En 1853, un jovencísimo Jean-Martin Charcot descubrió (junto con C. Robin) una serie de cristales bipiramidales de diversos tamaños en el en el bazo y la sangre de un paciente muerto por leucemia crónica. Un detalle nimio en la carrera de un médico que desde el Hôpital de la Salpêtrière de París inventó la neurología moderna. Sin embargo, 20 años después, Ernst von Leyden se dio con ellos en el esputo de un paciente con asma.
En las siguientes décadas esos depósitos cristalinos se convirtieron en uno de los grandes misterios de la medicina moderna. Las proteínas no suelen cristalizar en el cuerpo y sin embargo los cristales de Charcot-Leyden aparecían en todo tipo de enfermedades alérgicas e inflamatorias crónicas generalizadas; es decir, eran uno de los elementos recurrentes del asma, la bronquitis, la rinitis alérgica o la rinosinusitis. ¿Qué estaba pasando ahí?
Los cristales a los que nadie prestaba atención
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Nadie tenía ni la más mínima idea. De hecho, el siglo y medio de debate sobre su origen y función fue tan poco productivos que los tratamientos para este tipo de enfermedades sencillamente los ignoraron y su conexión con los procesos alérgicos permanecieron siendo un misterio.
Tanto es así que hace unos 20 años, cuando se descubrió que los cristales de Charcot-Leyden se formaban a partir de la galectina-10, no pasó prácticamente nada. Aprendimos que la galectina-10 estaba muy relacionada con los eosinófilos (los glóbulos blancos que ayudan a activar la respuesta inflamatoria en humanos) y que curiosamente la proteína permanecía soluble hasta que se liberaba como parte de una defensa inmunológica. Por lo demás, la función de galectina-10 no estaba clara.
Por analogía con la gota (una enfermedad producida por cristales de sal de ácido úrico), se daba por hecho que esos cristales eran malos, pero lo cierto es que ni eso teníamos claro. Ahora un equipo de la Universidad de Gante ha conseguido estudiar el papel de la galectina-10 y eso puede abrir una vía completamente nueva a los tratamientos de las enfermedades alérgicas e inflamatorias.
Una nueva vía para combatir el asma
En 2019, el equipo explicaba en la revista Science que la gal-10 solo induce una respuesta inmune cuando está en el estado cristalino. En otras palabras, la proteína es inofensiva, los cristales no. Eso convierte a los cristales en "poderosos promotores de la inflamación alérgica y pueden atacarse con anticuerpos que disuelven los cristales".
Acto seguido, el equipo empezó a desarrollar una serie de anticuerpos que pudieran reaccionar específicamente contra estos cristales y disolverlos. En ello están. Sus primeras pruebas, fueron capaces de disolverlos en pocos minutos en el laboratorio y en pocas horas en el moco de los pacientes (también in vitro).
Es más, los experimentos con ratones con asma muestran una fuerte reducción de la inflamación pulmonar, de las alteraciones de la función pulmonar y de la producción de moco. Es pronto (muy pronto) para lanzar las campanas al bueno, pero ¿quién sabe si hemos encontrado una puerta que nos permita enfrentarnos de tú a tú con el asma y el resto de las enfermedades alérgicas e inflamatorias?
Imagen | Robina Weermeijer
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milguo
Interesante artículo. Hace unos años oí hablar de un estudio que había encontrado una fuerte correlación entre la presencia anormalmente alta de cierto tipo de protozoos ameboflagelados en el árbol bronquial con el asma. Esta teoría también explicaría la mayor presencia de eosinófilos. Parece ser que este tipo de protozoos son muy abundantes en la naturaleza y difíciles de detectar en el esputo por su fragilidad y su parecido a otras células ciliadas también muy abundantes. A ver si alguna de las teorías que van surgiendo abre una vía de investigación que permita la cura definitiva del asma, en vez de tratar los síntomas y convertirla en algo crónico.
samjack
Que buena noticia!! A ver si desarrollan algún medicamento efectivo al fin.
Usuario desactivado
¿Que te ha hecho el bueno para que le lances campanas? XD
Pues me parece muy interesante, creo que hoy por hoy es el campo de las alergias y enfermedades autoinmunes donde más se esta avanzando y donde más tela hay que cortar. Y esto puede ser un gran paso para tratar muchas.
zapezi
Mira que está todo cogido con pinzas, pero estas son las noticias científicas que me gustan. Lanzar una hipótesis basada en conocimientos previos o indicios para después plantear un estudio para poder demostrarlo, puro método científico. Ni que decir ya de la intención de descubrir la causa de una enfermedad, no investigar prácticamente al tun tun, para ver si suena la flauta y descubren un medicamento que funcione.
Soy consciente de lo difícil que es tomar este camino y lo poco productivo que es a corto/medio plazo, pero si seguimos sin descubrir cuales son las causas reales de las enfermedades, seguiremos condenados a sufrirlas.
saltrue
"Es pronto (muy pronto) para lanzar las campanas al BUENO, pero ¿quién sabe si hemos encontrado una puerta que nos permita enfrentarnos de tú a tú con el asma y el resto de las enfermedades alérgicas e inflamatorias?"
Madre mía... qué despropósito de redacción... entre el lenguaje que usa, el error en la frase hecha y el signo de interrogación huérfano...
victor.jara.suazo
Interesante artículo, sufro de alergias casi toda la primavera y verano, es peor que estar con un resfriado viral. Las cosas se complican cuando las reacciones alérgicas despiertan con ciertos alimentos y te llevan al baño por horas.
TOVI
Sin duda algo bueno, no todo puede ser malo.
frg92552
Muy buena noticia. La verdad es que si tienes asma lo que hacen es tratarte los síntomas pero no hay ningún remedio real y se convierte en una enfermedad crónica.
stenmark
Ojalá sea más pronto que tarde.
duwixo
¿Se puede atacar a los cristales de ácido úrico???