¿Qué precio se le puede poner a la exclusividad? No lo sabemos. Probablemente, ni nosotros ni nadie. Para muestra este Bugatti Chiron Super Sport 'Red Dragon', una versión única del hiperdeportivo francés encargada por un conductor de Singapur.
Aunque, en lugar de "conductor", quizás deberíamos decir "millonario". No tenemos pruebas pero tampoco dudas. Más que nada porque el Bugatti Chiron Super Sport parte de los 3,2 millones de euros. Hablamos del "básico". En la calle diríamos que por 3,2 millones de euros "te dan las ruedas y el volante". Nada de ediciones especiales llamadas 'Red Dragon'.
Pero, ¿qué es el dinero cuando se quiere celebrar la felicidad y la buena fortuna? Porque, repetimos, ¿se le puede poner precio a la exclusividad? Bugatti, evidentemente, lo ha hecho y le habrá pasado la factura al nuevo propietario de esta joya.
Pero, personalmente, yo creo que hay algo que se tiene claro desde que se tiene contacto con un trabajador de Bugatti y se le dice "mira, quiero un Bugatti Chiron Super Sport, pero no uno de esos que compra cualquiera. Quiero uno especial, quiero uno exclusivamente para mí. Quiero un 'Red Dragon". Lo que se tiene claro es que el dinero no da la felicidad. Al menos, tenerlo en el bolsillo. Lo que da la felicidad es tener ese Bugatti que tanto quieres.
Hay cosas que el dinero no puede comprar. La felicidad, por ejemplo. Y a este cliente se la ha dado su Bugatti Chiron Super Sport 'Red Dragon'.
La exclusividad de lo más exclusivo
Una edición de un Bugatti Chiron Super Sport es algo casi único. Para hacernos una idea, cuando se anunciaron ya se dejaron dos cosas muy claras: se fabricarían 30 unidades y cada una tendría un precio de partida de 3,2 millones de euros.
¿Mucho o poco? Pues allá cada uno. Lo cierto es que debajo del capó de este Bugatti se esconde el famoso W16 de la compañía. Un motor que va a decir adiós muy pronto y que es una auténtica obra de arte, con sus dos bloques V8 construido a partir de 3.712 piezas. Es como comprar una obra de arte de un escultor que ya ha anunciado que se retirará muy pronto.
El nuevo dueño tendrá problemas para sacarlo de casa, como viva en una zona relativamente céntrica del Singapur. El Bugatti Chiron Super Sport se olvida de cuánto acelera de 0 a 100 km/h para registrar, directamente, su paso de 0 a 200 km/h en 5,8 segundos y hacer el 0-300 kmh/h en 12,1 segundos. Su velocidad punta: 439 km/h.
Todo ello lo consigue gestionando sus 1.600 CV de potencia total y 1.600 Nm de par motor. Son 100 CV más de los que tenía el resto de la gama Chiron, que quedó eclipsada con el anuncio de este nuevo modelo. Desde Bugatti tienen claro que han creado este modelo "específicamente para las altas velocidades". De eso le puede dar clases al nuevo dueño aquel conductor de un Bugatti Chiron que fue cazado por un radar en Bélgica a 388 km/h.
Pero eso lo tendrá cualquier Bugatti Chiron Super Sport que salga a la calle. Lo que no tendrá es el particular tono rojo de la carrocería que brilla con luz propia. Este tono se combina con la fibra de carbono terminada en un negro "Nocturne", en palabras de la compañía.
Las llantas de cinco radios también están creadas para este vehículo y en el interior se combina el rojo en las inscripciones con el lienzo en blanco que representan los asientos y todo el tapizado interior. Además, se han añadido algunos otros detalles exclusivos con bordados para recalcar que estamos ante una edición especial.
Una edición especial donde destaca, como decíamos, el color rojo. El color del dragón rojo, que en China se asocia con la "felicidad" y la "buena fortuna". Dos conceptos que se han querido recalcar en un hyperdeportivo único que, suponemos, habrá superado con creces los 3,2 millones de euros de los que antes hablábamos.
Igual, teniendo en cuenta que el coche irá destinado a Singapur, casi nos parece más caro un Toyota Yaris por 120.000 euros.
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Fotos | Bugatti