Si alguien sabe de lo que habla cuando habla de realidad virtual ese es Palmer Luckey. El co-fundador de Oculus sembró la semilla de una revolución que nunca ha llegado a dar los frutos que esperábamos, y ahora el propio Luckey reflexiona sobre el estado de un mercado que para él tiene un alcance muy limitado.
En su blog personal explicaba cómo el coste de las gafas de realidad virtual es un factor relevante, pero no definitivo. Lo importante es que la calidad de las experiencias no es lo suficientemente buena ni ahora ni en productos a corto plazo. Eso, dice, hace que sea imposible que este segmento se popularice "ni siquiera a un precio de cero dólares". Ni aunque regalasen las gafas, vaya.
La realidad virtual no es lo suficientemente buena ni aunque te la regalen
Las declaraciones son singulares viniendo de alguien que precisamente trató de convencernos a todos de que la realidad virtual era la próxima gran tendencia del mercado. Facebook creyó en aquella promesa y compró Oculus por 2.000 millones de dólares en 2014, pero el sueño se fue desgastando, y Luckey acabó abandonando Facebook el año pasado. Otros de los cofundadores, Brendan Iribe, abandonó la empresa hace tan solo unos días.
Desde su marcha de Facebook Lucky se dedicó a proyectos radicalmente distintos y fundó Anduril Industries, una empresa con el objetivo de crear barreras fronterizas con tecnología, no con ladrillos. Su relación con el segmento de la realidad virtual ha sido reducida, pero en un post en su blog oficial Luckey hablaba de un mercado que según él tiene hoy por hoy un alcance muy limitado de apenas 50 millones de usuarios como máximo... en todo el mundo.
En su reflexión indica cómo uno de los problemas fundamentales ha sido el compromiso de desarrolladores y usuarios: ni unos han logrado cumplir con las promesas, ni los otros han logrado verse convencidos de las posibilidades de esos contenidos de realidad virtual.
La falta de usuarios se debe según Luckey a "la calidad de la experiencia. Si el hardware fuera tan bueno como el visor que se describe en ese primer párrafo y se viera acompañado de buen contenido, la revolución del mercado masivo de la realidad virtual ocurriría prácticamente de la noche al día". De hecho para Luckey el coste de las gafas de realidad virtual ni siquiera es del todo importante y que la gente que usa estas gafas en su día a día es una clara minoría:
Ningún hardware de RV existente o inminente es lo suficientemente bueno como para lograr la adopción masiva, incluso a un precio de 0 dólares. Podrías regalarle unas Oculus Rift y un PC completamente gratis a todas las personas en el mundo desarrollado y la gran mayoría dejaría de usarlo en cuestión de semanas o meses. Lo sé porque he visto los resultados de las pruebas de mercado a gran escala en el mundo real, no es mi imaginación.
A pesar de esas reticencias, Luckey cree que la realidad virtual puede evolucionar y cumplir su promesa, sobre todo gracias a los "Verdaderos Creyentes" de esta tecnología, como él los llama. Hemos visto cómo por ejemplo la tendencia de gafas de realidad virtual independientes como las Oculus Go, las Oculus Quest o las HTC Vive Focus.
Los que siguen disfrutando de esos contenidos a pesar de todos y sobre todo quienes tratan de llevar estas soluciones a un nuevo nivel. "No puedo esperar lo que harán a continuación", termina diciendo. Nosotros tampoco. Esperemos que la realidad virtual efectivamente avance y nos acabe convenciendo de que la revolución que planteaba era real.
Vía | Ars Technica
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