El cambio climático se ha convertido en una de las cuestiones políticas más acuciantes de nuestro tiempo. Tras años recluido a los márgenes del debate público, hoy tiene un papel clave en la agenda de los partidos políticos, ya sea para favorecer medidas paliativas o para oponerse a una reconversión económica que limite sus efectos. La preponderancia del medio ambiente en la agenda media 'tica ha provocado que las causas y muy especialmente los responsables del problema sean sometidos a examen.
Un examen, como es lógico, complejo. Aseverar que el cambio climático es una urgencia que requiere de medidas drásticas es fácil. Mucho más difícil es identificarlas e implementarlas. El primer paso para esto último obliga a un análisis concienzudo de los hechos. Este gráfico de Our World in Data, elaborado con los datos recopilados por Climate Watch y World Resources Institute, ofrece estadísticas relevantes sobre qué sectores de la economía mundial están contribuyendo más al deterioro del planeta.
A la cabeza aparece la "Energía", un vasto contenedor semántico bajo el que operan multitud de actores. Sus emisiones representan un 73% del total mundial al cabo de un año, porcentaje insoslayable. Eso sí, no todas las actividades o negocios tienen el mismo peso. La industria supone casi un cuarto del total de las emisiones asociadas al abastecimiento energético (24%), seguida por la energía destinada a iluminar o calentar edificios (17%) y al transporte en general (16%).
En las tres categorías hay que hacer distinciones.
Dentro de la "Industria", por ejemplo, el sector más relevante es el metalúrgico (7,2%), seguido del petroquímico (3,6%) y del agroalimentario poco más del 1%). "Otras industrias" en agregado suponen un 10%. Dentro del transporte, a su vez, no todos los sectores tienen la misma importancia: el de carretera es el más lesivo (11%), mientras que tanto aviación (1,9%) como el marítimo (1,7%) están más lejos. Esto obliga a repensar todas las estrategias. Los coches son un problema mayor que el de los aviones, sobre los que se ha centrado hasta cierto punto el debate.
El siguiente macrosector relevante en materia de emisiones es la agricultura, incluyendo aquí la ganadería y el uso forestal (18% del total). Es aquí donde reluce el coste que supone la ganadería en materia medioambiental (casi un 6% de las emisiones totales), así como la deforestación (un nada desdeñable 2,2%) o la quema de campos por diversos motivos (3,5%, recordemos lo que sucede en Indonesia cada año). Por último nos quedaría tanto la gestión de residuos (3,2%) como la "Industria", entendida como las emisiones derivadas de su actividad, no de la energía requerida para abastecerla (5,2%).
El gráfico es muy intuitivo y ofrece una ventana para comprender a) cómo funciona el mundo b) el impacto que dicho funcionamiento tiene en el planeta y c) qué sectores hay que regular si se desean reducir las emisiones de forma inmediata.