Tiroteos en la oficina, derrumbamiento de almacenes y edificios por catástrofes meteorológicas y accidentes laborales. No disponer del teléfono móvil en el puesto de trabajo se ha convertido en un problema para los empleados desde muchos ángulos, sobre todo al no disponer de un elemento de comunicación con el que avisar en caso de emergencia. Los jefes del mundo prefieren que los smartphones no estén presentes en el trabajo para evitar distracciones y mejorar la productividad.
Pero el debate ha vuelto a avivarse esta semana con el derrumbamiento de un almacén de Amazon que mató a seis personas. Nadie pudo prever lo que iba a ocurrir ni pedir auxilio.
La catástrofe. El almacén en Edwardsville, Illinois, quedó reducido a escombros cuando una serie de tornados arrasó seis estados, dejando un rastro de destrucción en cientos de kilómetros. Amazon había prohibido durante años a los trabajadores llevar sus teléfonos en los almacenes, exigiéndoles que los dejaran en los vehículos o en los casilleros de los empleados antes de pasar por los controles de seguridad que incluyen detectores de metales. Ninguno de los trabajadores sabía lo que se avecinaba a las afueras de aquel edificio, ni lo que sucedería a posteriori.
Tras la tragedia, los trabajadores de esa planta han pedido acceder a información como actualizaciones sobre eventos climáticos peligrosos a través de sus smartphones, sin interferencia de Amazon, especialmente sobre los riesgos de tornados. Los teléfonos también pueden ayudarlos a comunicarse con los servicios de emergencia o sus seres queridos si están atrapados, decían. "Después de estas muertes, no hay manera de que confíe en Amazon para mantenerme a salvo. Si aplican la política de no usar teléfonos, renuncio", explicaba uno.
El problema. Las preocupaciones sobre el acceso al móvil resaltan la profunda desconfianza entre los ejecutivos que establecen reglas enfocadas en la productividad y la eficiencia para obtener una ventaja competitiva, y los trabajadores de primera línea que a menudo temen que su seguridad sea secundaria. En 2018, dos trabajadores de un almacén de Baltimore murieron cuando un edificio se derrumbó por una tormenta.
Desde hace meses, y a la luz de la tragedia de un tiroteo masivo que ocurrió en abril en Indianápolis, EEUU, en una instalación de FedEx en la que murieron nueve personas, han surgido preguntas con respecto al derecho de los empleados a tener un móvil mientras trabajan. Muchos trabajadores, incluidos los empleados de FedEx, han cuestionado las políticas de las compañías de prohibir el uso de teléfonos mientras se encuentran en las instalaciones y consideran que es una infracción de sus libertades personales. Básicamente, porque si un empleado tiene una emergencia, no tiene forma de saber o avisar de lo que está ocurriendo.
¿Se puede prohibir el móvil? Actualmente, la ley en EEUU no deja muy claro que el uso del teléfono no es una libertad personal que esté protegida. En consecuencia, un empleador tiene derecho a limitar o prohibir a un empleado el uso personal del móvil durante el horario de la empresa. Esto significa que no es ilegal que una empresa, como FedEx o Amazon, exija que todos los empleados dejen sus teléfonos móviles en casa o en sus vehículos mientras trabajan en las instalaciones. La razón de ser es la productividad y la creencia de que cuanto menos tiempo esté el empleado en el teléfono, ya sea hablando con alguien, jugando o en Internet, más concentrado estará en su tarea y seguro será.
A pesar del derecho de la empresa a establecer esta prohibición, los empleados, sin embargo, deben poder usar sus teléfonos cuando no están en horario laboral, como en los descansos o durante el almuerzo. También es importante que los empleadores se comuniquen claramente con sus empleados para que, en casos de emergencia, sus familiares puedan comunicarse con el empleador para comunicarse con ellos.
Lo que dice la ley en España. En nuestro país, no es un tema sencillo. Del Estatuto de los Trabajadores podemos extraer que los empresarios pueden tomar las medidas de vigilancia y control que consideren necesarias para garantizar el cumplimiento de las obligaciones laborales por parte de los trabajadores. De esta manera, aunque un jefe no puede prohibir a los empleados que lleven su móvil al trabajo, sí puede limitar el uso del smartphone en las situaciones que no tengan que ver con el desarrollo de su trabajo, las emergencias familiares o cualquier tipo de causa de fuerza mayor en la que el trabajador deba responder rápidamente al teléfono o acudir rápidamente aunque se encuentre en horas de trabajo.
Ahora bien, esto entra en conflicto directo con otro derecho de los trabajadores que es el derecho a la intimidad, amparado por la Ley Orgánica 1/1982. De esta manera, todos los dispositivos tecnológicos, entre los que se incluye el teléfono móvil, se encuentran protegidos por el derecho a la intimidad. De esta forma, se hace más complicado para las empresas el poder controlar su uso. Además, por Ley no existe ningún protocolo concreto a seguir, ya que las normativas vigentes únicamente informan de que "los trabajadores y los empleados públicos tendrán derecho a la protección de la intimidad a la hora de utilizar los dispositivos digitales puestos a su disposición por los empleadores". Todos los expertos coinciden en que existe un vacío legal en este ámbito.
Argumentos en contra. Varios estudios han ahondado en los riesgos y accidentes laborales derivados del uso del teléfono en el trabajo. Este en concreto concluía que los trabajadores tienden a recibir más llamadas y tienen más accidentes mientras usan un teléfono móvil. De los encuestados, en total, el 13,7% recibió llamadas y el 2,4% tuvo accidentes en los que el teléfono móvil tuvo un efecto parcial. Los móviles, además, son la principal causa de distracción al conducir.
Una cuestión de seguridad. Por otro lado, los servicios de emergencia del 112 están a tu alcance cuando llevas un móvil encima. Algunos lugares de trabajo están alejados y los teléfonos fijos o de emergencia no están disponibles. En caso de avería o accidente de un vehículo motorizado, tener un smartphone proporciona una forma de comunicarse y pedir auxilio. Tienen la capacidad de alertar a otros de inmediato sobre un cambio en el medio ambiente que ha creado un peligro y permiten actualizaciones inmediatas, incluidos cambios en planes de trabajo o de rescate.
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