En 2015, California estuvo semanas siendo noticia porque allí se produjo un brote del sarampión, una enfermedad que en el año 2000 había sido considerada erradicada en EE.UU. Todo empezó en Disneyland, donde deben llevar un cabreo monumental por ver que su nombre no deja de salir en todos los medios como el punto donde alguien con la enfermedad contagió a unos cuantos niños. Como medida de seguridad decidieron enviar un mensaje de tranquilidad, avisando de que solo permitirían la entrada en el parque a aquellos niños que llevaran la vacuna del sarampión.
¿Niños que no llevan la vacuna del sarampión?, quizás os preguntéis. Así es: muchos padres, conocidos como "antivacunas", optan por no vacunar a sus hijos aferrándose a la máxima que dice que "las vacunas no son obligatorias". Como no lo son, y como están en contra de ellas, no vacunan. ¿La consecuencia? Las enfermedades regresan, los niños se exponen a riesgos innecesarios y todo ello deriva en lo que hoy podríamos definir como una historia de miedo e irracionalidad.
Por qué hay padres antivacunas
El movimiento antivacunas se inició en el año 1998, cuando el Dr. Andrew Wakefield publicó un artículo en la prestigiosa revista The Lancet en que explicaba que 12 niños con trastorno autista lo sufrían como consecuencia de la vacuna Triple Vírica del sarampión, rubéola y parotiditis (paperas). Ese artículo inició una revolución sanitaria y social. Los padres empezaron a dudar si poner la vacuna o no a sus hijos, algunos profesionales empezaron a desaconsejar su administración y los padres de niños con trastorno del espectro autista empezaron a estudiar sus casos particulares, dándose cuenta de que la vacuna podría ser la causante (la vacuna se administra entre los 12 y 15 meses y suele ser un poco después cuando se empieza a notar que el niño puede padecer el trastorno).
Estudios posteriores no lograron repetir los resultados y un periodista, Brian Deer, se dedicó en cuerpo y alma a analizar el estudio y los doce casos. Moviendo el tema, publicó sus primeras investigaciones a finales del 2003, con las que siguió hasta 2008, cuando ya había logrado desmontar el estudio. Vamos, que demostró que todo era una farsa, un montaje de Wakefield, que vio como revocaban su licencia de medicina en el 2010 acusado de mentir, de generar una alarma mundial que aún hoy sigue coleando y de someter a 12 niños con autismo a pruebas invasivas innecesarias, como colonoscopias, punciones lumbares, etc., de las que luego modificó los resultados para que el estudio acabara con las conclusiones que él deseaba. La revista The Lancet, claro, retiró el artículo.

El problema es que desde que se publicó hasta que se retiró y se demostró el engaño pasaron tantos años que el mal ya estaba hecho. El mensaje caló tanto y tan hondo en la población que el giro posterior fue interpretado como una batalla contra el que consideraron el único hombre con la valentía suficiente para demostrar que las vacunas provocan autismo. Vamos, que hoy en día es considerado como un héroe dentro del movimiento antivacunas y toda la información y los estudios que demuestran que todo fue mentira y que las vacunas no provocan autismo los consideran como estudios e información manipulada por las multinacionales para tratar de "seguir convenciendo a la gente que no se molesta en informarse". Súmale al movimiento algunos famosos como Jim Carrey y Jenny McCarthy, amén de unos cuantos profesionales que pese a tener título se adhieren a la causa, y todo adquiere un halo de exclusividad que hace sentir a los padres especiales y conocedores de una verdad que los demás no conocemos o no queremos ver.
El mercurio, el aluminio y lo que sea
El movimiento antivacunas ha ido creciendo con el tiempo y los argumentos a favor y de defensa han ido aumentando. Al principio, por ejemplo, todo giraba alrededor de la triple vírica (Wakefield, de hecho, defendía la posibilidad de administrar la vacuna de los tres virus por separado) y el mercurio. Numerosos estudios demostraron que el mercurio no era el causante del autismo, pero por si acaso fue retirado de las vacunas. En su ausencia, se utilizan otros adyuvantes, necesarios para generar una respuesta adecuada en el organismo (que la vacuna, al entrar en el cuerpo, active el sistema inmunitario), como por ejemplo el aluminio, que lleva décadas usándose para tal fin y que parece estar también en el punto de mira de los antivacunas.
¿Es tóxico el aluminio? Hombre, que te entre aluminio en el cuerpo no parece ser algo muy deseable, pero hoy por hoy es algo inevitable y tampoco se ha podido demostrar que sea perjudicial. La vacuna hexavalente, que se administra a los 2, 4 y 6 meses de vida contiene 0,5 mg de sales de aluminio. Para saber si es mucho o poco basta con comparar con el aluminio que entra en el cuerpo por otros medios. La leche materna contiene también aluminio (la madre lo consume), y en unos 20-25 días se consigue que un niño mame la misma cantidad de aluminio que contiene una vacuna. Dicho así, parece mucho, pero no parece tanto si tenemos en cuenta que la leche artificial contiene 10 veces más aluminio que la leche materna y que en 2-3 días ya ha consumido los 0,5 mg de la vacuna. Y parece aún menos cuando sabemos que según la EFSA, cuando un bebé empieza a comer verduras, fruta y otros alimentos puede llegar a ingerir entre 3 y 10 miligramos de aluminio al día, que es lo que también ingerimos los adultos (entre 6 y 20 veces al día lo de una vacuna que recibe cada 2 meses).

Pero a los antivacunas no es fácil convencerles porque ellos se han informado y consideran las vacunas como un invento de las multinacionales farmacéuticas que solo buscan un beneficio económico a costa de engañar a la población, con miedo y mentiras, para administrar a los niños unas vacunas que dicen que son ineficaces, inseguras y tóxicas. Vamos, que hasta llegan a decir que el descenso de enfermedades actual no responde a las vacunas, sino a la higiene, la alimentación y otros cambios en las costumbres y hábitos actuales.
¿Y no es cierto?
No, no tienen razón, pero es muy difícil, por no decir imposible, convencer a unos padres que antes de tomar una decisión se han informado mucho y que han llegado a la conclusión de que lo mejor es no vacunar. Han leído, han contrastado información, han hablado con otros padres y sienten que han descubierto una verdad que los demás desconocemos. Eso les hace sentir diferentes, especiales en cierto modo, privilegiados. Los demás quedamos en ese punto del "hacemos las cosas porque es lo que se ha hecho siempre" y ellos, que han visto que vivimos engañados por las multinacionales, se desmarcan para salvaguardar la salud de sus hijos.
Claro, si las vacunas las fabricaran entidades sin ánimo de lucro quizás no habría tanta polémica, pero como las fabrican farmacéuticas que facturan cada año millones y millones de euros, y como muchas veces tienen comportamientos poco éticos, se mete todo en el mismo saco y parece bastante creíble el argumento de "las vacunas no son más que un negocio más". Además, por más información que les muestres, por más estudios que desmientan lo que dicen o que demuestren lo que se les dice, ellos siempre encuentran una respuesta convincente: "¿Brotes de sarampión? ¿Que las vacunas salvan millones de vidas al año? Claro, qué van a decir los estudios, todos comprados por las farmacéuticas, que no hacen más que manipilar".

¿Por qué vacunar?
Ya sabemos por qué los antivacunas no vacunan a sus hijos. Dicen que son tóxicas, que los niños vacunados enferman más, que los virus, en realidad, ya estaban controlados antes de las vacunas y que es peor el remedio que la enfermedad. Sin embargo, las organizaciones y sociedades de salud siguen recomendando vacunar, por lo siguiente:
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Los virus no han sido erradicados: muchos padres se preguntan por qué se sigue vacunando a los niños de poliomielitis o difteria, por ejemplo, si hace años o décadas que no hay noticias de estas enfermedades en España. La razón es clara, no hay casos porque los niños siguen siendo vacunados, porque en España no hay pero en otros lugares del mundo los virus siguen activos, y como las fronteras entre los países están cada vez más difuminadas, con gente que viene y gente que va, es necesario seguir vacunando a cuantos más niños (y adultos) mejor, para evitar que corran riesgo ahora o cuando sean adultos.
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Por solidaridad: vacunar a los niños se hace por dos motivos, para proteger a tu hijo y para proteger a todos los demás. Cuando la mayoría de personas están vacunadas, aquellas que no lo están se protegen también. Es lo que se conoce como inmunidad de grupo. Si la mayoría de la población no puede coger una enfermedad, las minorías difícilmente la cogerán, porque nadie les puede contagiar. Por eso, vacunando a nuestros hijos y siendo mayoría, los niños y adultos enfermos o en situación de riesgo, que no pueden vacunarse por contraindicación médica no podrán enfermar (o tendrán muy pocas probabilidades). Además tampoco podrán contagiarse los bebés, que hasta los dos meses no reciben sus primeras vacunas y que hasta los 12 meses no están protegidos de los virus del sarampión, de la rubéola ni de la parotiditis. De esta manera se protege también a los antivacunas y por eso dicen que "no hemos vacunado a nuestros hijos y están sanísimos". Pero esto tiene trampa, porque si muchos no están vacunados porque no pueden y les sumamos a los que no lo están porque no quieren, la probabilidad de producirse un brote es mayor y los riesgos para toda la población aumentan. A este respecto, en California, el padre de un niño con leucemia ha pedido a las autoridades que no dejen ir al colegio a los niños que no están vacunados, para no poner en riesgo la vida de su hijo.
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Por coherencia: millones de niños mueren por enfermedades que podrían haberse evitado si hubieran tenido acceso a las vacunas infantiles. En España, en cambio, no sólo podemos acceder a ellas, sino que nuestro sistema nacional de salud las compra para que nuestros hijos puedan estar vacunados. Imaginad la cara que se le quedaría a una madre que acaba de perder a su hijo en un país pobre si alguien le explicara que allí arriba, en los países ricos, la gente no quiere poner esas vacunas a sus hijos porque creen que son malas.
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Porque las enfermedades vuelven: ligado un poco a la primera razón, si no vacunas, las enfermedades vuelven, y para muestra un botón, en California. A medida que los antivacunas se multiplican los brotes de diversas enfermedades van apareciendo, muchos de enfermedades que ya estarían bastante controladas. ¿Y qué supone un brote? Pues ingresos hospitalarios, alarma social, vacunar a bebés antes de lo que les toca, ponerles en riesgo y poner en riesgo a las personas mayores, etc. Vamos, un aumento de gasto sanitario absurdo y el jugar con la salud de los niños y las personas con enfermedades crónicas.

¿Y qué dice la liga para la libertad de vacunación sobre el brote de sarampión?
El colectivo antivacunas no se definen a sí mismo de esa manera. Ellos dicen que abogan por la libertad de vacunación, como si en realidad los que vacunamos a nuestros hijos lo hiciéramos obligados. Libres somos todos, solo que unos optamos por vacunar y otros optan por no hacerlo, pero ellos se han adjudicado el adjetivo y supongo que así ganan más adeptos (¿quién no quiere sentirse libre en un mundo lleno de ataduras?). El caso es que a raíz del reciente brote de sarampión en California seguro que muchos padres indecisos deciden buscar información tanto a favor como en contra de la vacuna triple viral.
Uno espera entrar en la página de la liga para la libertad de vacunación y encontrar un montón de información al respecto, incluso información falsa que diga "tranquilos papás, no os dejéis convencer, el brote ha pasado en un sitio donde mucha gente no vacuna, como podría haber pasado en un sitio donde sí vacunan... recordad lo sanos que están nuestros hijos gracias a nuestra decisión y no os dejéis llevar por el miedo que querrán infundirnos como consecuencia del mencionado brote", pero ni eso. No hay nada que hable de California, y de hecho nada que hable de sarampión desde el año 2012.

Vamos, que no acabo de entender que acusen al rebaño social de dejarse engañar por farmacéuticas y médicos que no dan toda la información y apoyar a una liga antivacunas que no da ninguna información acerca de las noticias sobre vacunas que aparecen en todos los medios.
El caso es que hurgando en la página puedes llegar a un informe en el que hablan del sarampión, titulado Informe sarampión, que aunque es de hace tiempo, puede ser que lo tengan ahí perenne como queriendo decir que con este informe ya está todo dicho.
Se trata de un informe que trata de tranquilizar a las familias que no han vacunado del sarampión interpretando gráficas y datos, un poco como les da la gana (porque el gráfico que se ve demuestra que la vacunación ha sido efectiva para controlar la enfermedad), y centrándose mucho en las muertes por sarampión (que en el primer mundo son pocas) y mucho también en desprestigiar la vacuna.

Si os fijáis en el cuadro, la vacuna se empezó a poner a principios de los años 80. Según nos comentan, con la vacuna no sólo no bajó la incidencia, sino que aumentó, y eso se observa en dos grandes picos elevados. Dicho así parece hasta cierto, sin embargo, como dice Carlos González en su libro En defensa de las vacunas, y como seguro que todos y todas observáis, la tendencia final es a llegar hasta casi "0" morbilidad, cuando antes de la vacuna sólo se producían oscilaciones que mantenían la enfermedad en una media de unos 8.000 casos anuales declarados.
Los picos, que los antivacunas pretenden mostrar como efecto secundario de la vacuna no pueden ser tales, porque en el momento que se introduce la vacuna del sarampión se empiezan a vacunar a los niños a una edad determinada, pero no se vacunan a todos los niños del país de golpe. De hecho, la cobertura vacunal cuando sucede el primer pico es cercana al 50%, cuando sucede el segundo pico es del 80% (a más vacuna debería haber más morbilidad, si nos creemos lo que dicen los antivacunas) y dicha cobertura sigue subiendo a medida que la morbilidad baja y baja. Entonces, ¿a qué se deben los picos? Pues seguramente a que al iniciarse la campaña de vacunación se inició también una campaña informativa a los profesionales sanitarios: aparece la vacuna del sarampión, protegeremos a los niños de esta enfermedad, cuando veáis un caso hay que declararlo, etc. Probablemente muchos de los médicos que no estaban declarando la enfermedad porque "no suelo hacerlo", "veo tantos niños que se me olvida" o "no me parece importante hacerlo", empezaron a declarar todos los casos que pasaban por la consulta y de ahí los dos picos elevados. Vamos, que en realidad se ve claramente que la enfermedad se empezó a controlar a raíz de la vacunación.
Por si acaso la página adolece de falta de actualización he decidido entrar en los foros, ya que los usuarios suelen ser más activos que los webmasters y mi segunda sorpresa es que es un foro muy minoritario, con apenas participaciones, que hablan muy poco de los brotes de sarampión y que lo poco que hablan no tiene ni pies ni cabeza.
Vamos, que si siempre he tenido claro que mis hijos deben estar vacunados, después de entrar en la página web que debería convencerme de no hacerlo, aún tengo más claro que quiero seguir vacunándoles y que debo seguir defendiendo que todos los niños reciban las vacunas que nos ofrece el estado.
¿Me lo pueden explicar más clarito, con un ejemplo?
Como enfermero de pediatría, son muchas las veces que hay que tratar de explicar las cosas clarito y con ejemplos, para que los datos sean más fáciles de entender. Los antivacunas han llegado a decir que la inmunidad de grupo no existe, pero no tienen dónde agarrarse porque está bastante claro: a la que las coberturas vacunales bajan las enfermedades vuelven, así que muchas veces hago uso del siguiente ejemplo para aclarar a los padres el tema.

Pongamos que todos los niños de una población viven en un mismo edificio con sus padres. Cada mañana, salen padres e hijos, juntos, para ir al colegio y al trabajo. Nada más bajar a la calle, los que no tienen hijos o tienen hijos mayores se detienen en la puerta y, todos juntos, hinchan un colchón gigante que dejan listo para que, minutos después, salten las familias con bebés o las personas mayores, que por sus condiciones tardan más en bajar por las escaleras y a veces tardan más en preparase.
Todo va bien hasta que algunos vecinos empiezan a quejarse de que las suelas de los zapatos se desgastan mucho y que eso de bajar las escaleras podría ser una estrategia de los fabricantes de zapatos, que con tanto desgaste no hacen más que vender pares y pares a padres e hijos. El mensaje no acaba de calar en el grueso de la población, que defiende que bajar por las escaleras es saludable y que, además, deben hacerlo así para luego hinchar el colchón. Pero los que no están de acuerdo deciden rebelarse. No quieren sentirse manejados por los intereses ocultos de los fabricantes de zapatos y consideran que bajar las escaleras no puede ser tan bueno para las rodillas y la espalda. Vamos, que optan por dejar de seguir el "juego de la ignorancia de la mayoría", que parece que obedecen como borregos, y empiezan a saltar cada mañana por la ventana en vez de bajar por las escaleras.
Tras unos días, contentos de bajar tan rápido y animados por ver que sus hijos están igualmente saludables, empiezan a explicar su decisión, a dar sus argumentos y a confesar lo liberados que se sienten ahora que saben que se han librado de los fabricantes de zapatos por un tiempo. Logran convencer a otros padres de que es la mejor opción y cada vez son más los que se informan antes de decidir qué opción tomar, si bajar por las escaleras a hinchar el colchón o si directamente saltar.
Día a día aumenta el número de padres e hijos que saltan y son menos los que bajan por las escaleras. El tiempo que tardan con el colchón es cada vez mayor, pasando de unos pocos minutos a, directamente, no lograr dejarlo completamente hinchado cuando llega el primer saltador. La tendencia sigue hasta el punto que los que hinchan el colchón se dan cuenta de que llegará un día en que no les dará tiempo a insuflar el aire suficiente para que los saltos posteriores sean seguros. Tratan de explicarlo a los demás, que niegan que eso pueda llegar a suceder y son acusados de estar a merced de los fabricantes de zapatos y de dar información basada en el miedo. Piden respeto a su decisión y reiteran que sus hijos están muy bien y que se sienten bien por no haber cedido a las presiones constantes de la mayoría.
Un día sucede lo inevitable. El colchón no está listo para cuando salta la primera familia y muchos se hacen daño, o mucho daño, porque los encargados de hinchar el colchón ya no son suficientes.
El movimiento antivacunas en 2017 y las iniciativas para combatirlo

Dos años después de la publicación de este artículo, no podemos decir que la situación haya mejorado significativamente. Sólo en el primer trimestre de 2017 hemos podido encontrarnos con 2719 casos de sarampión en Italia, más de 500 casos en Alemania y hasta 6.434 enfermos (y 6 muertes) en Rumanía. Enfermedades que habíamos conseguido poner bajo control, campan a sus anchas por decenas de países industrializados.
Esto ha hecho que en los últimos años, las políticas empiecen a cambiar y los países experimentos nuevas formas de acabar con el peligro para la salud pública que representan los movimientos antivacunas. Italia hizo obligatoria la vacunación en todo el país y Alemania ha puesto en marcha un sistema de información por el que las escuelas han de comunicar a servicios sociales aquellos niños que no están vacunados.
Sin embargo, la opinión pública también está siendo más consciente del peligro que puede llegar a suponer este tipo de discursos. EN las últimas semanas, casos como el de Javier Cárdenas defendiendo públicamente la relación entre vacunas y autismo han levantado una enorme polvareda y han puesto encima de la mesa el papel de los medios de comunicación en el desarrollo de la cultura científica y sanitaria de la población. Parece haber razones para ser optimistas.
Fotos | Fotomontaje realizado con imágenes de Zaldylmg y Lars Plougmann, Fotomontaje realizado con imágenes de Zaldylmg y Lars Plougmann en Flickr, Unicef Sverige, Dave Haygarth, nist6dh en Flickr
En Bebés y más | Vacunas infantiles
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133 comentarios
cesargeek
Hace mucho que no leia un articulo tan completo en Xataka!
Muchas felicidades, pues son contados los colaboradores con criterio que pueden transmitir precisamente eso.
Saludos!
Usuario desactivado
Totalmente de acuerdo. Es una forma de conspiranoia muy peligrosa para todos.
mikelb
Felicidades, un artículo muy completo. Simplemente diré que, visitando la página "antivacuna" y leyendo un poco, me sorprende que la gente se lo tome en serio. Se contradicen ellos mismos y los datos que aportan son dirigidos directamente a una conclusión errónea (y eso que sólo he leído el artículo del ébola). En fin, homeopatía y esto, lo metía en el mismo asco, digo saco (perdón).
mikij1
Y si todos se vacunan ¿cómo cogen el sarampión los no vacunados si no hay quien les vacune? o sea ¿no está erradicada la enfermedad?
Yo no soy antivacunas pero si pienso que lo último que quieren las farmacéuticas es gente sana. Si pueden aprovechar y además de curarte el sarampión consiguen que dentro de 10 años tengas alergias (antihistamínicos), asma (inhaladores), diabetes (insulina), etc... pues mejor para ellas ¿no?
selito
Hace poco leí un artículo que se hizo viral en estos días de epidemia de sarampión en EEUU, donde se recordaba la carta que escribió Roald Dahl recomendando las vacunaciones después de perder a su hija Olivia por esta enfermedad.En su caso no pudo ni siquiera tener la opción de vacunarla porque en 1962 no estaba desarrollada la vacuna.
alex.vargasaguilo
Eh! yo creo que lo de la vida sana, hacer ejercicio, ir al gimnasio es un complot de los traumatólogos, podólogos, nutricionistas y fisios para que te lesiones y ellos sigan teniendo trabajo...
Suena estúpido verdad? pues con las vacunas y las farmaceuticas es lo mismo.
Por cierto, gran artículo
balsamo
Bueno, pues más claro agua
Acaba de darse un caso de difteria en España, enfermedad considerada ERRADICADA desde 1987, y todo por unos padres "antivacunas"
Ahora veis si funciona o no el tema de las vacunas, y veis lo que conlleva no vacunar.
Ahora que salga el que nos tachaba de tontos en los comentarios por vacunar a nuestros hijos de enfermedades "erradicadas" que no tenía ningún sentido y que los demás éramos gili.. bertos
Saludos
unoquepasa
Hola a todos, nuevo por aquí...
Buen artículo. En cuanto a ejemplos, hace poco leí otro ejemplo que me pareció un poco raro hasta que lo relacioné con el tema de las vacunas. No puedo poner el enlace por falta de karma, pero buscando en Google "having the breaks removed for your car is a personal decision" sale en seguida.
Básicamente, habla del derecho a elegir si se usan o no frenos en el coche porque realmente no evitan accidentes y perjudican al motor. En este caso la industria automovilística tiene comprados a los mecánicos y por eso recomiendan usar frenos; un mecánico da su opinión profesional a un anti-frenos que éste no comparte, se habla de las consecuencias para los demás de que alguien no use frenos... Está bastante bien, la verdad.
Un saludo
David Sanchez
Grande¡¡¡ claro, conciso, contrastado y enormemente argumentado... se lo voy a reenviar a todos los "Hippies" que opinan así, aunque como comentas, no hay peor ciego que el que no quiere ver... yo sacaba una ley para prohibir este comportamiento, atenta contra la salud publica... en fin, una pena.
jairgarcia
Lo más triste de todo es que no sólo ponen en peligro la vida de sus hijos (ellos mismos) sino de quienes lo rodean. Es increíble que en estos días en que la información es más accesible existan aún retrogradas como estos tentando contra la vida de la población.
El fabuloso Dr. Manga
Yo añado el tema del repunte de Tosferina por la no vacunación. También me cuesta mentalizar (aunque bien es verdad que son los menos) a algunos trabajadores de la vacunación de Hepatitis B en el ámbito sanitario.
Y lo mismo con el tema de vacunación de gripe.
leon.commons
Realmente bueno el artículo. Más claro, agua. Los antivacunas son, además de ignorantes, un verdadero peligro
frg92552
Muy buen articulo y muy bien desarrollado. Sin embargo tiene, a mi entender, una "carie" y es que estáis metiendo a todas las vacunas en el mismo saco. Y creo que ahí está el problema. Conozco a algún antivacunas "integrista" y reconozco que me dan ganas de tirarlo por un puente. Arriesgar la salud de tu hijo y su calidad de vida futura negándote a ponerle, por ejemplo, la vacuna de la polio me parece una salvajada como la copa de un pino.
Sin embargo también hay que reconocer que hay mucha gente que es igual de radical en cuanto a "pro-vacunas". Mi madre era así. Si sale una vacuna hay que ponérsela... y esto tampoco es de recibo. Yo me estuve vacunando durante muchos años de la gripe y, cada año, me cogía una o dos. Hace unos 15 años que dejé de vacunarme y durante estos años solo he cogido gripe dos veces (no confundir con el resfriado que no es lo mismo). Por supuesto si perteneciese a un grupo de riesgo sería otra cosa, pero como no es así prefiero no vacunarme.
Por otra parte, hay vacunas que no son seguras en absoluto como ocurrió con aquella que sacaron para la gripe A. Como tenían que fabricar millones de dosis y no tenían el principio activo suficiente optaron por elevar muy considerablemente la cantidad de coadyuvante con la idea de sobreestimular (mas de lo que hace una vacuna normal) el sistema inmunológico y así conseguir compensar la escasa dosis de antígeno. El problema de esta vacuna es que estimulaba tanto el sistema inmunológico que podía provocar la aparición de enfermedades de origen autoinmune en las personas a las que se les hubiera administrado.
Así que, como siempre, no todo es blanco o negro.
chamaruco
Como a algunos les sigue sin quedar claro:
http://www.microsiervos.com/archivo/ciencia/impacto-introduccion-vacunas-contra-enfermedades-contagiosas.html
El gráfico que encabeza el artículo es absolutamente demoledor. Pero claro, cuando las cifras y el método científico dejan tan claras las cosas, siempre hay quien quiere negar la evidencia.
bluenote
Esto lo oí de boca de una señora antivacunas: "Lo que pasa es que con las vacunas te 'istalan' un 'chís' para controlarte el 'celebro'". ¿Cómo se puede argumentar nada ante tan sólida evidencia científica? Sabiduría popular al poder.
madorito
No hay ceguera mas grave que la de aquel que no quiere ver.
Hay que pasar el calvario de un hijo con problemas para poder opinar, queridos señores.
No juzguen ustedes, sin ser padres ni sus hijos tener un grave problema, a los padres que no duermen por el problema de su hijo.
Defiendan ustedes su postura Pro-Farmacéutica sin insultar a los demás.
Pregunten ustedes a los padres de niñas y niños ingresados por reacciones adversas a las vacunas, que en muchos casos han provocado hasta la muerte.
Pero esto no mola decirlo, verdad?
Ni tanto, ni tan calvo.
Que las vacunas son buenas! Pues claro! Pero en casos concretos y bien administradas! No a diestro y siniestro como nos las quieren meter!
Leyendo el artículo ya imagino a mis nietos tomando un delicioso helado haagen dazs con Tamiflú!
Cada uno debe ser LIBRE y proteger a sus hijos como bien sepa y pueda!
No puedo tener en mi casa paneles fotovoltaicos y ser autosuficiente porque la ley lo penaliza, y por otro lado te obliga a la Eficiencia Energética en la vivienda.
Tengo que entrar vacunado a Disneyland? Pues iré a Terra Mítica, que como no va ni Dios, no me contagiaré de nadie!
Dentro de poco tendremos que entrar con preservativos puestos a comprar en el Súper para no contagiar a la granja humana!!!
Xátaka nació para ver tecnología!
No para promocionar a las Farmacéuticas!!
amosya
Está todo muy claro, en realidad poca gente discute que no sean necesarias, aunque el ejemplo propuesto es casi más enrevesado.
En 2011 tuve a mi primer hijo. El sistema de salud indicaba que vacunas eran obligatorias y por tanto subvencionadas (que no gratuitas, que ya las pagamos en los impuestos).
En 2014 tuve mi segunda hija, en el primer año ya he gastado 500€ en vacunas, porque son "obligatorias".
Primero, este cambio de criterio es para cuadrar presupuestos. Se dice que no suben los impuestos (que en verdad si suben) y se prestan menos servicios.
Segundo, esta doble moral?, unas si subvencionadas y otras no, cabrea y confunde bastante. Porque el que no este pasando un buen momento económico, puede decidir no pagar. Es decir, no se puede indicar que son obligatorias y al tiempo no entrar en el sistema.
Tercero, el precio de las mismas evidentemente es excesivo para fabricaciones en masa. Como en las adjudicaciones de obras publicas y gestión de servicios, creo que un alto porcentaje va a otros destinos distintos a la fabricación y beneficio propio del laboratorio.
sickboyt
No me he leído el articulo porque considero que ya leí suficiente del tema, y solo constataré que no pienso ponerme vacunas oportunistas ni de enfermedades nuevas hasta que no vea claros signos de efectividad. Si la gripe aviar apareciese mañana sería el negocio del milenio. Eso si, no dejen las vacunas comunes que ya no están cubiertas por patentes absurdas! Locos!
el_shaddai
De acuerdo contigo, creo en las vacunas y en lo que nos han aportado. Pero señores, vivimos en un mundo donde los más importante es el dinero, y uno de los negocios más lucrativos son las vacunas, hasta parece que son niños, como inversionista o dueño de una farmaceutica lo más importante para mí es vender, y que mejor creando soluciones ineficientes o que te curen de algo y te enfermen de algo más, así yo gano más.
Es como los virus de las computadoras, creo un virus y vendo la cura y... me follo de dinero.
icecool
¿cuánto te pagaron las farmacéuticas por escribir el artículo?
:D
jose.gon1
Interesantísimo y bien informado.
Lástima que los charlatanes tengan tanto poder de influencia.
vmm1993
Buen articulo, ademas para que pueda opinar gente sin enfrentarse por marcas :D
(bueno, los proWarner vs proDisney XD)
na, fuera de coña, a mi me parece bien esta prohibicion, supongo que tendran derecho de admision, y si la gente se queja de eso, pues la unica manera es: si te quejas de que en mi parque pillas una enfermedad POR QUE TE DA LA GANA (por que es por que le da la gana... si no se vacunan y listo, o en este caso a los niños) y despues vienes quejándote por que has pillado esa enfermedad, pues tranquilo que no te puedes quejar mas de eso... sin eso no puedes entrar mas veces... y los que esten vacunados ningun problema, por que como estan vacunados no van a pillarlo, asi que todo solucionado...
(Desde mi punto de vista XD)
por cierto, me hizo gracia esta explicacion de el "por que debes vacunarte todavia" jajaja por que "Los virus no han sido erradicados", lo dices como si tuvieras esperanzas de que fueran a serlo alguna vez jajajaja
hibiff
Algo que hubieras puesto es que algunas personas no se pueden vacunar de x cosa por su hitorial medico, por ejemplo no te puedes vacunar contra la influenza si eres alergico al huevo, mi hermano no se puede vacunar contra la influenza porque padecio "guillain barre".
No se como sea lo de vacunarse en otro lado, pero aca en Mexico, las enfermeras del sector salud, andan de casa en casa vacunando a los niños, y segun la vacuna van a las escuelas a ponerlas, y tambien ponen puestos de vacunacion en algunos lugares para que la gente que quiera se vacune.
hibiff
Hubieras puesto a los cospiranoicos idiotas(tambien ahi inteligentes) que dicen cosas como, "el sida y el ebola no existen, son iventos para hacer dinero y asustar a la gente", que cuando le contestas algo como, ¿y si no existen, de que carajo se muere la gente?, y ellos contestan cosas como "se enferman de otra cosa, pero en los hospitales los enferman para sacarles dinero.
Emilio Arenas
Creo que la solución es la psicología inversa, combate la conspiranoia con más conspiranoia, prohíbe las vacunas, que el gobierno diga que las enfermedades están erradicadas, verás como la gente cruza la frontera por ir a vacunarse xD
mcj
Por lo visto la estupidez humana no conoce limites, aunque los antivacunas están en ello.
Me parecería perfecto que mostrarán su estupidez con orgullo, lo que ya me parece mal es que su estupidez nos lleve a los demás detrás.