¿Por qué doblar el espinazo y usar azadones o herbicidas si podemos utilizar directamente láseres? La compañía Carbon Robotics ha decidido darle una vuelta a una de las tareas más duras e ingratas del campo: retirar las malas hierbas de los cultivos. Y lo ha replanteado a lo grande, tirando de láseres de CO2 industriales, y con el propósito de mejorar poco a poco sus resultados.
Hace ya un año y medio la compañía presentó un robot dotado con cámaras, sensores, Inteligencia Artificial (IA), deep learning y tecnología láser para un propósito muy claro: que el dispositivo pueda moverse “de forma segura y efectiva a través de los campos de cultivo identificando, detectando y eliminando las malas hierbas”. Al ingenio lo bautizaron Autonomous LaserWeeder y tanto los números de su equipamiento como los de producción resultan llamativos.
Donde esté un buen láser...
El robot dispone de 12 cámaras de alta resolución, un sistema de IA con tecnología de NVIDIA, láseres de CO2 de 150 W con una precisión de 3 mm listos para disparar cada 50 milisegundos, sensores LiDAR que le permiten detectar los posibles obstáculos y ocho módulos.
Carbon Robotics calcula que el robot, de 4.300 kilos y que puede avanzar a alrededor de 8 km/h, puede cubrir entre 15 y 20 acres cada jornada. Pasado a hectáreas, eso equivale a entre seis y ocho.
Otra forma de verlo es que Autonomus LaserWeeder puede acabar con 100.000 malas hierbas cada hora. No está mal si tenemos en cuenta que esa marca es bastante superior a la que alcanzamos los humanos —20 veces, para ser precisos— y la forma tradicional de eliminarlas pasa por recolectarlas a mano o con herbicidas. Lo primero es arduo y duro; lo segundo puede degradar la tierra.
En 2022 Carbon Robotics ha querido doblar la apuesta con un nuevo robot, algo distinto al anterior, pero con una mayor capacidad. El nuevo dispositivo se acopla en la parte posterior de los tractores e incorpora 30 láseres de CO2 industriales, “más del triple” —precisa la compañía estadounidense— que el Autonomus LaserWeeder. Los dispositivos abarcan además tres hileras de cultivos.
Gracias a ese refuerzo el nuevo dispositivo es capaz de eliminar las malas hierbas de dos acres —0,8 hectáreas— cada hora. Si volvemos a tirar de comparativa, su productividad es muy superior a la de su predecesor y deja a años luz las capacidades incluso del agricultor más avezado: en solo una hora, presume la empresa, es capaz de erradicar ni más ni menos que 200.000 plantas.
Por lo demás, dispone también de inteligencia artificial, modelos de deep learning u cámaras, entre otras características. “Los productos que usan los implementos de Carbon Robotics obtienen hasta un 80% de ahorro en los costos de manejo de malezas”, destaca la compañía, con sede en Seattle, antes de incidir en las ventajas de sus sistemas para los cultivos, logrando “suelos más saludables, con menor uso de herbicidas y un menor costo en químicos y mano de obra”.
Lo que no concreta en su web la compañía es el precio de cada uno de los robots, aunque en 2021 ya dejaba entrever que al menos su primer modelo exigía una inversión sustancial.
Las promesas son también jugosas: las malas hierbas son un quebradero de cabeza importante para los agricultores, a los que les roba espacio, luz y nutriente en las tierras de cultivo e incluso facilitan en ocasiones la propagación de plagas. Carbon Robotics ofrece un sistema capaz de resolver los puntos débiles de otras opciones, como el deshierbe a mano y mecánico o la fumigación.
Imágenes: Carbon Robotics