Cuidado, Apple. Lo de poner todas tus manzanas en la misma cesta comienza a ser peligroso. En el anuncio de los resultados financieros para el tercer trimestre fiscal de 2014, una cosa quedó patente: el iPhone sigue marchando bien. Por ahora.
En esa buena marcha hay un país clave: China. El acuerdo al que Apple llegó con China Mobile le ha permitido crecer de forma saludable en el gigante asiático, que confirma ese hambre voraz por los dispositivos de Cupertino que ya parece bastante aplacada en el resto del mundo. El margen de maniobra de Apple es en mi opinión cada vez más limitado, y la carrera hacia un iPhone de mayor tamaño podría acabar canibalizando a los iPad que tantas alegrías les han dado.
Apple y la diversificación (o la falta de ella)
Los resultados presentados por Apple hace unas horas hablan muy bien de la salud de un iPhone que sigue vendiéndose como rosquillas. 35,2 millones de ellas durante los tres últimos meses que acabaron el 31 de junio, para ser más exactos. La dependencia en ingresos del iPhone es clara, y los últimos siete trimestres fiscales la cuota de ingresos del iPhone ha oscilado siempre entre el 51 y el 57%.
Al iPhone, por lo tanto, no parece haber quien le tosa en Apple, pero no ocurre lo mismo con sus iPad, una cuestión sobre la que ya reflexionamos en Xataka con aquel "Apple y la impaciencia" en el que analizábamos las ventas y la proyección de los tablets de Apple. Las conclusiones entonces eran claras, y el descenso de ventas se ha vuelto a confirmar en este trimestre con un 9% de reducción con respecto a las ventas de iPad en el mismo periodo del año anterior.
En ese descenso influye desde luego un trimestre algo más flojo en ventas tradicionalmente -muchos usuarios esperan ya a descubrir qué anunciará Apple en otoño-, pero también un hecho que cada vez más parece condenar a los tablets (y no solo a los de Apple): el auge de los phablets o smartphones con grandes pantallas.
El usuario ante la dicotomía ¿phablet Apple, o tablet Apple?
Tal es la relevancia de estos dispositivos que parece ya seguro que Apple ofrecerá dispositivos que den un salto notable en su diagonal. Se habla de dos modelos con diagonales de 4,7 y 5,5 pulgadas, y aunque evidentemente dichos modelos probablemente garanticen el éxito de los iPhone durante otra temporada, quizá acaben haciendo que los iPad (sobre todo los mini) sean más y más irrelevantes.
Se puede vislumbrar ese peligro en la gráfica que encontráis aquí encima. Las proporciones de ingresos se han mantenido más o menos estables durante los últimos trimestres, pero si hay un cambio que parece sostenido es el de la cada vez menor relevancia de la cuota del iPad en esos ingresos. De un 20% a principios de 2013 hemos pasado a un 16% actual, y ninguna otra división de Apple tiene esa tendencia excepto, claro está, la de los iPod -que sorprendentemente (al menos para mi) siguen vendiéndose bastante bien-.
¿Qué pasará si Apple introduce, como parece, esos iPhones de gran formato? Pues la lógica nos dice que las ventas de los iPad caerán de forma más pronunciada. ¿Para qué necesito un tablet, cuando el teléfono ya me resuelve la papeleta?
Esa es la pregunta que muchos usuarios se están haciendo actualmente: el ciclo de renovación de los tablets es más largo, mientras que por ahora el smartphone sigue siendo el producto perfecto para Apple. Con él obtienen los mayores beneficios y es el gran impulsor de otros negocios como el de los accesorios, la tienda de aplicaciones y, por supuesto, su plataforma iTunes que en algún momento (esperemos) debería dar un salto importante tras la adquisición de Beats Music.
De cestas y huevos
Lo decíamos al principio: Apple parece atar su éxito cada vez más a un solo producto, y esa falta de diversificación -algo que Apple y sobre todo Jobs han defendido a capa y espada- podría ser muy peligrosa en los próximos trimestres. A Apple pueden acabársele los cartuchos en renovación de sus gamas clásicas mientras esperamos esa próxima gran disrupción.
¿Qué disrupción es esa? ¿El smartwatch, la domótica, la salud? Si lo supiera no estaría aquí escribiendo esto, claro: estaría montando mi propio chiringuito. Y probablemente Apple tampoco lo tenga claro, pero de lo que sí deben haberse dado cuenta es de que a sus tablets se les acaba poco a poco el fuelle (vale, muy poco a poco, pero se les acaba) y que esa dependencia del iPhone es peligrosa.
Sobre todo, cuando Apple parece que tiene claro que otros tienen algo que ella no tiene pero no reacciona, o no lo hace de la forma que muchos esperaríamos. La mayor diagonal es solo parte de la ecuación: muchos suspiran por un iPhone más modesto y barato que permita el acceso al ecosistema Apple a usuarios con menor poder adquisitivo. Y Apple sigue negándose. Y eso hará que se le escapen cientos de millones de nuevos usuarios. Puede que milesde millones.
Ya que tienes todos los huevos en la misma cesta, por lo menos trata de que la cesta sea grande. Digo yo.
Imagen | Karlis Dambrans en Flickr | Morid1n en Flickr
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