Venga, Microsoft. Si total, no os sirve de nada. ¿Por qué no regaláis el código de Windows 7 y lo publicáis con una licencia Open Source? Así todos los usuarios podrían seguir beneficiándose de este desarrollo y se encargarían de sus actualizaciones y parches de seguridad.
Esa es la propuesta que plantea la Free Software Foundation (FSF), que tras el fin del ciclo de vida de Windows 7 ha lanzado esta peculiar propuesta en la que insta a Microsoft a "hacer lo correcto". La petición ya lleva cerca de 10.000 firmas apoyándola, pero parece poco probable que la firma de Redmond haga algo así a pesar de su inmejorable relación con el Open Source en los últimos tiempos.
Una petición para lograr convertir a Windows 7 en Open Source
El pasado 14 de enero Windows 7 dejó de contar con soporte oficial por parte de Microsoft. En la Free Software Foundation destacan que con ello Microsoft acababa con sus actualizaciones pero también "con sus 10 años de envenenar la educación, invadir la privacidad y amenazar la seguridad del usuario".
Pero no todo está perdido para los responsables de esta iniciativa: ese fin de ciclo permite a Microsoft tener "la oportunidad perfecta de deshacer errores pasados, y de suprarreciclarlo".
Para ello, proponen, Microsoft debería publicar el código de Windows 7 con licencia Open Source para que "la comunidad lo estudie y lo mejore". En Redmond ya han liberado en el pasado código de algunos de sus proyectos software, así que según la FSF "Microsoft no tiene nada que perder".
Esta petición de la FSF ha sido ya firmada por más de 9.600 personas en el momento de escribir estas líneas, superando así las 7.777 que buscaban como objetivo preliminar. Cualquiera puede firmar la petición indicando su nombre, apellido y dirección de correo electrónico, tras lo cual recibirá un email de confirmación.
Soñar no cuesta nada
Es muy probable que Microsoft no responda a una petición de este tipo. Una de las razones es que en realidad Windows 7 aún seguirá estando soportado otros tres años en empresas que paguen por las llamadas Extended Security Updates (ESU).
Se estima por ejemplo que el gobierno federal de Alemania pague unos 800.000 euros para tener garantizado ese soporte en equipos utilizados en sus organismos oficiales.
Hay otro argumento de peso que plantea un obstáculo aún más importante: hay partes del código de Windows 7 que siguen presentes en Windows 10, lo que haría que al liberar Windows 7 Microsoft también liberara parte del código de Windows 10.
Hay ciertamente precedentes en este ámbito. Microsoft ha publicado el código de viejas versiones de MS-DOS o de Word, pero también han abierto con licencias Open Source plataformas enormes como .NET y proyectos singulares como las recientes PowerToys.
A pesar de esos y otros movimientos en este ámbito, no parece factible que Microsoft se esté planteando en serio la petición de la FSF teniendo en cuenta que eso podría acabar poniendo en compromiso a su sistema operativo actual, Windows 10.
Aún así es inevitable no pensar en qué ocurriría si efectivamente liberaran ese código: un sistema operativo de la magnitud de Windows 7 podría de repente recibir mejoras y actualizaciones de toda la comunidad de desarrolladores y usuarios como ya lo hace Linux. Las implicaciones son difíciles de estimar, pero ya se sabe: soñar no cuesta nada.
Vía | ZDNet
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