Los wearables de Huawei son un auténtico bastión para el fabricante, después la caída de sus smartphones tras el veto que Estados Unidos les impuso. Han sobrevivido al golpe gracias a un sistema operativo propio, una excelente relación calidad-precio y avanzadas funciones de monitorización que se centran tanto en la salud como en el deporte. Sin embargo, detrás de estas características se esconde una fórmula mágica que Huawei sigue desarrollando en distintos lugares del mundo.
Todo empezó en 2020 con la inauguración de su primer laboratorio, y la carrera llega hasta la actualidad. Finlandia, concretamente su capital, Helsinki, es el lugar donde acaba de abrir las puertas el primer Huawei Health Lab de Europa. Lo hemos visitado y te contamos todo lo que se cuece en este futurista gimnasio.
Huawei apuesta por Europa en su tercer laboratorio de salud
Esta reciente adición al plantel de Health Labs de Huawei no es ni la primera ni la segunda, se trata del tercer laboratorio de salud. Centros de investigación y desarrollo donde la firma china ha invertido religiosamente para apostar por la mejora en la monitorización de la salud, sin olvidar el deporte. El segundo por orden de apertura es el ubicado en Songshan Lake, China, aunque a la vez es el más grande de todos.
En tierras europeas, como hemos dicho anteriormente, debuta el Huawei Health Lab de Helsinki, donde hemos estado durante unas horas para verlo en primera persona, descubrir sus instalaciones, conocer personalidades del gigante chino y vislumbrar una estrategia que va un paso más allá. Científicos, universidades, expertos en software, y toda una comunidad que se erige desde esta mezcla de laboratorio y gimnasio, equipado hasta arriba con las herramientas más precisas.
1.000 metros cuadrados y equipamiento para cubrir más de 20 disciplinas deportivas son los ingredientes de una investigación en busca de nuevas tecnologías para el deporte. ¿Qué deportes monitorizan desde allí? ¿Qué parámetros son capaces de recoger? El alto rendimiento está aquí, incluso con auténticos deportistas paralímpicos.
Fisiología, inteligencia artificial y aprendizaje automático
Las puertas del Huawei Health Lab de Helsinki se abrieron para dar paso a cinco grandes áreas de prueba, que aglutinan el número de deportes anteriormente mencionados, y en las cuales se registran más de 200 indicadores fisiológicos y biomecánicos. Estas cinco áreas comprenden desde una piscina contracorriente hasta un simulador de esquí de lo más peculiar, pasando por una cinta de correr multifuncional, una cinta de correr instrumentada y una zona de gimnasio abierta que podemos ver en la imagen inferior.
Todo este despliegue de herramientas, utilidades e instalaciones no se mueve sólo: el laboratorio cuenta con un equipo de expertos en diversas disciplinas, y seis doctores que trabajan para recopilar y registrar la información en campos científicos como la fisiología, IA, aprendizaje automático, y pruebas e ingeniería de software. Este es el caldo de cultivo de Huawei para mejorar dispositivos como el Huawei Watch GT4 -que analizamos en Xataka- y que ha dado frutos interesantes, véase el Huawei Watch D, capaz de medir la tensión arterial.
El paseo por el gimnasio muestra las máquinas donde los deportistas realizan pruebas y ejercicios cardiovasculares. No obstante, los esfuerzos de Huawei en la monitorización del deporte no sólo se cimentan en el trabajo con mancuernas, bicis estáticas o cintas de correr, sino que como hemos visto anteriormente, tocan disciplinas variopintas como la natación o el esquí. Pero antes de quedar impresionados con la pista de esquí artificial, descubrimos cómo exprimen esas cintas instrumentadas y multifuncionales.
En una sala se ubica esta cinta de correr, que podría parecer una cualquiera más allá de su amplia anchura. Sin embargo, una demostración de su funcionamiento fue suficiente para comprobar la tecnología que maneja el fabricante con sede en Shenzhen.
Inclinación ajustable, velocidad de hasta 50 kilómetros por hora, y todo el equipo extra encargado de rastrear minuciosamente el rendimiento deportivo. Es más, esta cinta está diseñada para poner a prueba la carrera de deportistas, sin importar que sea a pie, en bicicleta o incluso en silla de ruedas.
Las pantallas muestran una serie de indicadores que recogen al detalle la información, para luego ser trasladada a los profesionales del software que utilizan técnicas -familiares ya para todos- como el aprendizaje automático. La inclusión de varias disciplinas algo menos conocidas como el rollerski o cross skating, también incrementan las posibilidades de los dispositivos vestibles de Huawei, haciendo la monitorización deportiva más accesible para todos los aficionados al deporte.
Un trabajo coordinado para sacarle partido
No menos sorprendente es ver la piscina contracorriente, que consigue simular la natación en movimiento sin que lo haya. Además, ha sido diseñada para que los nadadores puedan practicar diferentes estilos, evitando incluso que tengan que parar o detenerse. Desde esta piscina de apenas cinco metros cuadrados y con un caudal de hasta 350 metros cúbicos por hora, se recopilan datos de manera contínua, que son utilizados para un exhaustivo análisis del rendimiento. Por otro lado, un sistema de cámaras con vistas desde distintos ángulos apoya todo el equipamiento que se proporciona a los deportistas.
Aquí, lo curioso, más allá de la investigación y recogida de datos, son las salidas de agua dinámicas mediante las cuales se crea un flujo que imita la corriente natural de ríos. Gracias a que este la velocidad de este flujo es ajustable, ofrece a los nadadores diferentes intensidades, algo que parece traído del futuro.
En relación a esta disciplina, el análisis que hemos mencionado incide en la observación de la técnica y el seguimiento fisiológico del deportista, y utiliza la calorimetría indirecta para calcular el gasto energético. También entra en la ecuación la medición de la cinética del gas respiratorio, empleada para determinar la intensidad adecuada, y ajustar la duración y frecuencia del entrenamiento.
El recorrido por el laboratorio se extiende hasta la pista de esquí artificial, considerado por Huawei debido a que sigue siendo uno de los deportes más populares del continente europeo, y con más sentido aún estando en suelo finlandés. Esta simulación comprende un área de 400 x 600 centímetros, con una inclinación de entre 10 y 18 grados, y contiene diversos módulos de entrenamiento interactivos, enfocados en proporcionar un entorno controlado a los esquiadores.
El sistema avanzado de entrenamiento registra a través de sus sensores parámetros como el esfuerzo utilizado en cada grupo de músculos -algo que podíamos observar en directo con una pantalla-, entre otros (velocidad, posición, datos fisiológicos).
Como nos dicen desde la firma, se enfocan en la mejora de las técnicas de esquí y en la optimización del rendimiento. Desde el punto de vista de la I+D, aportan su granito de arena al desarrollo de algoritmos, refinándolos y con condiciones consistentes.
Por último, la cinta de correr instrumentada afina la precisión en parámetros avanzados, tales como el impacto en la zancada y el equilibrio, mientras se lleva un completo registro del oxígeno, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria (usando unas máscaras) y la tensión arterial. Huawei asegura que se comparan ciertas mediciones en estos laboratorios, usando tanto lo obtenido con el propio instrumental, como lo que sus wearables consiguen medir, poniendo de ejemplo el Huawei Watch GT4.
En definitiva, este vanguardista gimnasio tiene un principal objetivo más allá de la investigación: proporcionar mejores mediciones para sus wearables. Presume de carrera en lo que se refiere a los dispositivos que vestimos, con un panel que muestra la clara orientación deportiva y de salud que han tenido estos prácticamente desde su nacimiento. Los números también cuentan, y por millones además, 400 millones de usuarios usan la aplicación Huawei Health.
En el otro lado, lo importante es el software
Todo esto que Huawei cocina a fuego lento, durante un tiempo y de manera exhaustiva, debe trasladarse a la práctica. Sobre todo, darle utilidad comercial, porque sí, seguimos hablando de un gigantesco fabricante chino que a pesar del veto estadounidense, continúa dando guerra. ¿Cómo reciben los wearables de Huawei todo el aprendizaje que se obtiene en el laboratorio? Con inteligencia artificial y aprendizaje automático, pero no pensemos que una máquina lo hace automáticamente.
Detrás del escenario principal, participan una serie de expertos en el software, como se mencionó anteriormente. Aunque la IA colabora, el algoritmo debe ajustarse y aquí entran en juego los ingenieros que trabajan para conseguir una mayor precisión, porque en este sentido, no sólo hablamos de monitorización deportiva sino también de nuestra salud.
De hecho, es el único fabricante de wearables que participa en el programa IHI (Innovative Health Initiative) de la Unión Europea, cuya meta es la investigación en el campo que une a la IA con las enfermedades cardiovasculares. Además, formará parte del iCARE4CVD, un proyecto que busca mejorar la gestión de enfermedades cardiovasculares crónicas, proporcionando sus propios wearables.
Huawei nos ha enseñado cómo trabaja para mejorar la precisión de la información que proporcionan los dispositivos que muchos usuarios utilizamos en nuestro día a día. El avance y la investigación de áreas relacionadas los permite seguir evolucionando, y quién sabe si en un futuro próximo podrían ser nuestro médico particular, e incluso nuestro personal trainer. Desde luego, información no les faltará.
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