"No compréis en Amazon": son palabras de Anne Hidalgo, alcaldesa de París, pero casi igual de tajante en el rechazo al gran operador digital han sido los ministros de las carteras de cultura, economía e industria, entre otras grandes personalidades de la política. Todos ellos piden a franceses y francesas que “quizás, durante este mes, retrasen o pospongan [sus compras de productos no esenciales] en lugar de encargarlos a algún gran sitio extranjero de venta por Internet”.
Vuelve el Block Friday, ahora de verdad: el reconfinamiento francés ha sido decretado hasta, como mínimo, el 1 de diciembre, y eso quiere decir que la ya durísima competencia de los negocios físicos contra el gigante minorista en la señalada fiesta del consumo estaba ahora completamente perdida. El propio gobierno de Macron ya estaba elaborando el año pasado un proyecto de ley para terminar con estas jornadas de salvajes descuentos, pero en esta ocasión Industria ha divulgado que está a punto de cerrar el acuerdo para bloquear la promoción del viernes negro con Amazon. "No era del todo apropiado en este momento en el que 200.000 comerciantes tendrán que cerrar sus puertas”, dijo en radio Agnès Pannier-Runacher.
El botín: según la Fevad, gremio francés de ventas online, durante el tiempo que llevamos de crisis Covid las compras de productos cotidianos (alimentos, ropa, etc.) aumentaron un 45.7% en el segundo semestre de 2020. En paralelo, las ventas de Amazon crecieron un 37% en el tercer trimestre de 2020 a nivel mundial, lo que hace entrever que, si bien no ha sido una correspondencia exacta, buena parte de lo recaudado ha ido a sus arcas.
¿Y qué hacer más allá del 27 de noviembre? Distintas medidas. En un gesto medio pactado entre grandes superficies y Gobierno, este tipo de tiendas que sí pueden abrir bajo las nuevas restricciones han acordado bloquear sus lineales de productos que no sean de primera necesidad. Así por ejemplo, Fnac o Cdiscount acordaban no permitir la compra de libros, flores y otros en sus instalaciones lo que dure esta ola de bloqueos, para ayudar al pequeño comercio. Un gesto mínimo, pero encomiable, ha sido también el del jurado del Premio literario Goncourt, uno de los más prestigiosos en Francia, que no dirá quién ha ganado hasta que termine el estado de alarma francés para evitar que Amazon monopolice las ventas.
Por su lado Alliance du commerce, asociación con 27.000 puntos de venta franceses entre los que se incluyen grandes almacenes, Shopping Center Union y el lobby juguetero denunciarán al Gobierno la "competencia desleal" que está suponiendo que las plataformas enteramente digitales no tengan que hacer frente a las restricciones.
Tiempos de pensar en cómo salvar a lo que pueda sobrevivir: esta misma semana, cuando se precipitó sobre localidades y comercios el anuncio de la nueva cuarentena, muchos ayuntamientos se revolvieron contra las normativas que obligaban a echar el cierre de las pymes de sus ciudades, y pedían un replanteamiento de aquello que es “esencial”. La salud de los comerciantes hará mover la semántica y con ella a rebajar la de la ciudadanía.
En España el sector del libro no se cansa de recordar a quien quiera oírles que ellos ya tienen lista la alternativa casera a Jeff Bezos: en todostuslibros tienes una red de más de 1.000 librerías de las casi 1.700 de nuestro país comprometida a, en caso de que no quieras pasarte por sus tiendas físicas, hacerte llegar en 48 horas o menos casi cualquier ejemplar que estés buscando.