"Esta tecla no me gusta ahí, la voy a mover a la derecha". Esto mismo es lo que pensarían los usuarios de DX1, toda una revolución en la forma de concebir los teclados: a partir de ahora el teclado dejará de ser algo fijo y tan poco flexible. Con DX1 podemos configurar un teclado a nuestra medida con las teclas que queramos, y lo mejor, podemos asignar a cada una la función que queramos, desde la función clásica de ser una letra o un símbolo, a ejecutar una compleja combinación de teclas. Esto es ideal para jugones y programadores.
El secreto de este sistema es una base de 25 x 16 centímetros sobre la que colocaremos las teclas que queramos y fijaremos con una sustancia adhesiva que se suministra con el teclado. Una vez colocadas ya se pueden grabar las macros. Para ello se usará como referencia el conjunto de teclas impreso en la base.
El teclado vale 149.95 dólares, estando disponible, de momento, sólo para Windows, aunque van a sacar drivers compatibles con Mac OS X y Linux.
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