El 22 de julio es la festividad reservada a María Magdalena. Aunque la Iglesia la defenestró durante siglos, sigue siendo la mujer más citada de la Biblia, más que María, y fue una esencial compañera de Jesús. Francisco la renombró como “apóstol de los apóstoles”, símbolo de la fe femenina, y desde 2016 es santa. Siete teólogas han elegido este simbólico día para entregar en la sede de la Nunciatura en Francia diversas candidaturas a puestos dentro del ministerio de la Iglesia gala. La respuesta: el silencio nuncial. Tuvieron que agacharse para meter en el buzón de la puerta sus documentos.
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— Toutes Apôtres ! (@ToutesApotres) July 22, 2020
La revolución femenina: se trata de un debate que lleva tiempo dando vueltas. Las mujeres quieren convertirse en obispas, sacerdotisas, diaconisas y hasta nuncias. Muchas de ellas, como las mujeres que se han presentado ahora en París, tienen currículums que dan la talla. Las de ahora están siguiendo la estela abierta este mismo año por la biblista Anne Soupa, quien en mayo pasado se postuló oficialmente para sustituir al discutido cardenal Barbarin, quien tuvo que dejar la diócesis de Lyon tras un escándalo de abusos sexuales.
Devant la nonciature apostolique de Paris : Voici les six femmes qui ont rejoint ce matin le combat @anne_soupa (au premier plan avec le gilet rose) pour obtenir une fonction dans l’église catholique romaine, qui ne le leur permet toujours pas. pic.twitter.com/H9JEDz9SHb
— Anna Cuxac (@AnnaCuxac) July 22, 2020
Hay una española: Christina Moreira, la primera mujer sacerdote en nuestro país (en total se calcula que hay cerca de 120 mujeres curas y diez obispas). Estas mujeres no tienen la autorización canónica y han sido excomulgadas. Pese a ello, ejercen, Moreira concretamente en Galicia. Se han organizado en un colectivo llamado Asociación de Mujeres Sacerdotes Católico Romanas (ARCWP, en sus siglas en inglés).
Personajes tan destacados de la Curia católica como Gerhard Ludwig Müller, prefecto de la Doctrina de la Fe, o Marc Ouellet, prefecto de los Obispos, se han manifestado en multitud de ocasiones a favor de esta fórmula, respaldados sobre todo en que la Iglesia primitiva, hace 2.000 años, ya contemplaba un diaconado femenino. Cada vez con más frecuencia se consulta a las mujeres para ordenar en sus campos, como son la familia, los matrimonios forzosos o la cirugía estética.
El Sínodo de la Amazonía: fue una de las recientes citas más relevantes a este respecto. Los obispos propusieron al Papa Francisco un debate sobre la manifiesta falta de vocación que se ve tanto en países como España como especialmente en el interior del Amazonas. Propusieron la posibilidad de ordenar mujeres y hombres casados para suplir la falta de sacerdotes. Aunque salió un voto positivo a esta norma por mayoría de dos tercios, el ala conservadora de la institución forzó a que Francisco se posicionase en contra.
La realidad es que el actual Papa, de la vena regeneradora y en mitad de una crisis entre esta facción y la más tradicionalista, cedió en este terreno para poder ganar margen en otros ámbitos para él más relevantes, como la persecución de la pederastia o la defensa de los divorciados y los homosexuales.