Tesla está cambiando en poco tiempo la importancia de sus supercargadores. Tras más de una década con un estándar cerrado y donde solo sus coches eléctricos podían utilizarlo, a finales del año pasado decidió permitir a otros fabricantes apuntarse al carro. Lo sorprendente es que en pocos meses los principales nombres de la industria estadounidense han apostado por el sistema de Tesla.
Tras Ford, ahora es General Motors. Si hace una semana hablábamos de cómo Ford se ha aliado con Tesla para utilizar su extensa red de supercargadores, ahora es otro gigante el que ha anunciado su intención de utilizarlos. Se trata de General Motors, quien adoptará el estándar NACS de Tesla, según han anunciado Elon Musk y Mary Barra.
NACS se convierte en el principal sistema de Estados Unidos. Con este movimiento, el sistema NACS ha pasado en menos de un año de ser un estándar cerrado a ser el sistema adoptado por tres de los mayores fabricantes de coches de Estados Unidos.
Un sistema de recarga único que facilitará considerablemente las cosas a quienes tengan un coche eléctrico de alguna de estas marcas. Entre Tesla, General Motors y Ford suponen el 70% de las ventas de coches eléctricos en Estados Unidos.
A partir de 2024. Es la misma fecha que la pactada con Ford. A partir de 2024, tanto los clientes de General Motors como los de Ford podrán aprovechar los más de 12.000 supercargadores de Tesla en Estados Unidos y Canadá.
Mientras los cargadores CCS alcanzan un máximo de 500 kW, los de Tesla son capaces de entregar 900 kW. Los actuales clientes necesitarán un adaptador para poder acceder a estos puntos, un accesorio que ofrecerán los propios fabricantes que se han aliado con Tesla.
A partir de 2025, los coches eléctricos de General Motors y Ford ya vendrán equipados por defecto con cargadores compatibles con NACS.
Un desafío para el estándar CCS. El Combined Charging System (CSS) fue creado entre productores alemanes y norteamericanos. Dentro de este existe el Combo 1 para EEUU y el Combo 2 para Europa. Aquí es el estándar que se ha impuesto, pero el plan de Tesla pasa por invertir en su propia infraestructura. Y ahora ha conseguido dos importantes aliados.
El caso es que desde la Administración Biden, en un intento por armonizar los sistemas junto a Europa, se han ligado las ayudas federales al uso del sistema CSS. La decisión de General Motors y Ford de aliarse con Tesla para el sistema NACS supone un desafío frontal a la dirección del gobierno estadounidense. Y una presión añadida para el resto de fabricantes.
Tesla pierde exclusividad, gana miles de clientes. El valor añadido de los supercargadores dejará de ser algo exclusivo de Tesla. A cambio la compañía de Elon Musk gana miles de vehículos que aprovecharán esa infraestructura y le reportarán beneficios. Según datos del Departamento de Energía, Tesla dispone de aproximadamente un 60% de los cargadores para coche eléctrico de Estados Unidos y Canadá.
General Motors se ahorra unos 400 millones de dólares. Es la cifra que ha dado la presidenta de General Motors. En vez de invertir en mejorar la infraestructura de recarga para sus coches, optar por la red de Tesla les supone un ahorro enorme.
Imagen | Neo Tan
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