La polémica en torno al F-35 no es ninguna novedad. El avión lleva años envuelto en numerosos problemas. Retrasos, sobrecostes, piezas defectuosas y difíciles de manejar, limitaciones para volar cerca de tormentas eléctricas, fiabilidad cuestionable y mucho más. Pese a ello, el Departamento de Defensa no ha dejado de presumir “las capacidades inigualables” de la máquina de guerra “más avanzada” de Estados Unidos y ha garantizado que Lockheed Martin mantenga la producción al máximo rendimiento.
Ahora bien, un informe recientemente desclasificado ha dejado en una posición humillante al arma más cara y ambiciosa del país norteamericano. Se trata de detalles que habían permanecido bajo llave, pero que han salido a la luz tras una petición del Proyecto de Supervisión Gubernamental a través de la Ley de Libertad de Información. Bloomberg ha publicado un avance, pero el informe completo debería ser publicado tan pronto como este mismo jueves. Las críticas de Elon Musk no se han hecho esperar.
F-35, un proyecto que no deja de recibir críticas
Han pasado 18 años desde que el F-35 voló por primera vez, pero el Pentágono sigue tratando de abordar problemas de largo recorrido. El mencionado informe señala que “la fiabilidad, el mantenimiento y la disponibilidad general de la flota estadounidense sigue estando por debajo de las expectativas de servicio”, según el de Pruebas y Evaluación Operativa del proyecto. Las preocupaciones incluyen aspectos tan importantes como la instalación de armas, los tiempos de reparación y la ciberseguridad.
El sistema de diagnóstico automático del caza de quinta generación registra un falso positivo por hora. Como cualquier sistema está previsto un margen de fallos. ¿El problema? Se esperaba un diagnóstico incorrecto cada 50 horas. A nivel de reparación, las reparaciones del F-35 pueden tardar el doble de lo estipulado. Por si esto fuera poco, la variante de la Fuerza Aérea cuenta con un cañón de 25 mm que sigue fallando en alcanzar los blancos, resultado de errores en su diseño e instalación, incluso tras años de ajustes.
Bloomberg señala que se ocultaron algunos detalles sobre cómo el F-35 enfrenta ataques cibernéticos. Se trata de una maniobra que tiene sentido, después de todo estamos hablando de un arma de guerra cuyos detalles permanecen en secreto. Sin embargo, señalan que la oficina involucrada en el programa solicitó pruebas exhaustivas para probar más capacidades de defensa cibernéticas del caza en un entorno realista. Estos son algunos de los puntos señalados en el informe desclasificado del proyecto.
Como decimos, Elon Musk no ha tardado en lanzar comentarios sin filtro alguno contra el F-35. El empresario de origen sudafricano dijo que los problemas comenzaron tan pronto como en la concepción del proyecto, donde se ideó un avión con demasiados requisitos e incapaz de satisfacerlos a todos. “Nunca tuvo posibilidades de éxito”, lanzó en un mensaje. En su red social, X, también afirmó que “los aviones de combate tripulados están obsoletos en la era de los drones” y que el F-35 tiene un “diseño de mierda”.
Musk acostumbra a lanzar comentarios contundentes, aunque sus palabras ahora pueden tener más peso. Esto se debe a que el empresario se ha convertido en uno de los aliados más cercanos del presidente electo Donald J. Trump y en uno de los líderes del futuro “Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE)”. Se trata de una organización externa que tendrá como objetivo impulsar una reforma estructural a gran escala del Gobierno y que se enfocará principalmente reducir drásticamente el gasto.
Imágenes | Departamento de Defensa (1, 2)
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