Alemania era la referencia en el coche eléctrico. Ahora sus concesionarios los venden a pérdidas y no quieren ni verlo

  • Según Auto Motor und Sport, el 80% de los concesionarios venden a pérdidas su stock

  • El 70% de ellos no aceptan el coche eléctrico como parte de pago para una nueva compra

Erik Mclean Ulqe9rnwxhq Unsplash
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Entre enero y junio de 2024 se han vendido en España 25.141 coches eléctricos, según datos de ACEA. En ese mismo periodo, en Alemania se han colocado en el mercado 184.125 automóviles de este tipo, con una cuota de mercado del 14,6%. Una cifra que en España apenas se queda en un 5,4%.

Nada parece indicar que sean malas cifras. Y, sin embargo, son malísimas. Porque la caída de coches vendidos en los seis primeros meses del año en Alemania alcanza el 16,4%. En el mismo periodo, en 2023, Alemania colocó en el mercado  220.244 coches completamente eléctricos y su cuota de mercado superó el 18% en el mes de junio del año pasado. Las ventas iban lanzadas.

Pero a finales de 2023, una mera cuestión burocrática dejó sin ayudas las ventas al coche eléctrico. Aunque la estrategia pasaba por reducirlas poco a poco y ya se planteaba una rebaja en 2024, el coche eléctrico se quedó sin ningún tipo de apoyo gubernamental de la noche a la mañana.

No se venden y son un problema para los concesionarios

El devenir del mercado en los próximos meses era crucial. Las ventas, que no parecían tener techo, se frenaron poco a poco hasta caer severamente en los últimos meses.

Parte de los potenciales clientes de coches eléctricos han retrasado sus compras u optan por opciones menos ambiciosas, como los híbridos enchufables, tecnología que ha subido un 13,3% sus ventas en Alemania pero que, con todo, sigue muy lejos de los coches eléctricos.

Con el objetivo de paliar la caída y dar salida a los coches eléctricos en stock, las marcas empezaron a hacer enormes rebajas de precios. Kia, Stellantis, Mercedes, Audi o Volkswagen fueron algunos, a los que se sumó Dacia, Volkswagen o Tesla, quienes incluso sumaron una financiación del 0% a la venta de sus vehículos.

Pero las consecuencias, meses después, siguen dejándose notar. Según Auto Motor und Sport, el 80% de los concesionarios alemanes están perdiendo dinero con la venta de los coches eléctricos que tienen en el almacén. Los fuertes descuentos están haciendo que vendan sus coches a pérdidas, solo con el objetivo de poner algo de tapón a la herida sangrante.

La poca confianza en el coche eléctrico se está dejando notar, incluso, en otro de los negocios de los concesionarios. El medio alemán recoge que el 70% de los concesionarios no admiten los coches eléctricos como parte del pago de un coche nuevo porque les cuesta obtener dinero cuando quieren ponerlos de nuevo en el mercado.

De hecho, el precio del eléctrico de segunda mano se ha desplomado en Alemania y se pueden llegar a ver automóviles eléctricos un 10% más baratos que su equivalente en gasolina. Un problema, el de la segunda mano, que hace tiempo que se repite en el coche eléctrico.

El mercado se encuentra en una situación muy complicada. Está claro que Alemania está interesada en el coche eléctrico (sigue siendo el país de Europa que más coches de este tipo vende) pero el comportamiento de los clientes ha entrado en la misma rueda que en otro tipo de mercados, como el español.

Algunos clientes se muestran cautelosos pues, con las promesas de mayores autonomías y precios más competitivos, dar el salto al coche eléctrico puede verse como invertir en una tecnología que rápidamente puede quedarse obsoleta. A esto hay que sumar la paradoja de la guerra de precios. Si el cliente ve que el fabricante vende el mismo producto miles de euros más barato, seguirá esperando que bajen de precio. Unos no compran y los otros no consiguen dar salida al automóvil ni rebajando su precio.

Y a todo lo anterior hay que sumar el colapso de coches eléctricos de segunda mano que se está produciendo en el mercado. Los rápidos avances en la tecnología están llevando a que la venta de este tipo de vehículos como usados se resienta sensiblemente, lo que está tirando los precios. De hecho, grandes alquiladoras como Hertz se están replanteando su estrategia de compra, ya que les ha costado dar salida los vehículos que pasaban por sus manos.

Foto | Erik Mclean

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