un manjar. No se sirve en restaurantes, pero se ve como una comida especial. También es un privilegio en Ghana y se usa a menudo como cortejo entre las tribus Frafra y Dagaaba.
En Europa y EEUU. Todos sabemos que el consumo de carne de perro es generalmente un tabú en Europa. Sin embargo, alrededor del 3% de las personas en Suiza comen carne de perro en forma de cecina o salchichas tradicionales. Además, los polacos creen que la grasa de perro tiene propiedades medicinales, como aliviar los dolores articulares y corporales.
Estados Unidos, sin embargo, no tiene ninguna ley que prohíba el consumo de perros y gatos. Solo unos pocos estados lo hacen. La venta y el consumo siguen siendo legales en Pensilvania. De hecho, la tribu de nativos americanos Kickapoo que reside en la actual Texas, Oklahoma y Kansas tiene varias recetas tradicionales que involucran esta carne, incluida una que se sirve durante los festivales en los que se adora a su deidad principal. Al final, la cultura y la tradición siguen prevaleciendo sobre lo que nosotros creemos es una irracionalidad. De momento.