iPad Air 2 y iPad mini 3, primeras impresiones (con vídeo)

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Debo confesar que no soy el usuario objetivo de Apple en el caso de los iPad. Soy bastante crítico con un segmento de dispositivos que en mi caso quedan limitados por ese plus de productividad que aporta un buen portátil, pero hay que reconocerle a la empresa de Cupertino el esfuerzo por mejorar estos dispositivos con cada nueva iteración. O al menos, de hacerlo en una de sus variantes.

Es el caso de los iPad Air 2, los nuevos tablets de 9,7 pulgadas de Apple que son mejores en casi todo. Son más ligeros, más delgados, y más potentes. Veremos qué tal se comportan en autonomía de batería, pero lo cierto es que la mejora incremental es evidente en estos modelos. No podemos decir lo mismo con unos iPad Mini 3 que son muy poco recomendables por esa mínima actualización a la que se han visto sometidos.

iPad Air 2, mejor en (¿casi?) todo

En estas primeras impresiones queda claro que los nuevos tablets de Apple destacan una vez más por darle una vuelta de tuerca a las dimensiones físicas de estos dispositivos. Su grosor es espectacularmente reducido, y la construcción vuelve a ser notable.

En ese diseño hay que mencionar la llegada de los acabados dorados para ambos tablets, pero también cómo esa delgadez también ayuda a perder peso y a hacer de este tablet un dispositivo mucho más cómodo de tener en cualquier posición durante tiempos prolongados. Curiosa la ausencia del interruptor físico del modo silencio que ya no está presente en los nuevos iPad y que Apple ha omitido sin razón aparente.

En ese diseño ultradelgado hay un responsable claro: la pantalla, que por primera vez en los iPad hace uso de una pantalla laminada que evita ese espacio que antes existía entre la pantalla propiamente dicha y el cristal protector. Evitar ese espacio permite reducir ese grosor, y el resultado también es evidente en la interacción táctil con dicha pantalla, que vuelve a brillar con luz propia como ha sucedido con los últimos iPhone.

iPad Air 2

Los responsables de Apple nos indicaban además que la reflectividad de esta pantalla se ha visto reducida en un 55% con respecto al iPad Air original -de momento nos lo creemos, veremos las pruebas en nuestro análisis- pero lo cierto es que las primeras sensaciones vuelven a ser magníficas al hablar de las pantallas de dispositivos móviles de Apple.

Otro apartado destacado de los nuevos iPad Air 2 es la cámara. Por extraño que resulte ver a alguien sacar una foto con un tablet, parece que a los usuarios de los iPad les encanta tener esta opción. Entre otras cosas, por la visualización previa "gigante" de la foto que van a tomar. Esa opción se ha reforzado de forma notable en el iPad Air 2 con un sensor de 8 Mpíxeles con mejor apertura, que no es comparable al componente utilizado en los nuevos iPhone pero que aún así promete dar resultados muy decentes que podremos poner también a prueba en nuestro análisis.

El procesador A8X es otro de los protagonistas del iPad Air 2. En las pruebas preliminares que han aparecido en diversos medios se ha confirmado que se trata de un modelo con tres núcleos (y no dual-core, como el A8) que además corre 100 MHz más rápido que el micro de los nuevos móviles de Cupertino. Eso se une a otra diferencia curiosa: es la primera vez que Apple integra 2 GB de RAM en un dispositivo móvil. Desconocemos la razón, y Apple no hace comentarios sobre sus decisiones técnicas en este apartado.

La mejora en en el procesador es decente gracias a ese tercer núcleo, pero sobre todo hay un aumento sensacional en el rendimiento de la GPU, ahora 2,5 veces más rápida que la del iPad Air. Eso podría ser toda una revolución para aplicaciones creativas -ya vimos la potencia de la aplicación Replay en el evento de presentación- pero también para juegos. Y toda esa potencia aprovechada por Metal y por esa filosofía GPGPU está disponible para desarrolladores -algo que nos enfatizaron en Apple-, lo que abre posibilidades muy importantes para el futuro de este dispositivo.

Otras dos mejoras notables de esta nueva versión son su soporte para redes 802.11ac -poco a poco se van popularizando, ya era hora- y sobre todo esa nueva tarjeta Apple SIM que está incluida en los modelos con conectividad celular en Estados Unidos y que permite a sus usuarios cambiar de contratos entre operadoras sin tener que recibir nuevas tarjetas SIM. Veremos si llega y cuándo llega esa opción a modelos en otros países, pero la opción es realmente prometedora para evitar molestias a los usuarios de redes de datos móviles en estos dispositivos.

Los nuevos iPad también estrenan sensor Touch ID, un componente que ya ha triunfado en los iPhone y que llegan a los tablets de Apple con casi todas sus opciones. Lamentablemente no hay NFC -nada de pagos en tiendas, Apple no ve clara su utilidad en esos entornos- pero sí podremos hacer uso de Apple Pay para comprar en la App Store, por ejemplo.

En materia de software, la versión iOS 8.1 de la plataforma móvil de Apple llega con mejoras notables como Continuity o Handoff. La primera permite gestionar llamadas y mensajes SMS del iPhone directamente desde el tablet o desde un Mac con OS X 10.10 Yosemite, mientras que la segunda aporta esa idea de la convergencia que hace que el flujo de trabajo nunca se vea interrumpido si tenemos dispositivos del ecosistema Apple. Por ahora esa opción está disponible en algunas aplicaciones nativas (como las de iWork), pero de nuevo Handoff espera con los brazos abiertos a que los desarrolladores le saquen partido.

¿Para qué un iPad mini 3?

Los propios responsables de Apple parecían dejar claro que el iPad mini 3 es una actualización menor del tablet cuando apenas le dedicaron espacio en su evento de lanzamiento. Esa dedicación fue también mínima cuando nos presentaron el producto para cedérnoslo en las oficinas de Apple en Madrid, y la razón es obvia: el iPad mini 3 no aporta prácticamente nada.

iPad Air 2

En realidad, solo hay dos claras diferencias: el sensor Touch ID (sin NFC de nuevo), y la disponibilidad de un modelo dorado. Pocos argumentos que justifiquen su compra teniendo en cuenta que este modelo cuesta 100 euros más que el iPad mini 2 -ahora desde 289 euros- por ofrecer esas opciones.

Aquí la recomendación es clara: a no ser que os interese mucho el sensor Touch ID (o que inundaros de productos de colores dorados sea necesario en vuestra vida), el iPad mini 3 no tiene demasiado sentido. Podéis ahorrar 100 euros con un producto igual de potente y con las mismas prestaciones (salvo por el sensor), y contar con un tablet de pequeño formato que es competitivo en precio y prestaciones.

Conclusiones: Apple, necesitamos respuestas

Dada la aparente menor relevancia de los iPad en el catálogo Apple y la desaceleración general de ventas de estos dispositivos, uno no acaba de entender el sentido de la renovación de estos productos -¿no deberían ampliar el ciclo de presentación de nuevos iPad?. En el caso del iPad Air 2 está más justificada, pero aún siendo un producto claramente mejor en todas las áreas, es difícil justificar esa compra a no ser que vayamos a subirnos al carro de los tablets ahora, o que queramos renovar un equipo antiguo (incluso los iPad de cuarta generación con pantalla Retina parecen aún más que decentes, la cosa es más dudosa para los iPad de tercera generación ). No hablemos ya del iPad mini 3.

iPad Air 2

De hecho, estos nuevos modelos plantean aún más dudas cuando vemos cómo Apple parece tener un criterio curioso para lo que es importante y lo que no para los usuarios. Las mejoras en la cámara o inclusión del sensor Touch ID son interesantes, sí, pero ¿por qué no dar la opción de NFC, tanto costaba? ¿por qué quitar el botón de silencio? ¿por qué no utilizar los A8X en los iPhone 6/Plus, había problemas con la refrigeración de estos micros?

Y sobre todo, en el apartado software, ¿Por qué no dar soporte a la multitarea y, desde luego, al soporte multiusuario? Teniendo en cuenta que un tablet se presta mucho más a ser compartido entre miembros de una familia o incluso con amigos y conocidos, lo de no tener siquiera acceso a una cuenta de invitado parece, cuando menos, muy cuestionable a estas alturas.

Eso se une a otro gran dilema: el de los precios. Apple ha vuelto a imponer modelos con capacidades de 16, 64 y 128 GB (y con conectividad solo WiFi o también datos). El problema es que como decíamos con los iPhone, ese salto de los 16 GB -una versión demasiado recortada en capacidad- a los 64 GB está demasiado forzado. Como decía John Gruber en su análisis reciente, antes Apple ofrecía tres variantes claras de su producto. Una buena (16 GB), otra mejor (32 GB) y otra aún mejor (64 GB). Ahora ofrece una que podríamos calificar como "¿Estás seguro?" (16 GB), otra mejor (64 GB), y otra aún mejor (128 GB). Apple hace buen uso de las técnicas de marketing en detrimento de sus usuarios, una estrategia interesante para sus ingresos a corto plazo, pero que creo que debilita su imagen de marca a largo plazo.

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