Alemania ha dejado de conceder, de la noche a la mañana, las ayudas a la compra para coches eléctricos. El país de Europa donde más coches de este tipo se venden elimina todo tipo de subvención a la compra, como consecuencia de unas duras negociaciones políticas y la intermediación de los tribunales. Queda por ver cuál será ahora la reacción del mercado.
A pesar de que Alemania planeaba que 2024 fuera el último año de ayudas a la compra de coches eléctricos, todo se ha adelantado de forma repentina. Sin apenas tiempo para reaccionar, desde el Gobierno alemán se ha anunciado que el 17 de diciembre fue el último día para presentar las solicitudes que dan derecho a una ayuda para comprar un vehículo eléctrico.
Es decir, quien la semana pasada hubiera acordado que hoy firmaría la compra de un coche eléctrico se ha encontrado con la desagradable noticia de que no va a contar con una ayuda que contemplaba la adquisición de coches de hasta 65.000 euros. Y es que, en 2024, la compra de un coche eléctrico en Alemania se iba a reducir pero contemplaba una aportación de 4.500 euros para automóviles de hasta 40.000 euros y de 3.000 euros para los vehículos con precios entre 40.000 y 65.000 euros.
A estas ayudas hay que añadir que el fabricante estaba obligado a colaborar en la subvención. Para los coches de hasta 40.000 euros tenían que rebajar el precio al cliente en 2.250 euros, por lo que el ahorro alcanzaba un máximo de 6.750 euros. Para el escalón superior, el descuento debía ser de 1.500 euros, quedando en 4.500 euros de ayuda final.
El desencadenante del fin inmediato de las ayudas ha sido la negociación para sacar adelante los presupuestos del país. El Tribunal Constitucional de Alemania ha impedido mediante una sentencia que se traspasaran fondos, que originalmente fueron adjudicados a luchar contra la pandemia de Covid-19, a una partida para la transición energética.
Esto ha provocado la retirada de 60.000 millones de euros del Fondo para el Clima y la Transformación. Sin este dinero disponible, el Gobierno ha decidido cesar de inmediato las ayudas, pues aseguran que no hay dinero suficiente para seguir admitiendo solicitudes. Ahora, el presupuesto para este Fondo debe ser rediseñado pero contará con mucho menos dinero.
Consecuencias inesperadas
Como era de esperar, la decisión del Gobierno ha levantado las críticas de buena parte del sector. Desde las asociaciones de fabricantes apuntan a que es una malísima noticia para el sector, calificando al movimiento de "decisión equivocada", alegando que en tiempos de crisis es todavía más complicado que el consumidor pueda acceder al coche eléctrico.
Desde la asociación ADAC, que recoge los intereses de los conductores, apuntan a que serán los coches pequeños y de gama media los que más sufrirán con el recorte de las subvenciones. Recogen, además, que desde 2016 se ha subvencionado la compra de 2,23 millones de vehículos, de los cuales 1,43 millones de coches eran completamente eléctricos.
Ferdinand Dudenhöffer, experto en automoción, ha pronosticado para el Handelsblatt "un frenazo a la electromovilidad", quedando sin cerrarse entre 90.000 y 200.000 compras de coches eléctricos el próximo año. Entre enero y noviembre, señalan en el artículo, se matricularon 470.000 vehículos eléctricos. Se esperaba que las cifras, que ya representan una cuota de mercado cercana al 20%, pudieran incrementarse en 2024, ante el fin programado de las ayudas.
Carina Konrad, vicepresidenta del grupo parlamentario del FDP, sin embargo, ha emitido una clara sentencia sobre el fin de las subvenciones a la compra de coches eléctricos: "Deberíamos dirigir nuestros recursos a áreas que fortalezcan nuestra economía y reduzcan la carga para la población trabajadora y la industria, en lugar de dar privilegios a los compradores de automóviles individuales".
La noticia llega en un momento delicado para el fabricante europeo. En 2022, Tesla fue la firma que más coches eléctricos colocó en su mercado, con los Model Y y Model 3 liderando la lista de ventas. Este año, sin embargo, Volkswagen había conseguido acercarse mucho a los de Elon Musk, con el ID.4 e ID.5. Pese a ello, seguían por detrás.
Hasta ahora, Tesla siempre ha presumido de que puede seguir estrechando los márgenes de beneficio de sus automóviles, favoreciendo las ventas por volumen. Sin embargo, Volkswagen se encuentra en una situación muy delicada y ha llegado a parar algunas líneas de montaje para ajustar la producción a la demanda actual de vehículos eléctricos.
Y a esto hay que sumar el desembarco continuo de fabricantes chinos. Estas empresas no han conseguido todavía hacerse con un hueco en el mercado alemán pero sí han dejado claro que pueden vender sus vehículos a un precio sensiblemente inferior a sus rivales. A falta de decisiones definitivas por parte de la Unión Europea, estos fabricantes pueden encontrar el contexto propicio para hacer daño en la gama baja y media.
Queda por ver cómo reacciona el mercado a la retirada inmediata de las ayudas. De momento, quien tuviera los papeles ya firmados sí recibirá la financiación pero quien tuviera apalabrada, sin haber firmado, la compra el pasado viernes, se ha encontrado este fin de semana con la negativa gubernamental.
Foto | Volkswagen
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