Cuando un mensaje en Twitter tiene casi tantas respuestas como retuits, sabes que algo ha ido mal, muy muy mal.
El accidente: la página oficial de Uno, el juego de cartas del verano por antonomasia que entró en nuestras sociedades hace ya quince años, contestó a la duda de un usuario: “¿cuando lanzo un +4 o +2, la siguiente persona puede responder con otro +4 o +2”. Una pregunta estúpida, pues todo el mundo sabe la respuesta. El community manager dijo algo lo que todos entendemos como un error de comunicación:
No, cuando se juega un +2 o +4, el siguiente jugador DEBE robar esas cartas y perder su turno para descartar.
— UNO (@realUNOgame) June 29, 2020
Negación: es un mensaje enviado un 29 de junio. Es la página oficial del juego, con lo que sabemos, firmemente creemos, que no tardarán en responder subsanando su error. La única forma correcta de resolver ese episodio, como sabe cualquier persona del planeta Tierra que haya coincidido en una habitación con una de estas barajas de cartas, es que el siguiente jugador debe seguir echando cartas de respuesta de +2 o +4 en un modelo de “patata caliente” por el que el primero que no tenga en su mano cartas de ese tipo tenga que llevarse el total acumulado y se aleje de la línea de meta.
Es la quintaesencia de Uno, su misma raison d'être. El momento en el que la quietud de una tarde a la sobra de la encina, del viento refrescándonos la cara en la playa mientras se acerca la hora de la puesta de sol, muere por un instante y la adrenalina sube.
Ira: es 3 de julio. Cuatro días han pasado desde que los responsables de Uno hayan soltado la bomba. Ese “DEBE” en mayúsculas del comentario empieza a resonar en nuestras cabezas. No, esto no ha sido un error fortuito. Eran plenamente conscientes al decir eso. Con todo su arrojo han puesto patas arriba ya no el sentido de su producto, sino casi una expresión cultural. La Historia es una concatenación de fuerzas en muchos casos contrarias. La respuesta popular, unánime, ya está aquí.
TERRORISTAS
— Jorge (@Goorgo) July 3, 2020
los creadores del Uno no saben jugar al Uno https://t.co/SvmCCEXZGn
— no me llamo vicenta (@kansaita_) July 3, 2020
"Lo siento Uno, pero se ha decidido por los jugadores que es más divertido crear una tragedia para otro jugador con esa peligrosa técnica que puede generar una situación violenta. Es lo que lo convierte en un juego de riesgo”, dice Oscar Fleitas, político, apoyado por la democracia de los likes; Yorgo, famoso streamer, les llama “terroristas”. Moonchild tiene también el apoyo del público: “fingiré que no he visto esto”.
Negociación: el conflicto viene de largo, y algo nos dice que son los de Uno los que están perdiendo la partida. Artículos del verano de 2019 cuentan que la marca volvió a hacer este mismo comentario pero para sus jugadores estadounidenses. En esta ocasión no fue la contestación a una pregunta, sino que Mattel sintió que debía hacer un comunicado al mundo, “You cannot stack draw 2 and draw 4 cards”, acumular esas cartas para el siguiente jugador es trampa. 80.000 likes, 65.000 respuestas. Personas de diferentes países, separadas por océanos, llevan lustros aplicando una regla que sus propios creadores no han entendido.
If someone puts down a +4 card, you must draw 4 and your turn is skipped. You can’t put down a +2 to make the next person Draw 6. We know you’ve tried it. #UNO pic.twitter.com/wOegca4r0h
— UNO (@realUNOgame) May 4, 2019
Aceptación: como podemos imaginar, si toda la humanidad está haciendo caso omiso a sus instrucciones, es sólo cuestión de tiempo que la compañía acepte la realidad y pida públicamente disculpas. Somos benévolos. Cuando estén preparados para ello, les estaremos esperando.