Nuevo competidor en la carrera del coche de hidrógeno, uno que asoma al otro lado del Mediterráneo. Rabat ha decidido apostar con fuerza por la automoción de factura propia, "made in Marruecos", y la pugna por los vehículos de hidrógeno, la gran esperanza de la movilidad para quienes miran con escepticismo la autonomía limitada y los extensos tiempos de recarga que exigen los eléctricos. Prueba de que el reino alauita va en serio en su apuesta es que le ha dado rango de asunto de Estado, con ceremonia incluida encabezada por el rey Mohamed VI.
Eso y que no parte de cero.
¿Qué ha ocurrido? Que Marruecos ha decidido apostar por lo que en Rabat definen ya como automoción "made in Morocco", una que más allá del músculo desarrollado en el país por multinacionales como Stellantis o Renault-Nissan. Y ha querido hacerlo respaldando dos proyectos: el de Neo Motors y NamX. La primera es una empresa de capital marroquí que aspira a fabricar 27.000 unidades al año. La segunda, una firma en la que ha participado talento marroquí y dispone de un prototipo de vehículo de hidrógeno que esperar comercializar ya en 2025.
Una puesta de largo a lo grande. En el movimiento de Marruecos importan tanto el fondo como las formas. La presentación de ambos proyectos se acompañó de una ceremonia por todo lo alto, con prototipos incluidos, celebrada en el Palacio Real de Rabat y encabezada por Mohammed VI. De la cita se hicieron eco tanto la web del Reino de Marruecos como la Agence Marocaine de Presse (MAP).
"La presentación al rey del coche de Neo Motors y del prototipo de vehículo de hidrógeno de NamX subraya la voluntad del soberano de alentar y promover las iniciativas empresariales nacionales pioneras y las capacidades creativas", recoge el comunicado de MAP que publica la web del Reino de Marruecos. En él se incide además que ambos proyectos servirán para "consolidar la posición" del país africano "como plataforma de producción automotriz competitiva".
¿Qué es Neo Motors? Una de las protagonista de la presentación. Rabat la define como "la primera marca marroquí de vehículos de consumo", una firma de capital marroquí que ha establecido una unidad industrial en Ain Aouda, una urbe situada en la zona suburbana de Rabat, para fabricar coches orientados al mercado local y la exportación. Su objetivo —precisa la agencia MAP— es producir cerca de 27.000 unidades anuales y contribuir al desarrollo: su tasa de integración local será de hecho del 65% y prevé una inversión de 156 millones de dirhams —equivalente a 14,3 millones de euros— y la creación de 580 empleos.
De momento ha logrado que la Agencia de Seguridad Vial le conceda la homologación de su primer vehículo y poner en marcha la preproducción. La inauguración de la nave se prevé ya para junio. "Este proyecto, que dará lugar a la primea marca de automóviles de gran consumo de Marruecos, está impulsado por la experiencia nacional. Se basas en el ecosistema de proveedores locales", anota.
La carrera del hidrógeno. Neo Motors no es la única firma que ha captado la atención de Rabat. La otra protagonista fue NamX, un nombre no del todo nuevo en el sector de la automoción. La empresa ya se había dado a conocer hace un año en Italia y, más tarde, en octubre, durante el Salón de París. Fundada por Faouzi Annajah y Thomas de Lussac, se reivindica como una compañía afroeuropea líder en los vehículos SUV premium de hidrógeno. Su modelo destaca por su depósito fijo, que se combina con seis cápsulas extraíbles que facilitan el abastecimiento.
Rabat ha querido resaltar el vínculo de la compañía con Marruecos. Y si bien reconoce que el prototipo se ha diseñado en colaboración con la firma italiana Pininfarina, el interior es fruto de "talentos marroquíes". "Este proyecto piloto sitúa a Marruecos en la dinámica mundial actual d desarrollo de nuevas formas de transporte que combinen eficacia y respeto por el medio ambiente", señala MAP, que recuerda que tanto el director de Neo Motors como Annajah, presidente y fundador de Namx, han recibido la distinción Wissam Al-Kafaa Al-Fikria.
Una apuesta bien calibrada. El movimiento de Rabat está bien medido y conecta con políticas que lleva tiempo aplicando. La principal es su apuesta por la automoción, lo que le ha permitido captar el interés de Stellantis, Renault-Nissan o incluso BYD y consolidarse como un país clave en el sector dentro de África. Sky News Arabia ha llegado a situarlo en 2022 como el primer país del continente en fabricación de automóviles y la automoción es ya su principal sector exportador, por delante del agroalimentario. NewsWireNGR lo ubica por debajo de Sudáfrica en producción, pero igualmente a la cabeza de África en exportaciones.
Con ese telón de fondo, el país no ha dudado en buscar alianzas para impulsar nuevas tecnologías, como el vehículo de hidrógeno o los eléctricos de batería. La firma marroquí-británica Atlas e-Mobility Group, con sede en Londres, acaba de anunciar de hecho que presentará el primer BEV diseñado y fabricado en África y plantea construir fábricas en el país. Otra de sus apuestas es además la energética, campo en el que también ha avanzado: ya ha dado los primeros pasos para la producción de hidrógeno verde y ha logrado importantes alianzas.
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