Hay tanta demanda por las cartas Pokémon que sus creadores sólo han dado con una solución: hacer 9.000 millones más

Desde 2020 el mercado de las cartas Pokemon ha experimentado un notable repunte, que alcanzó su apogeo en 2021, año en el que un coleccionista llegó a pagar 300.000 dólares por una de ellas en la que aparecía Charizard, y en todo el planeta el aumento desmedido del interés por ellas hizo que se agotasen en casi todos los puntos de venta y que su fabricante, The Pokemon Company, admitiese que no daba a basto para satisfacer la demanda.

Locura y solución. La fiebre por estos coleccionables llegó hasta tal punto que algunos compradores protagonizaron peleas y agresiones en Estados Unidos, país en el que también un empresario se gastó 58.000 dólares de una ayuda Covid para comprar una sola de estas cartas. Y al otro lado del Pacífico, en Japón, un aficionado se coló por el techo de una tienda haciendo uso de un equipo de escalada para robar varias de estas tarjetas.

Ante tanta locura, The Pokemon Company sólo ha encontrado una solución para contentar a todos, calmar los ánimos y, de paso, conseguir pingües beneficios: inundar el mercado con 9.000 millones de cartas sólo en 2021.

La cifra. Esta cantidad supone que The Pokemon Company imprimió en 2021 casi el triple de cartas que en 2020, cuando la empresa creó unos 3.700 millones de ellas. Una cifra, esta última, que ya marcó un récord, pues habitualmente se fabricaban entre mil y dos mil millones al año, y que respondía al repentino aumento del interés por estos coleccionables, que comenzó a manifestarse a mitad de 2020, según informa Polygon.

El extraordinario aumento de las cartas Pokemon imprimidas en 2020 y, sobre todo, en 2021, supone que más de una cuarta parte de todas las que actualmente están en circulación se han creado en los dos últimos años.

La estrategia funciona. Al parecer, inundar el mercado de cartas Pokemon en 2021 ha dado buenos resultados, ya que desde que se empezaron a poner en circulación las 9.000 millones de unidades, la conflictividad en las tiendas físicas se ha reducido y los precios se han moderado, aunque las tarjetas más raras aún atraen una gran atención de aficionados y coleccionistas y continúan registrando precios altos.