La agricultura "natural", los alimentos "tradicionales" y la alimentación más sana están en auge. Los sellos que vemos en los supermercados son los "bio", "eco" y orgánicos. ¿Pero qué diferencias tienen?
¿Cuál de ellos es más "sano"? ¿Por qué existen diversas etiquetas y cómo se decide cuál corresponde? Al final, los sellos de este tipo son una cuestión puramente administrativa, y no tanto de la naturaleza de su cultivo.
¿Qué son productos ecológicos?
Según la consultora Ecological, el mercado interior de productos "eco" facturó en 2018 unos 1.686 millones de euros. España es, actualmente, el primer país de la Unión Europea en superficie de producción agrícola ecológica. En su "Estrategia para la Producción Ecológica 2018-2020", el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha tratado de potenciar esta actividad, velando por los intereses de los agricultores.
Sin embargo, ¿qué se considera y qué no se considera ecológico? Como decíamos, la cuestión, en Europa al menos, está modificada por la ley. En concreto, por tres reglamentos que nombraremos más adelante. Estos marcan qué puede obtener el sello de "ecológico" y qué no. Todo lo que cumpla con estos reglamentos puede optar al sello de ecológico. Esto son:
- El Reglamento (CE) 834/2007, del Consejo, sobre producción y etiquetado de los productos ecológicos.
- El Reglamento (CE) 889/2008 de la Comisión, por el que se establecen disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007 con respecto a la producción ecológica, su etiquetado y control.
- El Reglamento (CE) 1235/2008 de la Comisión por el que se establecen las disposiciones de aplicación del Reglamento (CE) 834/2007, en lo que se refiere a las importaciones de productos ecológicos procedentes de otros países.
- A esto se añade que a partir de 2021, el Reglamento 848/2018 deroga al Reglamento 834/2007.
¿Y qué dice el reglamento? Resumiendo muchísimo, estos han de ser cultivados únicamente con fertilizantes naturales, no se puede usar pesticidas para el control de plagas y tampoco pueden estar modificados genéticamente. Entre los fertilizantes naturales sí que se pueden usar aquellos productos preparados en las instalaciones propias, lo que se llaman preparados biodinámicos. No se pueden utilizar fertilizantes minerales nitrogenados y solo puede usarse un suelo que previamente ha sido aprobado para su uso ecológico.

Si cumple todo esto, el agricultor se acerca a un Comité de Agricultura Ecológica, que en España dependen de cada Comunidad Autónoma y estos certifican, previo pago del sello, la calidad y el origen ecológico de los productos. Estos comités son los últimos encargados de asegurar la calidad (según su procedencia) de los alimentos.
Bio, eco, orgánico, ¿en qué se diferencian?
Una vez obtenido el sello, un producto puede exhibir el sello de alimento orgánico, además del sello aprobado por la Unión Europea. ¿Y en qué se diferencian de un alimento con el sello "bio", o con el sello "eco"? En absolutamente nada. A nivel español, estas denominaciones son sinónimas y se regulan por los mismos reglamentos, tal y como indica el real decreto 1852/1993.

Asimismo, y con carácter supletorio a otras indicaciones que pudieran establecer las Comunidades Autónomas, podrán utilizarse, además, las siguientes: «obtenido sin el empleo de productos químicos de síntesis», «biológico», «orgánico», «biodinámico» y sus respectivos nombres compuestos, así como los vocablos «eco» y «bio», acompañados o no del nombre del producto, sus ingredientes o marca comercial.
Por tanto, estos sellos indican lo mismo: su procedencia de la agricultura ecológica según lo recoge el Reglamento (CE) 834/2007 y sus subsecuentes leyes. Insistimos en que solo los alimentos que cumplen con la ley, y que son aprobados por los comités, pueden llevar alguno de estos sellos y no existe diferencia entre ellos.
En otros países esto puede variar ligeramente, pero siempre que cumplan con los reglamentos. Así, los alimentos bio, dependiendo del país, pueden ser alimentos que no han sido alterados genéticamente, ni sufrido alteraciones en un laboratorio, pero no significa que no se hayan usado pesticidas para su cultivo.
Por otro lado, también se pueden ver otros sellos procedentes de organismos privados y consorcios concretos, aunque siempre cumpliendo el reglamento. Estos otros sellos, a veces se pueden ver en España debido a la importación de productos, pero sus características no están reguladas por la Comisión Europea más allá de los reglamentos. Pero en España, como decíamos, estos sellos son sinónimos.
Lo ecológico también puede ser industrial
Curiosamente, vista la legislación nos encontramos con un caso de "hecha la ley, hecha la trampa". Todos los productos ecológicos, bio, eco y orgánicos,etc., cumplen con el reglamento, eso no lo ponemos en duda, y si no lo hacen, tienen un problema. La cuestión es más compleja. El sello de agricultura ecológica, tal y como lo presentan, está destinado a mejorar las prácticas agrícolas, promoviendo un cultivo responsable con el medio ambiente y con la salud.
Es llamativo, por tanto, que uno de los lugares con mayor producción de agricultura ecológica en España sea Almería. Y es curioso porque se hace bajo miles de metros cuadrados de plástico, bajo un régimen intensivo, exactamente igual que con la agricultura industrializada pero cumpliendo con el reglamento europeo en cuanto a pesticidas y fertilizantes. En definitiva, hablamos de producción ecológica industrial, dos términos que parecen contrarios, pero no lo son.

Lo que sí que puede serlo es, precisamente, las implicaciones. Por ejemplo, otra curiosidad es la importación de fruta y verdura ecológica, cuya venta es más cara, y su impacto ecológico es equiparable, al final, al de la agricultura industrial, como muestran estudios como este, un análisis realizado en la Universidad de Aberdeen.
La percepción de la gente, según análisis como los realizados en Finlandia, cuya población reducida sirve de ejemplo sociológico, no tiene en cuenta el impacto que supone el consumo de los alimentos orgánicos, independientemente de si son producidos de manera local o son importados. Pero una cosa no tiene por qué implicar a la otra.
Más ecológicos que los ecológicos
Bio, eco, ecológico, orgánico... todo hace referencia a unas mismas cuestiones: un sello otorgado por cumplir con una regulación. Una regulación que pretende, en su origen, velar por una agricultura sostenible y más saludable. Sin embargo, con la ley sobre la mesa parece que existen, como poco, lagunas.
Por ejemplo, algunos estudios realizados por la Universidad de Exeter, Reino Unido, apuntan a que la huella de carbono producida por el consumo de vegetales orgánicos de procedencia local podría ser mucho mayor de lo que se espera a partir de las premisas aceptadas por ser productos orgánicos.
Por el momento, hay evidencias fuertes de que la agricultura ecológica, la industrializada convencional y otras formas integradas suponen, a medio plazo la misma huella de carbono. Esto nos sitúa en una tesitura incómoda ya que algunos productos cultivados y gestionados al estilo tradicional, pero sin cumplir con el sello de ecológico, pueden ser más "ecológicos" que los propios alimentos orgánicos.

¿Y qué hay en cuanto a salud? ¿Son los alimentos "bio" y "eco" más saludables? Según los análisis hasta la fecha, como esta gran revisión de más de 52.400 artículos publicados, desde 1958 hasta 2008, no existen diferencias nutricionales importantes entre los alimentos considerados como orgánicos y los producidos de manera convencional. Tampoco existen revisiones sistemáticas que avalen un impacto positivo en la salud entre los consumidores de este tipo de productos.
Tal vez esto se deba a un fallo en los análisis. O puede que no existan dichos resultados. Por el momento, lo que queda claro es que hacen falta más investigaciones que avalen las premisas por las que surgieron estos etiquetados. Hasta que no se compruebe, las etiquetas eco, bio y orgánicas solo servirán para marcar un producto más caro, que podríamos catalogar de "gourmet", pero que no cumple con las promesas que se les atribuyen.
Imágenes | Victoria Perez, Santiago Campillo, Wikimedia, Unsplash
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Usuario desactivado
Por desgracia el impulso de lo bio, eco y organico tiene que ver mucho más con el marketing que con ninguna intención benevola.
Como bien dices no esta claro hasta que punto el tema de la huella ecologica es menor, como tampoco es cierto que transgenico sea malo por sistema, si a eso añadimos que muchos de estos productos se producen de manera industrial y encima no se hace en cercania sus beneficios son cuanto menos cuestionables.
Pero las marcas saben jugar muy bien con eso, el cliente empieza a estar algo más comprometido y ellos se valen de su compromiso para calmando su coniencia ofrecerles unos productos más caros solo por portar ese prefijo.
l0ck0
Tonterias para cobrar mas a los modelnos...
Mr.Floppy
Quien se quiera tragar la etiqueta y creer que hace algo, mientras paga alegremente una burrada por ello, perfecto.
A mí lo que me jode es que de algunos productos no haya alternativas NoBio (y hablo de grandes superficies) y te los tengas que tragar, sí o sí.
sergio.currapastoriz
Yo pensaba que el empleo de fertilizantes naturales sí redundaba en un producto más saludable. Por otro lado un pesticida aunque sea orgánico puede ser igualmente dañino y las modificaciones genéticas no tiene, per se, que ser malas.
Usuario desactivado
El etiquetado en la UE es un cachondeo.
Está permitido indicar, como origen del ingrediente principal: "proveniente de países de la Unión Europea y de países de fuera de la Unión Europea".
Es decir, que serían válidos productos con un 1% de origen España y 99% Marruecos. O, directamente, 100% Chino.
Ante esta realidad, ¿para qué sirve el etiquetado?
javiercaselles
Lo unico BIO es dejar de comer tanta carne, informaos sobre el agua que se utiliza para tener un kilo de ternera.
picu3
Se dice en el articulo que no se permiten pesticidas. Viendo la reglamentación (CE) 889/2008 veo que si se permiten y algunos bien tóxicos como derivados del cobre.
Lo de los preparados biodinamicos ya es de risa.
El estiercol sera muy natural pero es mucho mas peligroso que cualquier otro producto de sintesis que se emplea en la agriulutra convencional.
Las explotaciones con sello ecológico son mucho mas grandes que las convencionales. La idea del agricultor ecológico con sombrero de paja es totalmente erronea: son en su mayor parte latifundistas.
francusan
Tuve una novia que trabaja en una huerta ecológica y me contaba que utilizan pesticidas industriales pero que para publicitarse dicen pesticidas artesanales porque queda más cool en materia de marketing y así vender los productos más caros. Luego la gente opina que es mejor el sabor de lo ecológico cuando no es más que el efecto placebo por haber pagado más por un producto igual que el normal.
Zaxxon
Significa que es lo mismo pero más caro.
goyito666
Para algunos comer productos ecológicos no es una alternativa, p.e. los que somos intolerantes a la lactosa y al gluten prácticamente no nos podemos acercar a un supermercado normal, si miras la letra pequeña es que a todo le meten de uno u otro. Los productos ecológicos respetan la composición, si es chorizo lleva carne, pimienta, sal y pimenton, nada mas, yo no puedo comer un embutido comercial normal, todos llevan lactosa. A nivel nutricional claro que son iguales, una pera es siempre una pera, la diferencia no está ahí sino EN LO QUE NO LLEVA y el ecológico no lleva restos de pesticidas, que el que quiera es libre de tragarselos, que no seré yo el que me oponga, pero yo no quiero incorporarlos en mi dieta. Otra cosa es el sabor, una verdura inflada de nitrógeno no tiene el mismo sabor, aunque en este punto hay que matizar que según que verduras se nota o no, influye mas la variedad, las actuales, mas comerciales, duraderas y productivas, no destacan precisamente en degustacion. En el apartado de transgenicos opino igual que con los restos de insecticidas, el que quiera que se los coma, pero a mí que no me los den, dudo mucho que les importe un carajo la posibilidad de que dentro de x años descubran que afecta negativamente en nuestro organismo, pasa como paso con el DDT, lo importante es que la empresa gane una fortuna, luego que la gente se las apañe como pueda.
fss14142
La calidad de este artículo deja mucho que desear, se espera más de vosotros. El nivel es de trabajo flojo de alumno de secundaria. Ni siquiera habéis incluido el sello oficial de este tipo de productos en toda la UE. Hablar de esto sin mencionar el impacto ambiental de los pesticidas o los aspectos de bienestar animal es simplemente desidia. Y la frase final es de manual de fake news. Tú te inventas unas promesas y tu mismito te dices que no las cumplen. ¡Enhorabuena, te has cubierto de gloria!
enusoycg
LOS QUE OS CACHONDEAIS DE LOS QUE CONSUMIMOS ALIMENTOS BIO SOIS LOS PRIMEROS QUE PERDÉIS EL CULO PARA COMPRARLOS CUANDO OS DICEN QUE TENÉIS UN CÁNCER QUE OS VA A DEVORAR HASTA LAS ENTRAÑAS.