OpenAI ha roto el techo de cristal. Su plan Pro es un salto al ultrapremium que tiene todo el sentido del mundo

El plan de ChatGPT Pro, de 200 dólares al mes, es un precio comparable a herramientas profesionales premium que multiplican la productividad o el retorno

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El plan ChatGPT Pro y sus 200 dólares mensuales nos pilló de sorpresa, pero solo a medias. Ya sabíamos que OpenAI iba a necesitar algo realmente grande para 2025 si no quería complicarse el futuro por ser una máquina de perder más dinero del que podía aspirar a recaudar.

La mitad que sí sorprendió fue la de su precio, más alto de lo que cualquier cábala podía marcar. Una vez digerido, no es para tanto: puede parecer exorbitante, pero los 2.400 dólares anualizados van orientados a un público profesional que tiene claro que el salto respecto al plan Plus (240 dólares al año) le harán disparar su productividad, o su retorno.

En perspectiva. El software profesional premium, en función de su categoría y lo que incluya, suele tener precios elevados. Y contra ellos es con quien hay que comparar ChatGPT Pro. Unos ejemplos:

  • Bloomberg Terminal: unos 25.000 dólares al año.
  • Adobe Creative Cloud: 660 dólares al año.
  • Salesforce Enterprise: 300 dólares por usuario y mes.
  • AutoCAD: 2.030 dólares al año.
  • MatLab: 860 dólares al año.
  • Tableau Creator: 115 dólares por usuario y mes.

Para profesionales a partir de cierto umbral de ingresos, este nuevo plan puede estar más que justificado. Por ejemplo, para un desarrollador que gane 150.000 dólares al año (mucho en estas latitudes, no demasiado en otras), un ahorro de 3 o 4 horas mensuales gracias a ChatGPT Pro ya le serviría para justificar la inversión.

En el punto de mira. Hay algunos campos de profesionales a quienes parece ir dirigido el nuevo ChatGPT Pro, al ser gremios algo más proclives a sacar partido a las capacidades ilimitadas de O1, su modelo más avanzado y con capacidades de razonamiento.

  • Desarrolladores, para la optimización de código, la escritura a partir de indicaciones simples o la resolución de errores complejos.
  • Abogados, para hacer análisis rápidos de casos legales complejos.
  • Científicos de datos, para análisis avanzados y debugging de modelos ML.
  • Consultores, para el análisis de datos y la generación de informes.
  • Traders algorítmicos, para la optimización de estrategias de trading.
  • Investigadores médicos, de hecho OpenAI ha otorgado diez becas a investigadores.

Entre líneas. El coste operativo de ChatGPT –700.000 dólares diarios y subiendo– sugiere algo: quizás ni siquiera 200 dólares al mes de los usuarios Pro pueden cubrir costes, sobre todo de usuarios más intensivos.

Con 10 millones de suscriptores en su plan Plus (20 dólares al mes), OpenAI consolida su estrategia de tres niveles: gratis para usuarios casuales o básicos, Plus para regulares o intensivos y Pro para usuarios de muy alta exigencia, que necesitan máximo rendimiento.

Profundiza. Esta nueva estrategia de precios de OpenAI alumbra una realidad quizás incómoda, pero innegable: la IA avanzada puede multiplicar la productividad de ciertos profesionales. Y para muchos de ellos, el retorno supera la inversión necesaria, aunque de primeras parezca demasiado elevada. Y por supuesto, OpenAI quiere capturar una parte de ese valor.

Para un desarrollador que cobre 100 dólares por hora, si ChatGPT Pro le reduce a la mitad el tiempo de debugging de un problema complejo, el retorno es casi inmediato.

El precedente. El de la mencionada Bloomberg Terminal, que cambió por completo el trading al dar acceso instantáneo y en tiempo real a datos financieros cuando era muy complejo obtenerlos.

Hoy, ChatGPT Pro promete hacer más accesible el acceso a capacidad computacional avanzada: por 200 dólares al mes ofrece la capacidad que hasta hace poco solo podía ofrecer una infraestructura muy muy costosa, inaccesible para muchísimas empresas. Ni hablemos de profesionales independientes.

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