Si viajamos a Sevilla un fin de semana de primavera, nos encontraremos con muchas cosas que esperamos: calesas recorriendo la ciudad cargadas de turistas, rebujito para aliviar el calor de las terrazas y sonido de flamenco a la sombra de la Giralda. Pero, también, nos toparemos con algo que nos sorprenderá: cantidades ingentes de despedidas de soltero y soltera. Sevilla despunta como el principal destino español para celebrar despedidas, tanto entre el público nacional como entre el extranjero.
¿Por qué Sevilla?
Los motivos para elegir Sevilla sobre otras ciudades españolas no son exclusivos de quienes la eligen para celebrar despedidas: una ciudad bonita, con múltiples opciones culturales y de ocio, con un clima que permite disfrutar de la fiesta en la calle casi en cualquier época del año, además de bien comunicada a través de vuelos low cost y tren de alta velocidad (aunque, en el AVE, ha habido alguna mala experiencia con participantes en despedidas).
Por otra parte, Sevilla ofrece muchas opciones de ocio para grupos, como espectáculos de flamenco (no muy puristas) con cena incluida, alquiler de barcos por el Guadalquivir para fiestas privadas o, desde hace algunos años, las terroríficas beer-bikes, que han llegado a algunas ciudades españolas justo cuando las han prohibido en otros lugares de Europa.
Las empresas especializadas en organizar despedidas de solteros proliferan en Sevilla. Tanto Bacaré como Crazy Night coinciden en los motivos del éxito de Sevilla como destino: buen clima, oferta de ocio, relación calidad-precio y carácter de la gente. Humberto Misa, CEO de Bacaré, destaca el dato de que las despedidas de chicas son mucho más abundantes que las de chicos, y también que destacan las de españoles sobre los extranjeros. También coinciden ambas empresas en señalar que sus clientes suelen ser tranquilos y no han tenido nunca problemas.
¿Qué piensan los sevillanos?
Hemos hablado con un taxista, una trabajadora de hotel y una vecina de Sevilla sin relación con la industria turística. Todos coinciden en que la celebración de despedidas de solteros en Sevilla se ha ido de las manos en los últimos dos o tres años. Como es lógico, quienes más tienen que ganar con las despedidas son quienes menos molestos se muestran. Las cifras dicen que Sevilla recibe una media de 1.000 visitantes cada fin de semana, solo en concepto de despedidas de soltero y soltera, con picos de hasta 4.000 en los fines de semana más calientes en este sentido (entre abril y junio). Por tanto, es evidente que tanto hosteleros, como hoteles, taxistas, etc., se ven beneficiados por la presencia de estas fiestas.
«En el hotel en el que trabajo, por suerte, no hemos tenido nunca problemas graves con un grupo de despedida. Sí pueden ser un poco más ruidosos de lo normal, pero nada que no pueda ocurrir con otros grupos numerosos de amigos. Puede que sea una cuestión de suerte, ya que compañeros que trabajan en otros hoteles cuentan historias bastante terribles. De todos modos, poco podríamos hacer por evitarlo, aunque quisiéramos. Las reservas llegan a través de internet o, si solicitan presupuesto para grupos, tampoco podemos saber si es una despedida de soltero o no», nos comenta la responsable de recepción de un hotel.
En la misma línea opina el taxista al que hemos preguntado. Nos dice que, en determinadas zonas y de madrugada, es casi imposible evitar a los grupos de despedidas. En el lado positivo, las propinas. En el negativo... «Ocurre lo mismo que con cualquier otro grupo de gente que va pasada de alcohol. Si acaban vomitando en el taxi, no habrá compensado la noche, por muchas propinas que dejen».
En cambio, los vecinos no acaban de ver el lado positivo. «Yo vivo en el centro y, algunos fines de semana, la situación es insostenible. Si un grupo de despedida se instala toda la tarde-noche en una terraza, el propietario del bar estará encantado, claro, pero los vecinos nos pasaremos horas escuchando canciones, gritos y, si la cosa se prolonga a la madrugada, podemos encontrarnos desde participantes en la despedida durmiendo la mona en nuestro portal hasta graciosos que deciden llamar a los timbres en plena noche. Creo que el Ayuntamiento debería tomar medidas con las despedidas», nos comenta una vecina de la zona del Arenal.
¿Qué opina el Ayuntamiento sobre el asunto?
Quizá una de las claves del crecimiento de Sevilla como destino para despedidas de solteros sea la permisividad de las autoridades locales. En casi todas las ciudades españolas favoritas para estas celebraciones, los ayuntamientos han tomado medidas. Desde algunas anecdóticas, como la de Mojácar, que ha prohibido la exhibición pública de penes hinchables y demás parafernalia, a otras estacionales, como la de Tossa de Mar, que ha prohibido la celebración de despedidas de soltera en verano. Otros gobiernos locales, como los de Madrid, Granada, Conil o Salamanca están llevando a cabo iniciativas para poner más difícil la celebración de este tipo de fiestas. En Logroño, incluso, son los propios hosteleros de la popular calle Laurel quienes han decidido prohibir la entrada a participantes en despedidas.
En Sevilla, en cambio, el Consorcio de Turismo no se manifiesta ni a favor ni en contra de las despedidas, y ni siquiera es un segmento que tengan en cuenta en la elaboración de estadísticas. Por lo tanto, no hay cifras en las que apoyarse para dilucidar si el auge de las despedidas resulta positivo o negativo para la ciudad a nivel económico.
Imágenes | Beer Bike Sevilla, Mac McCreery, Edmund Gall.