Una de las principales razones por las que la gente que busca ordenadores muy potentes acude a equipos 'clónicos' es porque se puede ahorrar un buen dinero. Un ejemplo de ello es el nuevo ASUS RoG Tytan G70, que a pesar de ser considerablemente potente tiene un precio exagerademente alto para lo que ofrece. Con una salvedad.
Tenemos procesadores Intel Core i7 'Haswell' (bien), 'hasta' gráficos NVidia GTX 780 (muy bien), 4 GB de memoria RAM (mal) y múltiples opciones de almacenamiento (hasta 15 TB de discos duros o SSD de 256 GB; bien). ¿Lo malo? Sin duda alguna su exageradísimo precio, según ASUS de 3.999 euros que, entendemos, es el precio de partida para la configuración básica que, por cierto, no mencionan siguiendo una práctica que lamentablemente es bastante habitual. Habíamos dicho que había una salvedad, ¿no?
Esa salvedad es la torre, exclusiva de ASUS y que ofrece una serie de características muy particulares generalmente asociadas al overclocking y ligadas a ciertas funcionalidades que solemos encontrar en las placas base. Por ejemplo permite overclockear el procesador automáticamente, pasando de 3,9 a 4,1 GHz. con tan sólo un click.
Mucho más llamativas son las capacidades de la torre, donde pulsando un botón (denominado Turbo Gear) se abren los laterales y la parte superior de la caja y se activa el funcionamiento extra de los ventiladores. En total son 10 que sirven para sacar el calor del interior, una cantidad más que suficiente. Otra característica a remarcar es la refrigeración líquida preinstalada y la posibilidad de instalar audio ASUS Xonar Phoebus.
Pero claro, ¿merece la pena todo esto por 3.999 euros? Demasiado caro. Una configuración de 4770K, GeForce GTX 780 y muy buenas características se puede encontrar por menos de 2.000 euros, y lo único que no obtendremos es ese chasis tan peculiar.
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