No es ni mucho menos una tecnología novedosa: ya hablábamos de WiGig hace la friolera de seis años, e incluso entonces destacábamos las ventajas de un estándar de transmisión inalámbrica que como diríamos tres años después, estaba preparada para conquistar nuestros salones.
El desarrollo y adopción de esta tecnología -también conocida como 802.11ad- se nos está haciendo eterno, y eso a pesar de que sus prestaciones son muy atractivas. Con WiGig podremos transmitir datos a 7 Gbps como máximo, y grandes de la industria como Apple, Microsoft, Sony y sobre todo Qualcomm, Intel o Samsung parecen apuntar a un despliegue importante de productos y soluciones con este estándar en este año.
La bada de los 60 GHz utilizada por esta tecnología tiene ventajas importantes en esa transferencia inalámbrica, pero también algunas limitaciones, como el hecho de que esas señales quedan bloqueadas por paredes, techos y suelos -aunque la transmisión puede realizarse en varias etapas, y la señal se puede propagar vía reflexiones usando beamforming-. Este hándicap y el hecho de que WiGig es direccional lo orienta a usos en los que los dispositivos están en un mismo espacio o habitación.
Productos a la vista, competencia con 802.11ac
Procesadores como el Qualcomm Snapdragon 810 ya están preparados para aprovechar este tipo de conexión, y los analistas esperan que varios productos como set-top-boxes habiliten la opción de distribuir contenidos de alta definición inalámbricamente a través de este estándar. La empresa está preparando el lanzamiento de un router que se venderá a finales de 2015 y que integrará también este estándar, mientras que Intel afirma que los primeros portátiles con conectividad WiGig aparecerán a lo largo de 2015.
Esos portátiles permitirán que por ejemplo podamos conectarlos a pantallas con soporte WiGig en el futuro, facilitando esos escenarios de puestos de trabajo sin cables que con WiGig podrían hacerse al fin realidad. Samsung parece querer ir por su propia versión del estándar con productos que lanzará en 2015 en el ámbito de la movilidad, la sanidad y la domótica, pero el estándar, dicen los expertos, irá a más y logrará que las velocidades suban probablemente hasta los 100 Gbps en los próximos años.
Frente a este estándar no obstante se encuentra el mucho más popular WiFi 802.11ac, que ya lleva unos meses siendo integrado en un gran número de productos como portátiles, tablets y smartphones. Aunque en su implementación básica y usando un solo canal se alcanzan tan solo 433 Mbps de velocidad máxima de transferencia, la utilización de técnicas como MU-MIMO y de diversas antenas -hasta ocho en las soluciones actuales- permite casi igualar los máximos teóricos de WiGig. Será interesante ver cómo avanza WiGig y si logra restarle interés a las redes WiFi tradicionales que utilizan en estos casos la banda de los 5 GHz y que sí pueden atravesar muros aun perdiendo parte de su intensidad y eficiencia.
Vía | MIT Technology Review
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