¡Hola! ¡Vengo del futuro a traerte este ordenador! La muyaya que veis en la imagen, prima lejana quizá de la popular chica de la lejía, era una de las muchas doncellas de peluca azul que poblaban el pabellón de Intel y que hoy protagoniza nuestra imagen de la semana.
La feria CeBit es de las duritas, no por su impecable organización germana, por su extensión o por el frío que suele hacer en Hannover, sino porque es la que más parte de negocio y tecnología de empresa tiene. Si te estimulan los servidores y la virtualización, esta es tu feria.
En esta edición, nuestra amiga de pelo azul sostiene en sus manos la tendencia tecnológica del momento, los ultrabooks. En la feria resultaba difícil, por no decir imposible, encontrar una marca que exhibiera portátiles convencionales. De los netbook nunca más se supo.
No, en el CeBit 2012 sólo se han visto Ultrabook y portátiles para Gaming. Portabilidad extrema o potencia desatada para los entusiastas de los juegos en red. Ya nos los confirmaba una portavoz internacional de Intel en una breve entrevista. Los Ultrabook serán el estándar de portátil en menos de dos años. Su única barrera, de momento, es el precio, pero tienen todas las de ganar por autonomía y factor de forma.
Dejamos aposta en el tintero la cuestión de quien se llevará el mérito de este salto tecnológico, si Intel, o esa otra compañía que hace más años sorprendió a propios y extraños con el lanzamiento de un portátil ultrafino llamado Macbook Air. Sobre estas líneas podeis ver la finalista a imagen de la semana que encarna ese debate, un compañero teutón que trabaja con su Macbook Air a la puerta de la zona de bloggers de Intel.
También dejamos a debate la cuestión de si los ultrabook acabarán siendo una denominación vacía como HD Ready. El último ‘ultrabook’ que prepara Acer, con dos centímetros de grosor y pantalla de 15 pulgadas sugiere que ni Intel tiene muy claras las fronteras de estos equipos.
De momento preferimos quedarnos con la bonita sonrisa de la chica de los ultrabook, una promesa de que, en los próximos años, el portátil, al menos, no nos jorobará más la espalda.
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