Su nombre es Miko y es una de las streamers virtuales más populares de Twitch. Pero detrás se esconde "The Technician", pseudónimo de la programadora que da vida a la influencer que ya alcanza los más de 680.000 seguidores. Al contrario que otros personajes virtuales, Miko no está generada totalmente mediante CGI, sino que se basa en un traje de captura de movimientos de unos 30.000 dólares.
La programadora fue despedida del estudio de animación donde trabajaba, pese a llevar solo unas pocas semanas en Los Ángeles. Su carrera se vio truncada y el contrato de alquiler de 2.000 dólares al mes la dejó atascada. Su solución fue apostar por Twitch, crear contenido e invertir en el equipo necesario para crear Miko. En solos unos meses, el crecimiento de su canal ha sido meteórico y ahora emplea a un equipo de siete personas.
El auge de los "youtubers virtuales"
Miko representa uno de los ejemplos más conocidos de los denominados Vtubers, esos creadores de contenido que no muestran su rostro real pero sí se encuentran delante de la cámara. La representación virtual les permite realizar más movimientos y efectos de los que sería normal y por otro lado en algunos casos les ayuda a mantener su privacidad.
En el caso de Miko, la programadora permite a los suscriptores que realicen pagos mediante los Bits de Twitch decidir cómo interactuar con la streamer, permitiendo por ejemplo agrandar su cabeza o directamente "matando" al personaje.
Her stream really began to take off when she let her viewers *interact* with Miko. Viewers could use Bits, Twitch's native currency, to directly influence Miko's appearance and behavior.
— Rex Woodbury (@rex_woodbury) April 30, 2021
It turned out that viewers especially liked to (temporarily) kill Miko. Here's a GIF of it: pic.twitter.com/CGjskzDf8a
En una entrevista con The Verge, la técnica detrás de Miko explica el personaje: "es un personaje de videojuego fallido. Su sueño es que quiere estar en un videojuego triple A, pero está tan desgastada y con fallas que no pudo".
Al contrario que otros Vtubers, en este caso sí se conoce el rostro de la persona que hay detrás. "Creo que pasé de unos 200 a unos 10.000 espectadores en un par de semanas", explica la programadora. Un cambio repentino provocado a partir de un tweet que se volvió viral donde se mostraba a ella junto a su personaje y mostraba cómo se movía con su traje de captura de movimiento.
WANNA SEE SOME TECH?!! This is Miko being mocapped live by technician with facial tracking! pic.twitter.com/a3A5gLWANv
— Miko (@thecodemiko) November 29, 2020
Durante las primeras semanas, a finales del año pasado, sus ingresos eran de unos 300 dólares al mes y debía miles de dólares por la compra del equipamiento. Afortunadamente para la creadora, sus ingresos han crecido enormemente. "Mis ingresos se triplicaron el día que permití a la audiencia poder matarme y cuando permití poder silenciarme durante 30 segundos". Una serie de acciones que con los streamers clásicos sería impensable, pero que con el añadido de lo virtual se pueden ampliar las posibilidades de interacción.
Vía | Digital Native
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