Hacía mucho que se hablaba de un iPad de gran formato, y Apple hizo realidad su propuesta ayer. El iPad Pro es todo lo que se esperaba de este dispositivo de Apple. Queda por ver si el resultado de tener todo lo que se esperaba es bueno o malo, pero a priori es inevitable comparar al iPad Pro con el Surface Pro 3 de Microsoft.
Ambos son tablets convertibles que gracias al uso de un teclado y un puntero permiten ofrecer una experiencia en la que la productividad es protagonista. Ambos cuentan con pantallas táctiles, ambos tienen esa carcasa-teclado desplegable y ambos nos plantean una alternativa a los portátiles tradicionales. La diferencia es que la propuesta de Microsoft se basa en un sistema operativo de escritorio, y la de Apple hace uso de una plataforma móvil que quiere hacerse mayor y conquistar un terreno más propio de OS X. ¿Lo conseguirá?
¿Tiene sentido iOS en el escritorio?
Esa es una de las principales preguntas que plantea esta nueva apuesta de Apple, que desde luego no ha sorprendido con esta propuesta en la que se confirma que básicamente todos copian de todos. El iPad Pro es una adaptación total del Surface Pro 3 que para muchos es una de las últimas balas que le quedan en la recámara a Apple para animar su división de tablets.
Las ventas de estos dispositivos siguen en desaceleración y el iPad Pro es el único formato que le quedaba por explotar a la empresa de Cupertino, que triunfó con el iPad original pero que llegó tarde a los tablets de pequeño formato. La actualización del iPad mini 4 es muy poco destacable y parece dejar claro que de momento (todo apunta a que no habrá más eventos de Apple este año) el interés de Apple por reforzar ese catálogo no es ya tan ambiciosa.
Así que este podría ser el canto del cisne de Apple en materia de tablets. Lo curioso del caso es que la propuesta de la firma de Cupertino se basa en iOS y no en OS X, algo que parece querer validar el hecho de que la plataforma móvil de Apple también es válida para entornos de productividad.
Turno de usuarios y desarrolladores
Esa apuesta no está hecha a la ligera: hace mucho ya que el segmento de aplicaciones para el los tablets de Apple -mucho más cuidado que el de los tablets basados en Android- ha demostrado su capacidad tanto en el consumo de contenidos como en el citado terreno de la productividad. La aparición de la suite ofimática de Microsoft para iOS y Android es uno de los ejemplos más evidentes de esa capacidad de los tablets de Apple a la hora de ofrecerse como alternativa a un portátil convencional, y la presencia del teclado y puntero refuerza esa capacidad.
Las propuestas de Apple se han basado especialmente en el terreno de la creatividad: la posibilidad de editar vídeos y fotos directamente sobre estos dispositivos es muy atractiva y los nuevos y potentes microprocesadores Apple A9X parecen dar margen de sobra a las tareas de productividad convencionales, e incluso más exigentes de lo normal.
Apple demostró en la presentación esa vocación con ejemplos como el de AutoCAD 360, la aplicación de diseño UMake o las nuevas herramientas de Adobe que aprovechan la potencia del nuevo Apple Pencil, otro de los esperados accesorios del tablet de Apple. Todo ello dejaba claro, como ya lo hacía antes, que es posible trabajar sobre un iPad.
De hecho la propuesta de Apple no es especialmente diferencial ni siquiera comparándola a anteriores modelos del iPad. Hace ya tiempo que es posible utilizar carcasas con teclado -nosotros destacamos la Logitech Ultrathin- y también punteros destacables como el Pencil de FiftyThree, entre otros muchos.
¿Qué nos ofrece Apple de diferencial en este tablet por lo tanto? Pues básicamente mayor tamaño (casi 3 pulgadas más) y mayor potencia, algo que efectivamente puede ser argumento de peso para decantar a los usuarios frente a unos iPad Air 2 que no han sido renovados en un nuevo ejemplo de la filosofía de ventas de Apple y, desde luego, de otras empresas: potenciar lo que uno quiere vender para dejar otros productos de catálogo anclados en el pasado.
Por cierto, ¿no os resulta curioso que Apple no haya reducción el precio del iPad Air 2 cuando éste ya es un producto del año pasado? Lo hace con los iPhone 6/Plus, con el iPad mini 2 (se deshace del 3)... pero no mueve ficha con el iPad Air 2. A mi me parece más que curioso. Pero lo dejo ahí.
¿Quién es el usuario objetivo de un iPad Pro?
Yo, sinceramente, no lo sé. La propuesta de Apple se me queda a medias de todo. Si quiero productividad no encuentro las razones por las que no elegir un MacBook Air 2015, un producto excepcional que ha sido relegado a un segundo plano para poner el foco sobre el MacBook. La primera iteración de estos portátiles se queda por el momento corta en muchos apartados, y si alguien necesita más potencia siempre puede acudir a los potentes y destacables MacBook Pro con pantalla Retina.
Y si quiero un tablet las 12,9 pulgadas me quedan probablemente grandes. En la demo y las fotos vimos como continuamente Apple nos enseñaba a gente sosteniendo o manejando el iPad Pro en el aire, como invitando a hacer lo mismo. No es algo aconsejable en convertibles basados en Windows -muchos por debajo del kilogramo en modo tablet, como ocurre con el iPad Pro- ni por el peso ni por las dimensiones.
Si vais a sostener el iPad en las manos en muchas ocasiones, el iPad Air 2 plantea una alternativa más válida en mi opinión. Y si vais a acabar apoyándolo en una mesa, de nuevo, el debate: ¿por qué no un MacBook Air -o incluso un MacBook?
Por supuesto esta es una apreciación preliminar: no he podido probar el producto y no estoy seguro de si esa combinación de productividad y consumo de contenidos que se propone en el iPad Pro es válida o no, pero sé lo que ofrece el Surface Pro 3 -que sí he tocado- y este último incluso me parece más relevante por el touchpad del teclado y, desde luego, por ofrece un sistema operativo de escritorio tradicional con el que los que busquen productividad tendrán más garantías.
Me pregunto qué hubiera pasado si este iPad Pro hubiera dado el salto a OS X, o, más inquietante aún, si el MacBook se hubiera basado en un micro ARM y hubiera funcionado con iOS como hace este tablet de Apple. Por potencia parece que los Apple A9X plantean esa opción, pero de momento Apple parece querer seguir diferenciando el mundo tablet del mundo de los portátiles y PCs de sobremesa a través de su sistema operativo.
El resultado me parece interesante para cierto nicho de mercado -artistas, diseñadores-, pero poco recomendable para la mayor parte de los usuarios que tienen opciones más interesantes tanto por arriba (con los MacBook / Air / Pro) como por abajo (iPad Air 2 / Air / e incluso mini 4). El concepto de tablet convertible no me atrae demasiado, y en todo caso creo que la propuesta inversa, un portátil convertible -con teclado físico rígido, no carcasa- es mucho más adecuada para entornos de productividad como los que parecen atraer a Apple con esta propuesta.
En Xataka | iPhone 6s, iPad Pro y más, conoce todas las novedades
Ver todos los comentarios en https://www.xataka.com
VER 156 Comentarios