Lo de hacer largas colas ante los mostradores del duty free nunca ha sido plato de buen gusto. En tiempos de COVID-19, menos aún. Con las autoridades rogando día sí y día también que se respeten las distancias de seguridad, se eviten las aglomeraciones y no se baje la guardia, las filas que suelen formarse en la tiendas de los aeropuertos dejan de ser un incordio para convertirse, directamente, en un enemigo a batir. En el Aeropuerto Internacional de Cincinnati lo tienen muy presente y han apostado por un aliado peculiar para lograrlo: un “robot camarero”.
Bautizado como Ottobot, el dispositivo permite a los pasajeros hacer compras en algunas de las tiendas y bares de la terminal sin que tengan que moverse un milímetro. La mecánica es más o menos sencilla: a través del smartphone, mediante una app —o en la web orderatcvg.com—, los clientes compran comida, bebida o productos de viaje en los locales repartidos por el aeropuerto. A cambio, reciben en un código QR personal. Cuando el pedido está listo, los dependientes introducen los artículos en el compartimento de carga del Ottobot y el robit se pone en marcha.
Equipado para evitar golpes
Para avanzar a través del aeropuerto, el dispositivo, de la empresa Ottonomy, incorpora sensores y un módulo LiDAR (Light Detection and Ranging) que le permiten esquivar los obstáculos que se pueda encontrar a su paso. Según recoge New Atlas, utiliza también un sistema de “navegación de movilidad contextual” que hace posible seguir su paradero. Cuando Ottobot se está acercando, el cliente recibe una notificación en su smartphone. Para recoger el pedido solo tiene que escanear el código QR. El sistema avisa también al vendedor de que la operación ha sido un éxito.
“El ecosistema que hemos construido es tal que nuestros proveedores podrán administrar, controlar y programar su flota a través de nuestra consola de operación de red (NOC) basada en la nube, que se integrará directamente con su sofware POS”, detalla la compañía, con sede en EE.UU. y la India. A la espera de comprobar los resultados del Ottobot en Cincinnati, el sistema está disponible en el área Concourse B y —según detalla una nota del propio aeropuerto (CVG)— se estrena con la operadora de tiendas Paradies Lagardere. Antes de lanzarlo, eso sí, sus responsables probaron con una experiencia piloto hace un año, a finales de 2020, que les permitió recabar valoraciones.
“Podemos brindar una experiencia segura a través de nuestros Ottobots,ejecutando entregas automatizadas sin contacto de alimentos y bebidas y productos minoristas. El COVID-19 ha cambiado la forma en que todos interactuamos y nos relacionados con los viajes, haciendo que la entrega sin contacto sea aún más relevante”, valora Ritukar Vjay, de Ottonomy Inc, en declaraciones recogidas por PR Newsire. No son los únicos que han visto las posibilidades de los robots repartidores. Hace solo unos días Glovo anunciaba una prueba piloto similar en Madrid.
Imagen de portada | Ottonomy IO
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