Hoy, 8 de marzo, es el Día Internacional de la Mujer, y eso significa que está más pujante que nunca la Ley de Lewis, norma que defiende que “los comentarios que te encuentras habitualmente en un artículo feminista justifican en sí mismo el feminismo”. En realidad, esta norma sobrepasa su limitación a los textos de Internet, ya que es muy posible que te topes con este concepto por las diferentes redes sociales que visites, bien sea en tu Facebook, con diversos usuarios y usuarias recriminando lo innecesario del feminismo a día de hoy, bien sea en Twitter.
Ahí, curiosamente, uno de los hashtags más usados (estos ojos lo han visto escalar hasta el sexto puesto) durante la mañana de jornada de la celebración de lo logrado por el género femenino no ha sido otro que Día del Hombre.
Sí, todos los picos son en marzo pic.twitter.com/KrJiogTHE0
— Repollis (@repollo_) 8 de marzo de 2016
Muchos internautas se sienten escamados al ver que hay una fecha en el calendario dedicada a uno de los dos géneros… pero no para el otro. Lo cierto es que El Día del Hombre sí que existe (de hecho, y según a quién preguntes, te dirán que hay un mes entero) y tiene lugar el 19 de noviembre. La conmemoración la erigió Thomas Oaster, profesor de la Universidad de Missouri-Kansas, en 1992, quien creía que había que darle visibilidad y voz a algunos de los problemas propios del sexo masculino.
Según sus defensores, a día de hoy el Día del Hombre se celebra en más de 70 países, pero, ¿cómo de oficial es esta fecha?
Lo que dice la ONU sobre el Día del Hombre
Tres de los organismos más relevantes sobre las festividades oficiales a nivel internacional son UNICEF, ONU y UNESCO. En ninguno de los tres casos está la efeméride del Día del Hombre reconocida de forma oficial, siendo para UNESCO el 19 de noviembre el Día Internacional del Retrete (una reivindicación esencial para las sociedades empobrecidas). Sin embargo y si entramos directamente en la página de la Wikipedia del International Men’s Day, se liga a este organismo con la celebración de esta fecha.
Su vínculo parte de la siguiente anécdota: en el Programa Mujeres y Cultura de Paz (Women and Culture of Peace Programme) de la UNESCO de 1996, el organismo defendía varias actividades en favor del empoderamiento de las mujeres en la sociedad y por la eliminación de la violencia, especialmente centrada en la misoginia. En el marco de este programa, dentro de sus muchas charlas promovidas, tuvo lugar una muy particular en Oslo en 1997, titulada Reunión del Grupo de Expertos Dialogan sobre los Roles Masculinos y Masculinidades desde el Punto de Vista de una Cultura de Paz, que promovía la sensibilización sobre la cultura de la diferencia de género.
El seminario tuvo un gran impacto y una enorme acogida, y diversas actividades posteriores han magnificado este asunto, como la campaña del Lazo Blanco de Canadá, Noruega y Suecia, la Organización Nacional de Hombres contra el Sexismo de Estados Unidos o los Hombres Contra la Violencia de Rusia y Latinoamérica.
Es en esas celebraciones donde más cabida ha tenido la defensa de una posible creación del Día Internacional del Hombre por parte de la ONU, y de hecho, la propia directora del Programa Mujeres y Cultura de Paz, Ingeborg Breines, expresó en su momento que la iniciativa le parecía "una excelente idea que podría impulsar un poco de igualdad entre géneros", pero esos comentarios nunca llegaron a nada concreto.
Lo que dice la ONU sobre el Día de La Mujer
La ONU y la UNESCO sí se hacen, sin embargo, eco del Día de la Mujer Trabajadora. Cuentan su historia e implicación con la causa, y desde 2011 Naciones Unidas utilizan consignas dedicatorias a las jornadas del DIMT, siendo el de este año: "Por un Planeta 50-50 en 2030”.
Sin ir más lejos, la ONU lanzaba también ayer un informe que anunciaba que las mujeres, frente a todo pronóstico, están perdiendo terreno en el mundo laboral, y que podrían quedar otros 70 años para que la igualdad salarial respecto a los la hombres sea alcanzada (“las oportunidades de trabajo para millones de mujeres son mucho peores ahora que hace 20 años, ya que la proporción de mujeres en el mercado laboral se ha mantenido prácticamente estática desde 1995”).
¿Y cuáles son los objetivos del Día del Hombre?
Que no sea una fiesta reconocida por estos organismos no implica que buena parte de otras instituciones sí la celebren. Entre los objetivos del Día Internacional del Hombre están: visibilizar asuntos de salud propios de los hombres y los niños (por ejemplo, aquí son muy relevantes las tasas de suicidio masculino), señalar algunos aspectos positivos de la experiencia masculina, mostrar las contribuciones positivas de los hombres a la sociedad tanto desde en el campo laboral como por su rol como padres y esposos y promover la igualdad de género. En resumidas cuentas: “el objetivo más amplio y último del evento es promover los valores humanitarios básicos”.
Lo mismo que recogían en sus informes desde la UNESCO está presente en diversos manifiestos y movimientos por parte de esta comunidad. La masculinidad, como idea, tiene rasgos altamente tóxicos para con la sociedad, y por eso es necesario defender renovados modelos de conducta masculinos para los jóvenes (y los no tan jóvenes) que sean verdaderamente sanos y avanzados.
Algunos problemas derivados del Día del Hombre
Pese a que hay bastante conciencia de que los problemas de la masculinidad vienen causados por una educación diferenciada por géneros, eso no quita que los defensores del Día del Hombre protesten también por la opresión particularmente sufrida por los hombres por el hecho de serlo, como por ejemplo, una menor credibilidad en la paternidad, en el cuidado del hogar, las críticas a su muestra de sentimientos o la tendencia al descrédito del hombre cuando se encuentra en una situación de víctima. Estas ideas vienen recogidas directamente en el cuarto punto del manifiesto en favor del DDH.
El problema está, en estos casos, en dos cuestiones. Por un lado, en el riesgo que se da al tratar este tema de eclipsar otras luchas, en especial las de su contrapartida femenina, género notoriamente más castigado en el reparto de roles de género (y razón por la que el Día de la Mujer es oficial, y no el del hombre), y que queda especialmente en evidencia cuando un 8 de Marzo la red se llena de comentarios en favor del reconocimiento de los méritos del hombre.
En el otro, de que haya sujetos que desvirtúen lo que debería ser una lucha contra la desigualdad entre individuos que emana del sistema patriarcal para limitarse al ajuste de cuentas con el género femenino y caer en la falacia de que el sexismo perjudica a todo el mundo con la misma gravedad. Limitarse al "y los pobres hombres qué" cuando la antropología ha estudiado ampliamente cómo en la mayoría de sociedades conocidas se da un sexismo que históricamente ha privilegiado a los hombres por encima de las mujeres.
Pero, de nuevo, hay bastantes organizaciones que hacen una defensa justa del Día del Hombre comprendiendo los diferentes y más acusados perjuicios a los que se encuentran las mujeres. Poniendo de relieve en sus reuniones (como cualquier asociación) sólo los problemas propios de su colectivo y armonizando estas preocupaciones con la idea es que estemos todos en el mismo barco. Ejemplo práctico: Si un hombre sufre cuando le llaman “nenaza” o “mandado”, aunque se lo esté diciendo una mujer, es por la existencia de un sistema que comprende que lo femenino está asociado a lo débil y lo masculino a lo fuerte.
Por eso, la lucha útil del Día del Hombre es comprender que el problema no es que sufras por que a esos chicos les insulten de esa forma, sino ir contra esa expresión como insulto hacia hombres o mujeres en sí mismo. Y es que, como dijo Simone de Beauvoir, “la cuestión no es que la mujer arrebate el poder al hombre: eso no cambiaría el mundo. Hay que acabar con ese poder”.
Y ahora sí, después de este paréntesis, volvamos con lo importante en el día de hoy: conmemorar la lucha histórica que han protagonizado las mujeres.