¿Me voy a cargar mi Motorola Razr de abrirlo y cerrarlo tantas veces? Es una pregunta lógica, y en CNET han querido responderla realizando una prueba de resistencia en la que un robot no paraba de abrir y cerrar este móvil con pantalla flexible y plegable.
El resultado ha sido inquietante: la bisagra del Motorola Razr empezó a fallar tras unas 27.000 aperturas y cierres, una cifra muy corta teniendo en cuenta que un estudio revelaba en 2017 que los usuarios consultan sus móviles unas 80 veces al día. Con ese ritmo, el Razr podría presentar problemas durante el primer año de uso.
El Galaxy Fold demostró ser mucho más resistente
La prueba se realizó en una máquina llamada apropiadamente FoldBot ("Robot doblador", en una traducción libre) fabricada por SquareTrade. Los responsables de CNET grabaron una sesión continua que esperaban durara más de 12 horas, que al ritmo que el robot abre y cierra el dispositivo hubiera dado como resultado las 100.000 aperturas y cierres que se habían esperado conseguir.
A las cuatro horas el Razr falló.
Lo hizo tras cerca de 27.000 aperturas y cierres, una cifra no demasiado destacable para un dispositivo que precisamente basa buena parte de su atractivo en esa pantalla flexible y plegable. En CNET indican que el robot encontraba cierta resistencia a cerrar el dispositivo del todo, como si la bisagra se resistiese a ello.
El dato contrasta con las casi 120.000 aperturas y cierres que aguantó el Samsung Galaxy Fold en la misma prueba hace meses, y parece preocupante para un dispositivo móvil que no es barato y que si abrimos y cerramos mucho durante el día podría presentar problemas en el primer año de uso según los datos de CNET.
La prueba no es definitiva ni concluyente, pero sí vuelve a plantear dudas sobre si este tipo de dispositivos podrán competir con los smartphones tradicionales que no corren ese riesgo.
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