biodiversidad

La existencia de trazas de diversos animales “capturados” en nuestra comida no es nueva, pero el procedimiento que ha hallado estos es lo que convierte el curioso hallazgo en una buena noticia.

Los bosques son organismos “vivos” que cambian a lo largo de milenios. Se adaptan a cambios en el clima y a la aparición y desaparición de especies de su flora y de su fauna, pero unos cambian más que otros.

Esta semana ha sido especialmente cálida en toda la península Ibérica. Las autoridades se han puesto alerta, y Extremadura se ha puesto en marcha el protocolo de actuación y seguimiento ante posibles golpes de calor a la fauna amenazada.

A lo lejos Ilha de Queimada Grande parece un paraíso brasileño. Cuando se desembarca en sus playas, sin embargo, el visitante se topa con una colonia de serpientes que le ha valido la fama de ser una de las islas más peligrosas del globo.

Solo en Nueva York se estima que cada año mueren decenas de miles de pájaros al chocar contras fachadas, torres y demás obstáculos que presenta la ciudad. Un grupo de científicos tiene una solución para reducir el riesgo: faros acústicos.

Los diseñadores de este sofisticado centro de investigación submarino se han inspirado en la Estación Espacial Internacional para resolver los retos del que será el hábitat bajo el agua más avanzado construido por el hombre hasta la fecha.

Hasta un total de un millón de especies distintas de cultivos de todo el mundo están almacenadas en la Bóveda Global de Semillas de Svalbard. Se ha requerido de 16 años de trabajo y decenas de millones de euros.

Ya en 2014 se estimaba que para 2020 contaríamos con 160.000 especies menos en el mundo. Apenas ha comenzado 2020 y ya podemos contar con la primera extinción del año: Psephurus gladius, el pez remo chino. Pero no será la única.

Hasta en los rincones más alejados podemos encontrar huellas de la mano del ser humano. Ya casi no queda verdadero terreno salvaje. ¿Qué valor tiene la naturaleza para nosotros? ¿Qué queda en el planeta? Y, ¿por qué debe importarnos?

Las campañas contra el aceite de palma son cada vez más fuertes y, por eso, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha tenido que salir a llamar a la calma: prohibirlo podría ser un enorme problema medioambiental