Los televisores de tubo han muerto. Casi literalmente. Quedan todavía en el mundo 2.000 millones de televisores CRT a los que hay que sumar las pantallas y monitores de los PC, pero no les sucederán otros monitores de tubo sino pantallas planas LCD, de plasma o nuevas tecnologías como SED.
¿Qué hacer entonces con toda esa basura electrónica?
Pues en Japón se está intentando que forme parte de las aceras del futuro. Concretamente se está aprovechando de forma experimental el cristal de los televisores, que supone el 57% del mismo.
Una vez separado y triturado, se está probando su empleo como material para losas decorativas y antideslizantes para las aceras, pudiendo combinarse con elementos lumínicos de seguridad o decorativos.
Muy importante supone pues estas pruebas pues se calcula que en 10 años estos cacharros queden completamente obsoletos.
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