Los Globos de Oro llevan un par años atravesando una fase de reformulación. Los que fueran los premios del audiovisual más importantes y mediáticos junto a los Oscar y los Emmy se tropezaron hace dos años con la revelación de que su sistema de votaciones no era trigo limpio. Desde entonces, la organización se ha reformulado y ha replanteado sus bases, apoyándose en un elemento que nunca debería haber estado ausente de los premios: las buenas películas.
Falta de diversidad. Durante esta década se han sucedido las críticas a la falta de diversidad de los premios. Netflix y Amazon (a quienes posteriormnente se sumó WarnerMedia) amenazaron con romper relaciones con los Globos de Oro en 2021 debido a la falta de diversidad de los votantes, la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) que está compuesta por 86 periodistas cinematográficos de 55 países del mundo. Y no solo eso: un reportaje en Los Angeles Times destapó una serie de irregularidades a la hora de escoger los premios y que prácticamente ponía en duda todo el sistema de votación.
Unos Globos sin retransmisión. La organización de los Globos de Oro reaccionó rápidamente hablando de que escuchaban las "preocupaciones sobre los cambios que nuestra asociación necesita hacer", pero la debacle no había hecho sino empezar. En mayo de 2021 se dio la mayor crisis de imagen de los premios: NBCUniversal anunció, tras las polémicas generadas, que no retransmitiría la gala de 2022, rompiendo una relación entre Universal y los Globos que se remontaba a 1958. Mientras, la organización se comprometía a aumentar un 50% de la membresía de la organización, dando prioridad a periodistas de otras razas para incrementar la diversidad.
Hollywood, de frente. El siguiente paso en contra de los Globos de Oro lo dieron los propios galardnoados: Shonda Rhimes o Mark Ruffalo apoyaron las protestas, y Tom Cruise llegó a devolver sus tres galardones. Finalmente, la gala de 2022 transcurrió sin famosos, prensa o público, a través de un acto privado de 90 minutos en el Beverly Hilton.
Cambio de propietarios. La situación parece haber dado un giro considerable con la compra de la HFPA por parte de Tod Boehly y su firma Eldridge Industries en julio de 2022. Este cambio no ha acabado con las suspicacias a nivel ético: con la adquisición, la organización tiene ahora ánimo de lucro, con un sueldo anual de 75.000 dólares para sus miembros y sin acceso a periodistas externos, que serán invitados puntualmente para aumentar la diversidad en los votos. Sin embargo, se advirtió una voluntad de cambio porque Universal aunció que, tras el año de paréntesis, volvería a emitir la gala.
Y ahora, las películas. Con este giro, los Globos de Oro se disponen a dar un giro también en los contenidos, y la edición de este año ha estado más centrada en premiar al cine de autor que en dar coba al Hollywood de las estrellas de otros años, y que dio lugar a fiascos como los polémicas nominaciones a 'The Tourist' (a nadie se le escapa el apoyo abierto a repartos y creadores no anglosajones). Este año los premios se han repartido, sobre todo, entre 'The Brutalist', 'Shogun' y 'Emilia Pérez', producciones elogiadas por la crítica y que destacan por una factura de Hollywood clásico: vestuarios de época, duraciones mastodónticas, actores en primerísimo primer plano... un volantazo a unos premios que estaban en caída libre y que aún pueden encontrar un lugar en temporadas futuras.
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