Hace unas semanas os contaba cómo veía que iba a estar el tema de la cuantificación en Quién, cómo y qué se va a cuantificar en 2014. Pues tan efervescente está el segmento que me toca hablaros de nuevo de la cuantificación, aunque esta vez orientada a su verdadero futuro: la salud.
Sin que hayamos cerrado el primer cuarto de año, ya se ve claro que la actividad física y el cuidado de la salud es el camino que ha escogido la industria de la electrónica de consumo para dar sentido a los weareables. Más que su conexión con el smartphone. Ahora llevamos apenas un par de sensores en smartphone o pulseras, pero el futuro viene cargado de ellos y cuantificar ya no será un juego.
Cuantificar la salud no es nuevo, pero ahora sí accesible y casi invisible
Para encontrar weareables o dispositivos más o menos vestibles para monitorizar nuestra salud no es necesario acudir a un hospital. BodyMedia lleva desde 1999 comercializando pulseras - nada discretas por otro lado - para tener información de algunas variables de la salud de quien las lleva en el brazo o muñeca.
Sus sensores van más allá de un simple podómetro y miden por ejemplo si estamos sudando, la temperatura de nuestra piel o el calor que desprendemos. El sistema usa esos datos para determinar no solo si estamos haciendo ejercicio, sino la intensidad del mismo y poder ajustar así de forma más precisa qué calorías estamos quemando en cada momento.
Los sensores de BodyMedia han sido de los primeros que han contado con el beneplácito de la Food and Drug Administration (FDA). Y su tecnología es muy jugosa, hasta el extremo de que hace unos meses la empresa fue adquirida por Jawbone por 100 millones de dólares.
Esa capacidad de medir diferentes parámetros de nuestra actividad y salud dio el año pasado un salto hacia el mercado de consumo y ahí seguimos. Curiosamente una de las marcas de electrónica más asociadas con el tema de la salud ha sido siempre Philips. De hecho, su foco está concentrándose casi exclusivamente en ese segmento de futuro. Por ahora no han realizado aproximaciones destacadas para la cuantificación, algo que me extraña, pero sí que nos han dejado pinceladas en forma de sus luces Wake-Up para mejorar el despertar y optimizar el descanso.
Withings, el pionero que va paso a paso
Si nos tenemos que referir a una marca conocida de electrónica de consumo y que ha nacido y crecido en torno a la cuantificación y la salud, ésa es WiThings. Ya en 2009 fue de las primeras en conectar un elemento de medición relacionado con la salud (una báscula) a Internet mediante WiFi, y asociar esas mediciones de peso a una aplicación y servicio web desde donde llevar el control sencillo de nuestro peso.
El modelo más actual ha mejorado todavía más y además de peso y composición corporal, es capaz de indicarnos la frecuencia cardíaca cada vez que nos subimos a la báscula y mantener un registro de ese parámetro de una forma natural y sencilla. También se ha independizado del ordenador y podemos tenerla simplemente conectada al smartphone vía Bluetooth.
Otro extra que incluye la última versión es un medidor de la calidad del aire (temperatura y dióxido de carbono) con los que elabora curvas con esos niveles y los umbrales clave para avisarnos de cuándo es recomendable airear la habitación.
Pero el peso no es lo único que Withings quiere medir. Ya en 2011 se atrevió con un tensiómetro asociado a un iPhone, el año pasado presentó su cuantificador personal de actividad Pulse (puedes leer nuestro análisis del equipo) y esta primavera debería llegar una de sus grandes apuestas: un cuantificador del sueño.
Withings Aura será su producto más ambicioso hasta la fecha, y constará de un sensor avanzado para medir nuestro sueño y una lámpara de luz y sonido para despertarnos. Hasta hora, las aproximaciones más comunes a la hora de medir nuestro sueño han sido las pulseras que por medio de acelerómetros tenían en cuenta nuestros movimientos para "decidir" si estábamos despiertos o dormidos, y en el segundo caso, si pasábamos por fase de sueño profundo o ligero.
El sensor del Withings Aura es más completo. Se coloca debajo del colchón y es capaz de medir tanto los movimientos durante la noche como los ciclos respiratorios y frecuencia cardíaca. Esto se debería traducir en una información más precisa y ajustada a la realidad de cómo dormimos.
Luego tenemos, además de la aplicación, una lámpara para colocar junto a la cama y cuya tarea es doble. Por un lado incluye sensores para controlar la temperatura de la habitación, el nivel de luz y la contaminación acústica, y por otro actúa como elemento despertador inteligente. Dependiendo de nuestro historial de sueño registrado, se encarga de despertarnos recurriendo a la luz y el sonido asociados a programas que la compañía dice han sido validados científicamente para optimizar el descanso.
iHealth: todo un arsenal de tecnología al servicio del control de la salud en casa
Hasta que el smartphone o weareable definitivo llegue al mercado aunando tal cantidad de sensores que no seamos capaces de escapar de ellos, los parámetros "complejos" pero medibles relacionados con nuestra salud se valen de diferentes dispositivos individuales. Y la compañía iHealth los tiene casi todos ya disponibles.
En su catálogo, que ahora llega a España, están involucrados 300 ingenieros, y nos encontramos con accesorios clásicos que se conectan al smartphone vía bluetooth, como un tensiómetro de antebrazo o de muñeca así como básculas WiFi que miden peso, índice de grasa corporal, masa múscular y nivel de agua entre otros.
Más cercanos a los dispositivos vestibles tenemos el monitor AM3, una pulsera cuantificadora clásica que mide distancia, calorías o sueño, y especialmente los medidores avanzados iHealth BG5-KIT, un glucómetro inalámbrico que mide el nivel de azúcar en la sangre, avisa de las tomas de insulina y transmite los resultados al smartphone, y P03, que mide oxígeno en sangre con técnicas no invasivas.
Samsung y su ecosistema S Health
Comenzó como una aplicación secundaria pero tras la presentación del Samsung Galaxy S5 y muy especialmente el reloj Gear Fit, el ecosistema S Health de Samsung ya podemos considerarlo como importante en el segmento del fitness y el cuidado de la salud.
Si hasta la salida del Galaxy S5 y su rediseño, el sistema S Health apenas nos aportaba datos de distancia recorrida y algo de nutrición, la nueva versión incluye muchos más parámetros que nos trasladan a un entorno de control y gestión de nuestra actividad y salud a diario, con planes para aumentar el tiempo que dedicamos al ejercicio o control del peso con retos y propósitos a los que nos ayudará a llegar la cuantificación diaria.
A nivel de hardware, la novedad más reseñable la encontramos en el sensor de pulso integrado tanto en el Samsung Galaxy S5 como en el Gear Fit. Y no parece que vayan a ser los últimos dispositivos de Samsung para cuidar de nuestra salud, pues una S Band más sencilla, sin pantalla OLED y económica está en camino.
Otras marcas de electrónica de consumo clásicas mantienen también abierta una puerta a la unión de pulsera, smartphone y aplicación. Por ejemplo, Sony ya tiene en el mercado su SmartBand asociada en su caso con una aplicación no exclusiva de salud sino social, donde queda integrado absolutamente todo lo que hacemos cada día.
Las aplicaciones tienen todo que decir
Sí, ya sé que el cuidado de la salud no es algo nuevo. Las aplicaciones, especialmente en el entorno iOS, y los servicios web, han estado presentes desde hace tiempo. De hecho, si actualmente te cuantificas, relacionar aplicaciones con tu dispositivo o sistema preferido es algo recomendable pues en muchos casos se complementan. Y de hecho las diferentes marcas como Fitbit o Withings te brindan la oportunidad de hacerlo de forma sencilla con una sección exclusiva para esas aplicaciones y servicios con los que su sistema se lleva bien. También otro nicho relacionado con las aplicaciones es la competición y lo social.
Podemos encontrar fácilmente aplicaciones para gestionar y llevar un control de diferentes facetas, desde deportivas o sueño hasta las puramente médicas como presión sanguínea o niveles de glucosa en sangre. El objetivo de esta nueva oleada con las principales marcas de electrónica de consumo a la cabeza busca simplificar la gestión de todos esos datos y en el futuro, que no muchos dispositivos nos permitan cuantificar esos valores.
¿Esperamos a Apple?
El invitado que falta para completar la foto y fórmula de este negocio en los próximos años es Apple. Me extrañaría que un negocio que se va a abrir camino y que será importante a medio plazo no fuera abordado por la empresa de Cupertino. Y en esa línea van las pistas que vemos por el camino.
Desde 9to5Mac nos adelantan el proyecto Healthbook, la apuesta en la que están trabajando a nivel interno en Cupertino de cara a una posible llegada con iOS 8 y puede que un nuevo iPhone con más sensores que el M7 y los típicos acelerómetros.
HealthBook se posiciona ahora mismo y en base a la recreación de las capturas que dicen haber visto en la realidad, como una aplicación fuertemente integrada en el sistema operativo que aunaría información recogida por el propio iPhone e imaginamos que accesorios compatibles, datos que deberíamos introducir a mano y posiblemente información de aplicaciones de terceros.
Esa interfaz de fichas de salud y estado de forma incluiría información muy amplia y variada. Podemos diferenciar entre sangre, pulso, hidratación, presión sanguínea, actividad, nutrición, azúcar en la sangre, sueño, ritmo respiratorio, saturación de oxígeno y peso.
Con toda esa información es lógico pensar que Apple tenga en mente acompañar la salida de la aplicación con algún dispositivo cuantificador y que se lance a colocar en el mercado un estándar propio para facilitar a fabricantes de accesorios el llevar la información de nuestra salud directamente a la aplicación. Si hay una marca que sería capaz de aunar alrededor suya un gran ecosistema de estos accesorios de salud y forma física, no dudéis de Apple.
¿Nos tomamos ya en serio la cuantificación? Yo apostaría a que sí.
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