La falta de componentes electrónicos empieza a ser algo preocupante. No solo está impidiendo que los fabricantes de ordenadores puedan vender tantos dispositivos como el mercado está demandando, sino que los fabricantes de coches también se están lamentando de la falta de los chips para unos productos, los coches, cada vez más equipados con tecnología.
Este problema de falta de componentes se lleva prolongando muchos meses, desde que estallara la crisis de la Covid-19 y está afectando tanto a los fabricantes de chips como a los fabricantes de todo tipo de dispositivos.
Además, no parece que la situación tenga visos de una pronta recuperación, sino mas bien al contrario, lo que está provocando los primeros movimientos en el tablero de juego.
Nvidia empieza a fabricar viejos modelos
Esta escasez de componentes está conllevando algunas medidas drásticas. Por ejemplo, Nvidia ha tenido que recurrir a algunas de sus tarjetas gráficas más antiguas para satisfacer la creciente demanda de GPU en medio de una escasez global de componentes de PC y conjuntos de chips.
Por eso, y en un intento de dar respuesta a la demanda inmediata de GPU, Nvidia está volviendo a lanzar su chip GTX 1050 Ti, que técnicamente se eliminó hace dos años, y la GeForce RTX 2060, que fue reemplazada a principios de este año, según información confirmada por PC World y que ya aventurábamos en Xataka.
El chip GTX 1050 es una tarjeta gráfica de gama baja que se ha utilizado en varios dispositivos profesionales a lo largo de los años, incluido el HP Elitebook 1050 G1, lanzada en 2018, y el Lenovo ThinkPad X1 Extreme.
Ayuda para la construcción de nuevas fábricas
Muchos de los fabricantes de chips se vieron obligados a cerrar sus fábricas durante los confinamientos. Esto ha provocado una acumulación de pedidos al tiempo que crecía la demanda de chips para portátiles, tabletas y similares.
Los líderes de las principales empresas de chips han firmado una carta en la que piden que se aumenten los esfuerzos para invertir en fábricas de semiconductores. En una carta enviada al presidente de Estados Unidos, la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA) reclama que el país tome medidas para evitar “quedarse atrás” con respecto a otros países y competidores en la carrera por desarrollar e implementar tecnologías desde AI y 5G hasta la computación cuántica.
La carta está firmada por directores de diseñadores y fabricantes de chips, como la CEO de AMD, Lisa Su, el CEO saliente de Intel, Bob Swan, y el CEO de GlobalFoundries, Thomas Caulfield.
Ningún país quiere quedarse sin chips
Este problema en la cantidad de semiconductores disponibles en el mercado tiene varias causas. Por un lado, los problemas de la cadena de suministro durante los confinamientos hicieron que se paralizara la producción. Pero, además, la creciente demanda de dispositivos para poder trabajar y estudiar de forma remota ha hecho que se reclamen más unidades. Por último, no podemos olvidar los efectos de la guerra comercial de Trump que impidieron que muchos grandes nombres pudieran fabricar sus productos en China si querían venderlos en Estados Unidos.
Las empresas aglutinadas en SIA (que asegura que suponen el 98% de la facturación de semiconductores) quieren evitar que esta situación se enquiste más de lo necesario.
Cabe señalar que Europa también quiere evitar que situaciones geopolíticas o crisis como esta pandemia pueden suponer un freno para su innovación y está inmersa en revitalizar también su propia industria de semiconductores.
China, mientras tanto, anunciaba un plan de 47.000 millones de dólares con el que también quiere dejar de depender de los chips de Estados Unidos.
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