Aparentemente, y si no nos fijamos en los detalles, todos los portátiles parecen iguales. Todos tienen, salvo alguna excepción, pantalla, teclado, conexiones y color plata o negro. Algunos son más grandes, otros más pequeños, pero básicamente un portátil es un portátil. Cuando decimos aparentemente, sin embargo, es porque, en muchos casos, el parecido se queda en una mera apreciación estética y general.
En la práctica, dos equipos portátiles similares en apariencia pueden diferir mucho en rendimiento, ergonomía, robustez y, por supuesto, precio. Si nos dejamos llevar por esa aparente similitud y tomamos una decisión de compra movidos por el precio (bajo), pensando que no vamos a penalizar la experiencia de uso, es probable que incurramos en un error, especialmente si nuestras necesidades entran dentro de un nivel de exigencia por encima de la media.
El segmento profesional: el más exigente
Para un uso doméstico, estos errores en la elección pueden acabar quedándose en un segundo plano, al ajustar nuestras necesidades a las posibilidades del equipo, pero en un entorno profesional, donde la continuidad de negocio depende de que todo funcione como se espera, es importante saber encontrar aquellos elementos que hacen que un ordenador responda a las exigencias del día a día.
De lo que menos desea preocuparse un profesional es de los dispositivos de los que depende su trabajo. Tienen que funcionar bien, sin que den problemas y ser confiables hasta el punto de despreocuparnos de ellos.
En qué tenemos que fijarnos
Un portátil profesional que se precie puede parecer igual que otro no profesional a vista de pájaro, pero, a poco que nos fijemos, podremos identificar aquellos detalles que lo diferencian de un modo determinante.
Si comenzamos por la parte exterior, de la calidad de los materiales con las que está fabricado el portátil depende la robustez ante rozaduras, golpes o presión sobre la tapa. Equipos como el ASUS ExpertBook B9 tienen una carcasa construida con aleación de magnesio y litio. A diferencia de otros materiales como el plástico o incluso el aluminio, esta aleación aporta una ligereza excepcional, junto con una resistencia mayor. Concretamente es un 16% más ligera que el aluminio y un 38% más resistente. No en vano, es un equipo certificado con la norma MIL-STD-810G.
Este portátil, de hecho, pesa desde 870 gramos con batería y teclado incluidos, una cifra que está al nivel de una tableta, pero con todas las ventajas de un equipo Windows con teclado.
Ergonomía, esa desconocida
La ergonomía suele ser la gran olvidada a la hora de elegir un portátil. Podemos pensar que todos son iguales en tanto en cuanto se abre la tapa, nos ponemos a teclear y ya está. Pero, de nuevo, los detalles importan.
Por ejemplo, si al abrir la tapa el teclado se inclina y la base del equipo se separa de la superficie de apoyo, encontraremos que la posición para teclear es más natural y que, además, la refrigeración del equipo es mucho más eficiente. De este modo, nos ahorramos el uso de una base adicional para inclinar el equipo y para refrigerarlo usando ventiladores externos en la propia base.
Es el caso del ASUS ExpertBook B9, un equipo con pantalla LED de 14’’ con bisagra ErgoLift, que eleva el teclado para escribir en una posición más natural.
Además, la autenticación para entrar en el sistema en este portátil puede hacerse tanto mediante huella dactilar como mediante reconocimiento facial Windows Hello. El reconocimiento facial es muy rápido y seguro, ahorrándonos un tiempo precioso cuando necesitamos usar el portátil rápidamente para consultar un correo o realizar cualquier tarea.
Pantalla, mejor con marcos delgados
Otro elemento que permite diferenciar a un equipo profesional es la pantalla. En escenarios de uso pro, se agradece que la sea mate. Los brillos y reflejos son malos compañeros de la productividad. Así que, si tenemos la opción de elegir, mejor si la pantalla es mate para que la experiencia de uso esté libre de distracciones.
También podemos fijarnos en los marcos de la pantalla: cuanto más delgados sean, más diagonal podremos tener en un mismo tamaño de portátil. De este modo, se puede conjugar un diseño delgado y ligero con una óptima visualización.
Equipos como el ASUS ExpertBook B9 incorporan estos elementos de diseño en su construcción, tanto los marcos delgados como la pantalla mate. Así, sin aumentar el tamaño o el peso, se tiene una experiencia de uso como la de un portátil de 14’’ pero con un tamaño de 13’’. Puede parecer que una pulgada es poco, pero cuando se busca la excelencia, es relevante.
La webcam con infrarrojos está en el marco superior de la pantalla, y tiene también un interruptor físico que impide que se use la cámara. Un detalle que nos da tranquilidad, pues nadie podrá capturar imágenes o vídeos incluso si han hackeado nuestro sistema sin saberlo.
Teclado y touchpad: tacto, tamaño y tecnología
El teclado es otro componente de gran importancia de cara a mejorar la productividad. Y el touchpad también. Son los componentes con los que interactuamos con el sistema, por lo que es importante que tengan buena respuesta y permitan que esa interacción se fluida y natural.
El teclado, por ejemplo, tendrá que ser de tamaño completo y con un buen recorrido y tacto para las pulsaciones. Por supuesto, retroiluminado, y acompañado de un touchpad con unas buenas dimensiones.
El ExpertBook B9 cuenta con estos elementos, así como con resistencia a derrame de líquidos sobre el teclado. Mejor que no suceda, por supuesto, pero con este portátil, si ocurre, podremos seguir trabajando.
El touchpad, por otro lado, incorpora una tecnología que permite convertirlo en un teclado numérico completo. ASUS llama a este touchpad “NumberPad", que superpone las teclas numéricas mediante tecnología LED sin más que pulsar su botón de activación en el propio touchpad.
Conexiones, cuantas más mejor
Cuando pensamos en portátiles delgados y ligeros, generalmente asumimos que será a costa de la conectividad, eliminando puertos en aras de simplificar la construcción del ordenador. Pero, en entornos profesionales, una conectividad polivalente y diversa es importante para usar periféricos tales como pantallas externas, dispositivos de almacenamiento extra u otros accesorios.
Laptops como el de Asus no sacrifican la conectividad e incluso cuenta con un dongle de red Ethernet. Este tipo de conexiones cableadas es importante para integrar el equipo en una red corporativa, no solo para disponer de una mejor velocidad, sino también para que se puedan llevar a cabo tareas de gestión desde los departamentos IT.
HDMI, Thunderbolt 3 y USB 3.1 Gen 2, así como Wi-Fi 6 son conexiones versátiles y rápidas, a la altura de lo que se necesita en un escenario de uso profesional.
El interior también cuenta
Además de lo que podamos apreciar en el exterior, la elección de los componentes internos es otra variable que hace que un equipo sea más o menos apto para usos profesionales. Así, ASUS con su ExpertBook B9 ha sacrificado la GPU discreta en aras de aprovechar al máximo el procesador Intel Core i7 Comet Lake y los gráficos integrados. Para usos profesionales, no es tan relevante la GPU discreta.
A cambio, el fabricante ha integrado un sistema de refrigeración con tres modos, en el que el modo de más alto rendimiento consigue que las prestaciones del procesador superen incluso a las de equipos teóricamente más potentes sobre el papel. Y en el modo de menos rendimiento, los ventiladores apenas hacen ruido.
Poner en manos de los usuarios la potestad para elegir el modo de funcionamiento óptimo en cada caso es un as en la manga de gran valor para afrontar tareas que requieran sacar el máximo partido al procesador.
La carga rápida de la batería es otro detalle de gran importancia para un profesional: cuanto menos tiempo necesitemos para cargar la batería, menos tiempo se pierde, que puede ser vital para cumplir con una agenda apretada o para maximizar el aprovechamiento de una jornada laboral.
Como se ve, todo suma, y no todos los portátiles son iguales.
Imágenes: Asus
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