Empiezas a leer este artículo, pero entra una notificación de Instagram y le echas un vistazo. Ah, mira quién le ha dado a me gusta a la foto. Vuelves a Xataka, avanzas un par de párrafos y un sonido en la tele llama tu atención: ¡qué anuncio más malo! Esto… Ah sí, el artículo. Un párrafo más, pero entra alguien en la habitación y te habla. Contestas mientras sigues leyendo. Sí, lo de las elecciones de Madrid, eh. Así que mala para la productividad… Pues Díaz Ayuso… ¡Como si fumáramos marihuana! Y Pablo Iglesias… Terminas el post y acaba la conversación, y no te has enterado de nada.
Esto es lo que ocurre, según diversos estudios científicos, cuando ponemos nuestra cabeza en modo multitarea: queremos abarbarlo todo y terminamos por no ocuparnos de nada. O, en el mejor de los casos, tardamos el doble en procesarlo e interiorizamos datos más irrelevantes. Hacer varias cosas a la vez hace que nos concentremos peor en cada asunto, lo que provoca que tardemos más y que seamos menos productivos.
Y no sólo eso, una investigación de la Universidad de Standford señala que la multitarea también podría afectar a nuestra capacidad cognitiva, generando fallos de memoria y reduciendo nuestro coeficiente intelectual de una forma muy similar a la que se experimentaríamos “fumando marihuana o quedándonos despiertos toda la noche”.
El citado estudio explica que el cerebro humano sólo puede concentrarse de verdad en una sola tarea a la vez, por lo que, al pretender realizar varias cosas al mismo tiempo, el resultado es contraproducente: somos más lentos y rendimos peor.
Además, el cerebro necesita tiempo para retener y procesar la información, por lo que al cambiar de una labor a otra constantemente ese proceso se interrumpe repetidamente, no se completa y nos quedamos con datos fragmentados y de poca importancia, mientras que olvidamos lo importante.
Problema para la salud mental
Otro estudio de la Universidad de Sussex apunta a que la multitarea también podría estar relacionada con problemas emocionales como la depresión o la ansiedad. La investigación especifica que, al hacer varias cosas a la vez, asumimos que tendríamos que terminarlas antes que si las hiciésemos una a una, y cuando esto no sucede porque el cerebro no es capaz de asumir todo el trabajo con la misma capacidad que de forma individualizada, aumentan el estrés y la ansiedad y baja la autoestima, lo que, a la postre, puede conducir a la depresión.
El estudio de Sussex también señala que la multitarea podría cambiar la estructura del cerebro, ya que sus responsables comprobaron que las personas que realizaban de forma habitual varias tareas a la vez tenían menos densidad cerebral en la corteza cingulada anterior, una región encargada de la empatía y el control cognitivo y emocional.
De esta forma, la multitarea no sólo tendría una repercusión negativa para la productividad inmediata, sino que podría provocar problemas mayores a largo plazo.
Te crees multitarea, pero no lo eres
A pesar de que la evidencia científica lleva bastante tiempo apuntando a la ineficiencia de la multitarea, ésta tiene relativa buena fama en determinados círculos, como el empresarial, donde algunos emprendedores o grandes directivos se congratulan de que su éxito se debe a que han hecho de todo en su compañía, y al mismo tiempo. Los estudios, sin embargo, indican que las personas que se piensan multitareas se engañan a ellos mismos y, en realidad, trabajan peor.
Una investigación de la Universidad Estatal de Pensilvania, denominada Multitasking: The good, the bad, and the unknown, señala que la multitarea puede parecer provechosa en la superficie, pero sólo el bloqueo que produce cambiar de una cosa a otra hace que se desperdicie hasta el 40% del tiempo productivo. “Buena parte del tiempo se emplea en desactivar la tarea anterior e iniciar los procesos mentales que requiere la nueva”, apunta el estudio.
Una conclusión a la que también llega el investigador Clifford Nass, de la Universidad de Stanford, que señala que las personas que se sienten grandes multitareas en realidad no lo son. En su estudio, Nass comprobó que las personas habituadas a realizar varias cosas a la vez retenían y clasificaban peor la información que quienes solían hacer las tareas de forma individualizada, y se quedaban con los detalles más irrelevantes.
Desde la revista científica de Salud Mental Verywellmind señalan, no obstante, que el hábito de la multitarea sí podría ser beneficioso para colectivos muy concretos, como el de personas que trabajan en los medios audiovisuales, ya que están acostumbradas a recibir estímulos en diferentes formatos y procesarlos como una información compacta.
Esta publicación también explica que para muchas personas la multitarea no es una opción, sino una necesidad. Para estos casos, recomiendan que estos individuos traten de usar la regla de los 20 minutos para mantener un nivel alto de productividad y un correcto equilibrio mental: en lugar de cambiar constantemente de labor, tratar de concentrar toda la atención en una sola tarea durante ese tiempo antes de ponerse con otra.
El cambio de contexto
Más allá de la intención o la necesidad de querer hacer varias tareas a la vez en el ámbito laboral, en la actualidad la multitarea también invade buena parte de nuestro tiempo de ocio y descanso, una realidad a la que algunos investigadores ya han bautizado como context switching o, en castellano, cambio de contexto.
Esto, como en el supuesto que abre este artículo, no sería más que estar expuestos a los múltiples estímulos de un mundo lleno de pantallas, notificaciones y dispositivos inteligentes que hace que cambiemos de ocupación constantemente, tanto en el trabajo como en momentos de ocio.
Y que, como no deja de ser una variación de la multitarea, tendría los mismos efectos negativos: menor capacidad para concentrarnos en una sola cosa -como leer de una vez este texto-, mayor facilidad para la distracción, menor retención de información, interiorización de datos irrelevantes, sobrecarga mental y problemas emocionales.
Los investigadores no se ponen de acuerdo sobre la mejor manera de evitar estos efectos negativos de la era digital. Las recomendaciones más habituales al respecto pasan por desactivar las notificaciones de los dispositivos mientras hacemos una sola cosa, establecer unos horarios en los que mirar determinadas aplicaciones -para no estar mirando el correo o las redes sociales constantemente- o huir de pantallas y dispositivos algunas horas al día. No obstante, aún no hay investigaciones de relevancia que traten este tema en toda su complejidad.
Imagen 1 | Thomas Hawk
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dabelo
"Empiezas a leer este artículo, pero entra " un video que se reproduce automáticamente sin tener nada que ver con el artículo, lo ves, te lamentas de haberlo visto, cierras el navegador y acabas sin leer el artículo.
pableras
El agua moja y las distracciones afectan a la concentración. Y veo bastante lógico que el estar haciendo una tarea mientras prestas atención a muchos distractores puede abocar al individuo a una frustración por no terminar nada (ni terminas de leer el tuiter, ni terminas de trabajar ni ná).
Lo que me resulta interesante es cómo afectan todas estas distracciones a nivel fisiológico. Curioso, la verdad.
donpepeperez
Tengo varios amigos muy buenos para fumar que son doctores en ciencias, así que no mes cierto que mate las neuronas.
Respecto la prpoductividad, las personas no somos robot, generalmente hacemos mas de una cosa, pero obvio que tampoco hay que abusar.
hilbert
Es cociente intelectual, no coeficiente intelectual.
danidune
Si tienen que venir unos expertos a contarte esto y confirmarlo es que ya tienes un serio problema
Piter_Parking
No solo las distracciones de las redes sociales. Aunque no uses redes sociales en el trabajo, muchas veces las distracciones vienen de los propios compañeros, jefes, responsables, o de que tienes que hace una tarea, y mientras la estás haciendo te interrumpen para ponerte otras sub-tareas.
Llevo luchando contra esto en distintas empresas pero no hay manera, y llevo años diciéndole a mis jefes que esto rebaja la calidad de los resultados y la eficiencia.... pero nada... por alguna razón cuando te ponen el cargo de jefe te hace un "click" el cerebro y pasas a pensar que por pasarle tareas a alguien cada media hora, va a trabajar más...
Con el teletrabajo esto se ha suavizado bastante, en mi caso ya no tengo tantas interrupciones y me puedo concentrar muchísimo más en el proyecto principal al que me estoy dedicando. El no tener al jefe cada 2x3 viniendo a comentarte cambios, a añadir extras o simplemente opinar de lo que estás haciendo es un avance importante.
abelnightroad
¿La mayoría lee Xataka desde el móvil?
Desactivé las extensiones que pudieran bloquear el video en mi navegador, y sigue sin aparecerme el video que mencionan.
amfortas
Creo que no se ha comentado una cosa muy importante, y es sobre si somos hombres y mujeres:
Está más que estudiado (también contrastado) y requetedicho, que el cerebro masculino está hecho para la máxima concentración en una tarea, y el femenino para la multitarea. Por supuesto no se puede asegurar que pase en el 100% de los casos pero si puedo asegurar que en el porcentaje alto, y yo por lo visto en mi entorno, lo reafirmo:
El hombre tiene la capacidad para concentrarse muy bien en una cosa, pero como le des varias a la vez, eso ya "nos puede". También los hombres tenemos la facultad de verdaderamente poner nuestra mente en blanco si tenemos el cerebro ocupado en atender otra cosa.
La mujer por contra tiene esa facultad de ser multitarea. No suele tener ese nivel tan fuerte de concentración del hombre, pero su cerebro le permite hacer varias cosas a la vez y seguir "manteniendo el tipo". Eso también quiere decir que su cerebro siembre está ocupado en pensar en otras cosas además de lo que está haciendo en ese momento, y la es muy difícil poner su mente en blanco.
Cuando el hombre está haciendo algo de máxima concentración y le empieza a hablar una mujer, pone su cerebro en modo "ruido", o sea, sólo escucha como un siseo que le viene del exterior y que apenas le presta atención.
manusalgam
la ignorancia habla muy alto, y la mala educación y niñatez más aún. quién dice que la tengas que fumar?
Es mucho más efectiva si se obtiene su aceite, y ahora sigue bebiendo wiski, que te sienta muy bien campeón
manusalgam
Pablo, con todo el respeto, creo que has escrito un artículo que pretende hablar con una "base científica" (eso supongo en este caso, aunque quizá me equivoque y halla sido una analogía) en la que se encuentran cosas cómo que el consumo de marihuana reduce el cociente intelectual pero sin base científica alguna ni tan siquiera el testimonio de alguno de los millones de consumidores habituales (especialmente los procedentes de culturas del norte de europa) no es algo conexo...
Recomiendo seriamente al redactor experimentar durante una semana con los cogollos naturales de dicha sustancia (en una dosis al principio baja (1/2 o 1/3 de verde) y luego moderada (1-2 verdes, dependiendo del tamaño), a partir de las 8/9 de la tarde, y/o en un momento de tranquilidad, autoreflexión y receptividad, y tras haber realizado sus quehaceres) y después hablar del tema, si no desde el rigor puramente científico por lo menos desde la experiencia de consumir una sustancia con tales poderes de activar interconexiones neuronales y mecanismos diversos del cerebro, entre los cuales se tiende a fomentar el pensamiento CREATIVO, LATERAL Y DIVERGENTE, así cómo algunas zonas del hipocampo y ciertas conexiones interhemisféricas que le darán mucho que pensar sobre su existencia, valores, propósito, futuro, presente y pasado de su vida, pues la maría administrada de una forma progresiva y adaptada tiene funciones más excitantes que depresoras en muchas personas, y eso fomenta la productividad en ciertas áreas no tan dependientes de la coordinación espacio-temporal. [Alguien dijo microdosing?]
Quizá lo escrito en mayúsculas (que no tanto la sustancia en sí) sea lo que necesite la humanidad para abandonar el aplanamieno mental al que es sometida, a veces desde el desconocimiento, y por desgracia fomentado desde diversos lobbys políticos vinculados a los partidos políticos de masas...
Una pena que un potente medicamento/ansiolítico cómo este (siempre en su dosis correcta, y SOBRE TODO EN PERSONAS INTELIGENTES Y CREATIVAS) no tenga un verdadero reconocimiento todavía. Muchos genios y culturas a lo largo de la historia la han usado de una forma racional con resultados bastante apreciables. Otra cosa es que se presuponga que tan sólo los niñatos de mente lineal, sin oficio ni beneficio, ni un cerebro lo suficientemente formado y maduro fumen porros.
Lo que para unos en su justa medida y momento puede ser una medicina, para otros puede ser veneno. La clave es fomentar un uso responsable, seguro, y sobre todo que incite a la REFLEXIÓN Y EL ANÁLISIS