Tras sumar dos años consecutivos de beneficios económicos, Ikea estudia la forma de que su crecimiento empresarial sea más sostenible y respetuoso con el planeta. ¿Cómo? Introduciendo el alquiler de muebles bajo suscripción y fijando objetivos de reciclado para 2020 y 2030.
Nuevo modelo de negocio. A pesar de que Ikea vende mesas de centro por 10 euros y armarios de ropa por 50, desde la compañía son conscientes de que la compra de muebles (por asequible que sea en algunos casos) no puede ser la única alternativa disponible para los clientes que necesiten amueblar un espacio. Para solucionarlo quieren introducir un modelo de consumo basado en suscripciones, donde los clientes en lugar de desembolsar todo el dinero al comprar sus muebles, pagan una mensualidad por aquellos que necesitan y durante el periodo de tiempo que requieran.
Aunque todavía no se conocen los detalles relativos al tipo de suscripción o las cuantías de la misma, según cuentan fuentes de Ikea a Reuters, la idea es que para 2020 este nuevo modelo de negocio comience a probarse en 30 países.
Cambios de vida. Esta es una de las razones por las que la compañía sueca ha detectado que el alquiler de muebles podría ser una opción interesante para aquellos clientes que se mudan con frecuencia o que no tienen una estabilidad laboral. Y es que, cuando se sabe de antemano que el tiempo de residencia en lugar va a ser limitado, tener la opción de alquilar los muebles en lugar de comprarlos abre la puerta a todos aquellos clientes que hasta el momento no se lanzaban a la compra por sus circunstancias.
2030. Ikea tiene dos horizontes y varios objetivos fijados en el corto y medio plazo. Por un lado, para 2020 quieren testear en varios países el alquiler de muebles para, así, reutilizar cuantos más muebles mejor. Así y con la idea de establecer una relación más ética con el planeta, 2030 es el año límite para que todos sus productos provengan de materiales reciclados producidos con energías renovables.
La tránsito de esta década a la siguiente es el margen fijado por la ONU para que sus 17 objetivos por la sostenibilidad lleguen a buen puerto. Por eso no es casualidad que los compromisos de Inditex, H & M o, incluso Ikea se marquen también 2030 como fecha límite.
Suscripciones para todo. Esta es la sensación que el jefe financiero de Ikea compartió con Reuters a la hora de hablar del alquiler temporal de muebles: "Notamos que los jóvenes cada vez más se decantan por alquilar cualquier servicio, desde música hasta coches". Y sí, así es. Los modelos de consumo actuales huyen del sistema de propiedad porque, en la mayor parte de los casos, los jóvenes no pueden asumir grandes desembolsos como comprar una casa, un coche o los muebles. De hecho, en bienes mucho más mundanos como la música o el cine, también se percibe este cambio de paradigma: las ventas físicas llevan varios años cayendo debido al auge de los servicios en streaming.
¿Por qué compran menos? Según la última encuesta de estructura salarial publicada por el INE, el alquiler medio en España se sitúa en los 780 euros y el sueldo medio para la franja de los 25 a los 29 años en poco más de los 15.000 € brutos anuales. Esto hace que con un sueldo en torno a los 1.200 euros mensuales un joven español que decida vivir solo tendría que dedicar un 65% de su salario solamente a pagar la renta. Con cifras como éstas y datos de emancipación donde tan solo 2 de cada 10 jóvenes de esta franja de edad han volado del nido, lo normal es que proliferen los alquileres para todo. No se trata de una preferencia derivada de los gustos generacionales, sino de la salida más viable para optar a una serie de servicios.
Imagen: Nathan Fertig/Unspalsh