Los que tengan problemas de espacio para instalar un proyector de vídeo tienen la solución definitiva en el Canon LV-8235, el último modelo desarrollado por Canon en este segmento y capaz de proyectar una imagen de 80 pulgadas a sólo 2.4 centímetros en retroproyección (desde la parte posterior de una pantalla).
En proyección frontal, la distancia es algo superior, pero sigue manteniendose en unos ratios de ángulo ideales para zonas muy difíciles o para los imprevistos del sector educativo. El LV-8235 es capaz de un brillo de 2.500 lúmenes, con un ratio de contraste de 2000:1.
La diagonal máxima de pantalla es de 110 pulgadas, y la mínima de 60. La resolución nativa del LV-8235 es bastante baja (1280x800 píxeles en formato 16:10) pero dispone de un sistema de visualización secuencial de fotogramas que emula 3D para sistemas de gafas de obturación activa (no incluídos).
Por último, este proyector de Canon integra un altavoz de 10 vatios y puede utilizarse como sopotrte para pizarras interactivas. Su peor marca probablemente sea su espantoso diseño, pero hay que tener en cuenta que se trata de un modelo para el mercado profesional, donde suele importar más el fondo que la forma. Su salida está prevista al mercado en noviembre de este año, aunque aún se desconoce su precio.
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