No es que los descubrimientos con fines militares nos hagan muy felices, pero hay que reconocer que gran parte de los avances científicos comienzan en el triste terreno de investigar cómo darles más y mejores collejas a los de enfrente. Esta vez, el desarrollo viene de la multinacional de investigación en sistemas de armamento BAE Systems, que ha desarrollado una tecnología llamada Adaptiv.
En pocas palabras, la idea de Adaptiv consiste en cubrir un vehículo a ocultar (un tanque, en este caso) de píxeles. Cada uno de estos ‘puntos’ tiene el tamaño de una mano y puede cambiar su temperatura de forma muy rápida. Un conjunto de cámaras y sensores captan el entorno del tanque y duplican esa imagen en la cobertura Adaptiv, haciendo el vehículo indetectable mediante escáneres de infrarrojos a distancias superiores a 500 metros.
Cada uno de los píxeles puede reemplazarse de manera rápida y barata si resulta dañado. Además, el sistema puede desplegar distintas señales captables sólo en determinadas partes del espectro de luz para que los vehículos se identifiquen entre ellos y la guerra no acaba como las del venerable Gila.
El sistema puede adaptarse, mediante paneles de distintos tamaños, a todo tipo de vehículos o incluso estructuras y los ingenieros de BAE también comentan que están logrando adaptar el sistema a otras frecuencias del espectro luminoso. Quizá las coberturas a lo Depredador no estén tan lejos después de todo.
La tecnología Adaptiv ha sido financiada en parte por el Departamento de defensa Sueco y será mostrada estos días en Reino Unido. Según informa BAE, el ejército Israelí ya dispone de una tecnología similar denominada IRAP (Invisible Reactive Armor Protection) y en Estados Unidos también deben estar trabajando en algo similar. Con un poquito de suerte lo perfeccionan todos y se pasan el resto de la guerra que toque buscándose, lo que sí sería un avance.
Vía | ZDNet
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