No era la rabia, ni una intoxicación por pesticidas o veneno. Tampoco era alguna causa meteorológica, ni ninguna enfermedad conocida hasta ese momento. Algo había matado a 500 murciélagos en la cueva asturiana de Lloviu y no sabíamos qué. Rápidamente, los investigadores se dieron cuenta que tampoco era algo específico de esa cueva, que en el sur de Europa los murciélagos estaban cayendo a miles. ¿Qué estaba pasando? Acabamos de aislar al culpable.
El 'ébola' asturiano. Durante meses, los investigadores estuvieron completamente perdidos y no fue hasta tres años después cuando, tras leer un estudio sobre cómo los murciélagos de la fruta podían ser reservorios vivos ("almacenes") del ébola, Antonio Tenorio dio con la tecla. Al comparar las muestras de los murciélagos asturianos con el virus del ébola y encontrar coincidencias genéticas que rozaban el 75%, la comunidad científica se llevó las manos a la cabeza.
Para empezar porque, según la clasificación actual, "un virus es ébola si se parece en más de un 50% a él" y, para continuar, porque España no tenía instalaciones donde poder trabajar con ese tipo de patógenos. Rápidamente, los investigadores del Instituto de Salud Carlos III y del CSIC se aliaron con la Universidad de Columbia y los laboratorios Roche. Así fue como encontramos al virus de Lloviu (LLOV).
"Nos quedamos sin muestras". Sin embargo, no pudimos conocer mucho sobre el virus de marras. Se llegó a la conclusión de que no afectaba a los humanos, pero no se pudo confirmar porque nunca se ha documentado un enfermo con vida de este virus (ni humano, ni animal) y, por otro lado, como explicaba Gustavo Palacios (uno de los investigadores que lideraron el estudio original), "todo el material de muestra se ha consumido". Las muestras originales dieron para poco más que para identificarlo y hacer una serie muy básicas de preguntas. Para nada más.
Pues bien: lo acabamos de aislar. Ahora un equipo de investigadores coordinados por Gábor Kemenesi, del Laboratorio Nacional de Virología de la Universidad de Pécs (Hungría) acaba de aislar el virus en la sangre de un murciélago vivo en Hungría. Eso confirma, sobre todo, que lo del Lloviu no era una rareza asturiana y que los "datos respaldan el papel de los murciélagos, específicamente 'Miniopterus schreibersii', como anfitriones de LLOV en Europa".
¿Qué sabemos hasta ahora? Lo más importante es que, en un contexto de laboratorio, el Lloviu parece tener el potencial de infectar células humanas y replicarse en ellas. Por otro lado, el estudio mostró que no hay reactividad cruzada de anticuerpos entre él y el ébola. Es decir, que las vacunas actuales contra este último no servirían de nada en caso de que el LLOV diera el salto a los humanos.
La próxima gran epidemia sigue estando a la vuelta de la esquina. Por ahora esto no quiere decir que el peligro sea inminente ni nada de eso. Pero sí "aumenta la preocupación de una posible transmisión extendida en Europa y urge a realizar estudios inmediatos de patogenicidad y antivirales".Al fin y al cabo, aunque los brotes de enfermedades infecciosas se han triplicado entre 1980 y 2010 (y las enfermedades causantes se han doblado), la única emergencia sanitaria a nivel mundial que ha sido provocada por un agente infeccioso nuevo y desconocido ha sido el coronavirus. Y, tendríamos que discutir largo y tendido sobre si no teníamos elementos para sospechar de su peligrosidad.
El resto han sido producidas por un subtipo del virus de la gripe (un virus que conocemos desde hace, al menos 2400 años), la polio (descrita en 1789, pero que afectaba ya a los antiguos egipcios), el ébola (descubierto en 1976) y el Zika (conocido desde 1947). Son precisamente este tipo de virus "conocidos" los que tenemos que seguir de cerca. La próxima gran epidemia probablemente venga de ellos.
Imagen | James Waincoast
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federicofernandez
Ya no me creo nada. Nos están contando mentiras todos los días.
wiredbrain
Sin tener ni idea de virología, los chimpancés y los humanos compartimos más de un 90% del genoma, y somos esencialmente diferentes; es más, los humanos compartimos un 60% del genoma con las gallinas. ¿Cual es el problema de que un virus comparta un 50-75% de su genoma con otro? Es una pregunta seria.
royendershade
No deberia preocuparnos mucho, las enfermedades que vienen de zoonosis tienen una propagacion muy limitada en sus primeras etapas. Que no digo que no se investigue y que no se busque estar preparados, me refiero que no debe de preocupar a nivel de calle. De hecho lo mas peligroso es que los virus cultivados en celulas humanas se terminaran filtrando por algun despiste, como sucedio en Wuhan.
Al final si no haces cosas raras con los animales, se vigila a tiempo, y se mantienen unas condiciones higienicas y sanitarias minimas, los virus que acaban de dar el salto de una especie a otra se controlan bastante bien. El problema es cuando ya se le ha dado tiempo a adaptarse con muchas generaciones, algo que por lo general solo va a pasar tras numerosos ciclos en laboratorio, o si se dejara campar a sus anchas en humanos, algo poco probable en Europa.
lbl_79
No me cuadra. O los murciélagos son reservorios; o mueren en masa por afectarles el virus.
poncho321
Mientras los chinos no se los coman estaremos a salvo,,,
grebleips
¿Entonces quién mató a esos 500 murciélagos, Antonio Tenorio?
¿Está Gabor Kemenesi tras la pista de Antonio Tenorio para librarnos de la próxima epidemia?
¿Era Gustabo Palacios cómplice de estas misteriosas muertes?