ASUS Transformer Book Trio

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No soy muy amigo de medias tintas, y me va más el cada oveja con su pareja. Algo puede ser un tablet o puede ser un portátil. Ser las dos cosas -de momento, cuidado, porque el Surface Pro 3 desequilibra mis convicciones- no es algo que parezca tener demasiado sentido. Pero ahí están todos los fabricantes: lanzando equipos que quieren ser esas dos cosas, y más. Es el caso del ASUS Transformer Book Trio (TX201LA), un equipo que se anunció en la feria Computex 2013 y que por tanto llega a nuestras manos con una desventaja clara: en ese tiempo han ocurrido muchas cosas. Y todas ellas hacen que este equipo pierda enteros a pesar de ofrecer esa a priori interesante opción dual que permite que en todo momento podamos usarlo como equipo Android o como equipo Windows. El peso, primer condicionante El diseño del Transformer Book Trio es destacable: sin tocarlo siquiera destaca a la vista por ese claro acabado metálico que se confirma al tacto (el aluminio es absoluto protagonista en su carcasa) y por unas líneas que siguen la estela de los Ultrabooks tradicionales. Su pantalla de 11,6 pulgadas de diagonal ofrece un buen equilibrio entre esa vocación tablet y esa opción portátil que defienden los ingenieros de ASUS. Y sin embargo, todo cambia cuando lo cogemos en la mano. El equipo pesa demasiado. Puede que 1,7 kg (714 gramos en modo tablet) no os parezca excesivo, pero acostumbrados a lidiar con soluciones más livianas de otros competidores eso ya supone un hándicap para cualquiera que quiera valorar la portabilidad de un equipo que, además, es más pequeño que la mayoría de Ultrabooks que hacen uso de diagonales de 13,3 pulgadas. Por supuesto, ese peso tiene su explicación: en ese diseño de este convertible tiene total prioridad la posibilidad de usarlo como tablet o como portátil, y de hecho ambas “mitades” son casi independientes. La pantalla es un tablet de 11,6 pulgadas con todo lo necesario para operar de forma independiente a través del sistema Android preinstalado, mientras que el teclado es en realidad un equipo portátil al que podemos conectar tanto la pantalla/tablet como un monitor por separado que vuelva a validar esa capacidad de transformación que da nombre al equipo. [[gallery: asus-transformer-book-trio-1]] El sistema de acoplamiento es sólido y funcional -aunque no hay guías que confirmen que hagan el proceso algo más directo-, y la bisagra aporta inicialmente la misma firmeza que ofrecería un portátil sin esa pantalla desacoplable. Las dimensiones en modo tablet son de 304x92 x 193,78 x 9,7 mm, mientras que en modo portátil las dimensiones son idénticas salvo por el grosor, que da el salto a los 13,4 mm. El teclado no dispone de retroiluminación, y las teclas con acabado gomoso -algo más pequeñas de lo que desearíamos- ofrecen un tacto, eso sí, muy correcto. Tanto las teclas que permiten mover el cursor en las cuatro direcciones como las teclas de función tienen un tamaño aún más reducido que lógicamente está condicionado por la diagonal de pantalla. El touchpad es de buena calidad y tamaño, con unas dimensiones de nuevo aceptables para un equipo de estas características y con una notable respuesta. Dos equipos (o tres) en uno, con dos conjuntos hardware separados Tal es la independencia de ambos módulos que cada uno de ellos dispone de sus propios puertos: en el tablet encontraremos un puerto microSD, un puerto microUSB 2.0, una toma de auriculares y el conector para el teclado que en ASUS también califican (con acierto) de docking station. Al acoplar el tablet al teclado, eso sí, solo la ranura microSD está visible y es accesible. Ese tablet cuenta con conectividad 802.11n y Bluetooth 3.0, pero en su interior encontraremos además un procesador Intel Atom Z2560 (familia Cloverview, sustituida por Baytrail M a finales de 2013) a 1,6 GHz acompañado de 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento de los cuales 10,6 GB estaban disponibles para el usuario cuando comenzaron nuestras pruebas. La pantalla tiene, como habíamos comentado, una diagonal de 11,6 pulgadas, y se trata de un panel IPS con muy buena calidad (un 60% de la gama AdobeRGB, algo poco usual en soluciones de este rango) que ofrece una resolución Full HD (1.920 x 1.080) y que se agradece especialmente en modo Windows, donde el espacio de trabajo es destacable. El sonido viene reforzado con tecnología ICEpower de Bang & Olufsen y la calidad obtenida es muy decente para un equipo de este tamaño. Esa parte “tablet” también dispone de su propia batería de Litio-Polímero de 19 Wh (5070 mAh). En la parte posterior de la pantalla encontramos una cámara de 5 Mpíxeles -situada, eso sí, en la esquina inferior izquierda, una posición más bien extraña- mientras que en el frontal nos encontramos con una cámara que simplemente califican como una cámara capaz de grabar vídeo 720p para videoconferencias. La calidad de esta última es limitada, y es probable que contemos en ese punto con un sensor de 2 Mpíxeles. Es especialmente extraño que la cámara posterior solo pueda usarse a través de Android, aunque podremos tomar fotos o vídeos con ella en Android para luego acceder a ellas gracias al acceso al sistema de ficheros de Android que tenemos en Windows. En el teclado, como decíamos, encontramos un conjunto de especificaciones totalmente distintas que son las que potencian el uso de Windows 8, y entre las que destaca el procesador, un Intel Core i7 4500U a 1,8 GHz que entre otras cosas también destaca por integrar una GPU Intel HD Graphics 4400. La potencia del equipo portátil parece por tanto garantizada, como también demuestran sus 4 GB de memoria RAM. Sin embargo, es decepcionante encontrarnos en este tipo de solución con un disco duro de 500 GB a 5.400 RPM, una elección muy discutible que hace que la experiencia de uso de Window sea claramente más pesada de lo que sería si hubieran integrado una unidad SSD. Hubiéramos tenido menos capacidad de almacenamiento por el mismo precio, pero los tiempos de respuesta serían mucho mejores, y eso es algo que notamos desde el principio en el equipo cuando lo usamos bajo Windows 8. Por otro lado, en el teclado encontramos dos puertos USB 3.0, uno microHDMI, uno mini DisplayPort y una toma de auriculares. Las posibilidades de conexión son mejores que las del módulo en formato tablet, y en esta parte encontramos un chip con soporte 802.11ac y también Bluetooth 4.0. En nuestras pruebas tuvimos bastantes problemas con la conectividad WiFi bajo Windows: el acceso a las redes era posible, pero el equipo se desconectaba de forma aleatoria. A pesar del peso y grosor al que obligan todos estos componentes hardware lo que no encontramos es un conector Ethernet, algo que compromete su capacidad como equipo de sobremesa. Por último, el teclado cuenta con su propia batería de dos celdas y 33 Wh (4.430 mAh) que se suman a la de la tableta y que ofrecen una autonomía cercana a las 5 horas en nuestras pruebas en modo portátil y de más de ocho horas en modo tablet, donde el consumo es claramente más comedido. Android y Windows al alcance de un botón La característica software más destacable del Asus Transformer Book Trio es esa capacidad de poder funcionar bajo Android 4.2.2 o bajo Windows 8 según lo necesitemos. Cuando tenemos el teclado conectado podremos cambiar de uno a otro sistema operativo con la pulsación de una tecla (situada a la derecha de la F12). El cambio de entorno es sorprendentemente rápido gracias sin duda a que simplemente se hace un cambio de entrada para la pantalla, ya que ambos sistemas operativos están corriendo todo el tiempo si deseamos tener ese entorno dual. Es posible compartir archivos entre Android y Windows, aunque el proceso no es precisamente transparente. Para ello tendremos que habilitar la característica de compartir con otros equipos domésticos, tras lo cual deberemos usar la aplicación propia de este fabricante, llamada Asus Console, para transferir archivos entre ambos sistemas de ficheros. En Windows, eso sí, contamos con acceso a la unidad Android directamente desde el explorador, pero lo que no podremos hacer es por ejemplo copiar y pegar elementos (fragmentos de texto, por ejemplo) entre ambos sistemas. El rendimiento del sistema Android es decente pero en ningún caso comparable al de los poderosos modelos que han aparecido en los últimos meses en el mercado: en AnTuTu, por ejemplo, obtenemos una puntuación de 17.581 puntos, una cifra que se aleja mucho de los más de 30.000 puntos que alcanzan tablets con los últimos micros de Qualcomm o NVIDIA. Algo similar ocurre con las pruebas en el entorno Windows, donde el procesador orientado a equipos de bajo consumo ofrece una potencia adecuada. En PC Mark 7 la puntuación obtenida fue de 2.811 puntos, mientras que equipos como los Surface Pro 2 de Microsoft esa cifra es de aproximadamente el doble. Aquí uno de los problemas más importantes es la presencia de esa unidad de disco duro que perjudica al resto de apartados. La capacidad de los gráficos Intel HD 4400 es la esperada por esta GPU integrada: en 3D Mark 11 se obtuvieron 1.795 puntos en el modo “Entry” y 308 en el modo “Extreme”, cifras que de nuevo colocan al Transformer Book Trio entre las soluciones solventes pero que en ningún caso podremos destinar a usos exigentes o al disfrute de videojuegos algo más ambiciosos. El funcionamiento del software en ambos casos es muy correcto. La versión de Android integrada por ASUS no dispone de personalizaciones destacables, aunque sí de algunas aplicaciones propias como ASUS PC Tool, el gestor de configuración de sonido (AudioWizard) y algunas herramientas orientadas al disfrute del tablet como el lector de revistas Zinio. En el caso de Windows 8 también nos encontramos con un entorno sin demasiado bloatware (el antivirus McAfee Internet Security en su versión de evaluación, por ejemplo sí llega preinstalado). Podremos actualizar a Windows 8.1, aunque en los foros de soporte se deja claro que tras la instalación es necesario instalar los controladores del equipo especialmente preparados para la nueva versión del sistema operativo de Microsoft. ASUS Transformer Book Trio, la opinión de Xataka La idea de este fabricante de ofrecer ambas experiencias (Android y Windows) en un solo equipo puede sin duda ser interesante para cierto nicho de usuarios. El catálogo y experiencia de uso de Android en modo tablet permite darle sentido a esa parte del equipo (aun cuando su peso y dimensiones no lo recomienden en periodos prolongados), mientras que la posibilidad de trabajar como si contáramos con un portátil convencional (o con un portátil Android) con el teclado es también garantía de productividad. El mercado actual -incluyendo a la propia ASUS, como demostró en la reciente feria Computex- propone soluciones más avanzadas y mejor acabadas (sobre todo en el tema del peso), pero aún así la apuesta no deja de tener su atractivo. ASUS no nos ha podido confirmar el precio específico para este modelo, y sí nos indica que el modelo inmediatamente inferior con un Intel Core i5 tiene un precio de venta recomendado de 999 euros, IVA incluido. La presencia de un disco duro tradicional y ese notable peso son probablemente las mayores pegas de un equipo que en el resto de especificaciones está bien compensado y en el que destacan tanto su pantalla como el fácil salto de un sistema operativo a otro. Si creéis que podéis sacar partido de esa personalidad dual, el Transformer Book Trio no es en absoluto mal opción. No obstante uno se plantea si un Ultrabook puro con Windows y con una solución tipo BlueStacks para la ejecución de aplicaciones Android no sería suficiente incluso para ese nicho de usuarios. A favor Fácil acceso a un sistema dual Android / Windows Pantalla de excelente calidad Teclado y touchpad muy correctos En contra Peso Disco duro tradicional Comportamiento errático de la WiFi El ASUS Transformer Book Trio ha sido cedido para la prueba por parte de ASUS. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas. Más información | ASUS

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