La idea que tenemos de un exoesqueleto es por ejemplo la del que nos puede ayudar a levantar 100 kg sin esfuerzo pero que todavía parece sacado de una película de Transformers. Pero el Soft Exosuit pretende que no se note que lo llevamos.
El desarrollo del Wyss Institute for Biologically Inspired Engineering en la Universidad de Harvard ha conseguido fondos de DARPA por valor de casi 3 millones de dólares. La misión es conseguir que este exoesqueleto sea cómodo de llevar por soldados, los cuales podrían entonces caminar largas distancias sin cansarse, permanecer tiempo indefinido en pie o incluso hacer de soporte del cuerpo cuando hay que cargar con peso importante en las marchas.
El traje se ha realizado siguiendo la fisiología humana, de manera que el uso del mismo no impida que los movimientos de quién lo lleva sean poco naturales o incómodos. La tecnología se ha aplicado a materiales textiles avanzados que serían los encargados de simular el funcionamiento de los músculos y articulaciones de nuestro cuerpo.
Este desarrollo plantea de cara al futuro avances en la rehabilitación o la ayuda a personas con movilidad reducida, así como mejoras en materiales que sean capaces de, solo vistiéndolos, tratar determinados problemas de posturas.
Más información | Wiss Institute.
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