En 2018 el Gobierno puso en marcha la plataforma #CoNprueba, una plataforma que incluye informes sobre la validez, utilidad y riesgos de terapias médicas “alternativas” o pseudoterapias. Los veredictos de estos informes van desde lo inocuo de terapias como el taichí hasta aquellas que ponen en riesgo nuestra salud.
Ampliando la lista. El taichí es precisamente una de las ocho terapias analizadas en los últimos informes añadidos a la base de datos de los ministerios de Sanidad y de Ciencia. Las ocho terapias añadidas a la lista son la vacuoterapia, el taichí, la luminoterapia, la respiración consciente, el chi-kung/qigong, el zerobalancing, la aromaterapia y las técnicas de relajación basadas en la inducción de sensaciones corporales.
#CoNprueba. La plataforma #CoNprueba reúne distintas acciones contra las pseudoterapias. Entre estas acciones se encuentra la realización de informes de evaluación de distintas pseudoterapias y terapias “alternativas”. La plataforma también pone estos informes a disposición de quien quiera consultarlos.
Estos informes abarcan un gran número de pseudoterapias y técnicas en principio dedicadas a mejorar nuestro bienestar, como el pilates, yoga, meditación, magnetoterapia estática o la dieta macrobiótica.
El ejercicio como explicación. No todas las terapias alternativas son inútiles o peligrosas, pero es importante contextualizar sus beneficios, la magnitud de estos y de dónde surgen. Los nuevos informes señalan, por ejemplo, que el ejercicio físico puede explicar los beneficios de terapias como el taichí o el chi-kung/qigong.
No todos los informes son concluyentes. Por ejemplo en el caso de la respiración consciente se señala que no contamos con evidencias firmes y que por ello no resulte conveniente promover su uso.
Terapias peligrosas. Los análisis también detectaron terapias menos inocuas, algunas de ellas que incluso podrían poner en riesgo nuestra salud sin generar beneficio alguno. Un ejemplo de esto es el cupping o vacuoterapia. Esta pseudoterapia consiste en aplicar copas sobre nuestra piel. Estas copas se calientan con el fin de generar un vacío en su interior, haciendo una suerte de efecto ventosa.
El informe sobre esta pseudoterapia advierte que “la terapia con ventosas no se puede considerar una terapia segura debido a los riesgos inherentes por la aplicación de la técnica sobre el cuerpo humano, mayoritariamente en la vacuoterapia húmeda, y el beneficio que podrían mostrar se basa en estudios de baja calidad que no permiten sustentar su eficacia, por lo que no estaría recomendado su uso en esta indicación”.
Natural no siempre es mejor. Otro caso interesante es el de la aromaterapia, una técnica que se basa en el uso de aceites esenciales para mejorar nuestro bienestar, tanto a nivel físico como psicológico. De nuevo estamos ante una práctica cuyos beneficios no están demostrados, aunque puede utilizarse como complemento a otras terapias.
El problema surge, explica el Ministerio, ya que los aceites esenciales empleados en esta técnica, si bien son naturales, no son necesariamente inocuos. Se han llegado a describir algunos efectos adversos (leves) derivados del uso de estos.
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