Todos conocemos el placer de pasar horas y horas tirado en el dormitorio, jugando en nuestro equipo montado a capricho. Pero, ¿cómo veríais poder disfrutar de ese placer sentados en el sofá de nuestro salón?
A priori a todos nos vendría a la cabeza la imagen del tetris que supondría colocar la torre al lado del televisor o, de no tener espacio, en el mismísimo suelo, acumulando polvo. No, no parece muy cómodo.
Y la comodidad es algo clave a la hora disfrutar en el gaming: buena iluminación, buena silla, buen espacio. Por eso las empresas se han puesto las pilas y han ideado torres de tamaños reducidísimos que para nada nos darían problemas en nuestro salón. ¿Un ejemplo de ello? El Trident 3 de MSI. Un equipo que se mimetiza en cualquier espacio.
Es cierto que hay más aparatos como el ideado por MSI. Alguno de sus principales competidores son Zotac Magnus (más potente) o el Asus ROG GR8 II. Estos equipos a primera vista igualan o superan las especificaciones del Trident. Sin embargo, el producto de MSI se diferencia por su peso, diseño y eficiencia.
La solución más cómoda
El equipo ideado por MSI parece más una consola que un ordenador.
Su diseño permite colocarlo tanto horizontal como vertical (un plus para ahorrar espacio) dejando siempre libres las salidas de la refrigeración, de lo que hablaremos más adelante.
Los colores negro y rojo son protagonistas en este equipo. La carcasa se compone de una parte de aluminio y una de plástico con una abertura para airear exclusivamente la tarjeta gráfica. Esta rejilla le da un toque dinámico que se mantiene dentro del estilo de MSI.
Por supuesto, el color y la frecuencia de los LEDs de la parte exterior del aparato son perfectamente regulables a través del MSI Gaming Center, programa que viene instalado de serie.
Una de las cosas que destacan al Trident 3 de sus competidores es la conectividad. Este equipo está equipado con tres puertos USB 3.0, cuatro USB 2.0, un Ethernet Gigabit, un nuevo Type-C y minijacks de audio 5.1. En cuanto a salidas de vídeo está bastante servido: cuatro puertos HDMI, un Display Port y un DVI, con idea a poder conectar un casco de RV y tres monitores.
Lo que le hace diferente
Las medidas del Trident 3 son uno de sus puntos fuertes. Con 34,6 x 23,2 x 7,2 cm, este equipo es más pequeño que una Xbox One. Pero lo que sobre todo destaca es su peso, de 3,17 kg.
Empequeñecer equipos y mejorar su ergonomía a fin de que se integren mejor en la vida de las personas: esta es la tendencia
Lo verdaderamente diferente del Trident 3 es que puedes adquirirlo con una configuración de hardware básica que luego se puede modificar según necesidades. A priori, viene equipado con el Core i5-7500 y una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce GTX 1050 de 4 GB y 8 GB de memoria RAM DDR4.
Sin embargo, gracias a que está montado sobre una placa Intel H110, se puede subir hasta un procesador Core i7-7700. Si queremos una gráfica más potente, el Trident 3 soporta hasta una GeForce GTX 1060 de 6 GB con hasta 32 GB de memoria RAM DDR4 funcionando a 2400 Mhz. Todo ello con un dispositivo de estado sólido NVMe PCI-Express de 256 GB y un disco mecánico SATA3 de 1 TB de capacidad como complemento.
Como os contábamos hace poco, MSI es un referente en refrigeración y, como tal, ha dotado al Trident 3 con un sistema de enfriamiento a la atura de sus características. Está equipado con un refrigerador conocido como Silent Storm Cooling 2 que impide se sobre caliente.
El procesador está cuidadosamente vigilado. Consta de un ventilador de tipo blower que se puede retirar de forma rápida dejándonos ver dos heatpipes. Estas piezas, de cobre negro, se encargan de transportar el calor hasta un bloque de láminas de aluminio que aparece al borde de la caja, hacia donde el ventilador empuja el aire para proporcionar el enfriamiento necesario.
Además de ello, en la carcasa encontramos bastantes rejillas de ventilación que contribuyen a mantener el equipo a una temperatura equilibrada.
Una edición recién salida del horno
Durante la CES 2018 MSI presentó una nueva y especial edición de su Trident 3: el Trident 3 Artic. Este nuevo modelo, que se caracteriza por su color blanco glacial, viene a ser una mejora del ya conocido Trident 3. Una forma de diferenciarse del resto de equipos introduciendo un producto mejorado.
Concretamente, el cambio más sustancial se encuentra en el procesador y la tarjeta gráfica. En su configuración normal, el Artic viene equipado con un i7 7700 y una GTX 1070, más que suficiente para disfrutar de los juegos al máximo.
Sin embargo, la mayor novedad de este modelo en 2018 es la posibilidad de adquirirlo con una configuración todavía mejor. Podemos tener nuestro Trident 3 Artic con un procesador i7 8700 de octava generación y sacarle todo el partido a los gráficos con una NVIDIA GeForce GTX 1080. En resumen, una máquina de increíble potencia.
Una predicción de futuro
Está claro que la tecnología evoluciona a la vez que lo hace la sociedad. La comodidad empieza a ser una de las características más importantes que jugadores y usuarios buscan en sus ordenadores.
La tendencia va a ser, por tanto, empequeñecer equipos y mejorar su ergonomía a fin de que se integren mejor en la vida de las personas. MSI y otras marcas como ASUS o Zotac van un paso por delante en la tarea de la comodidad. Ya lo han demostrado con sus productos, ligeros, eficientes y capaz de adaptarse tanto a tu dormitorio como al salón de tu casa.