¿Oís eso? Son los usuarios que eligieron una consola para la nueva generación y ahora están temblando de miedo. El concepto “PC gamer” ha cobrado más fuerza que nunca. Esa es la razón por la que las consolas han sufrido una revisión en el hardware a menos de tres años desde su lanzamiento.
Hace unos años la historia era diferente: el PC temía a las consolas. Pero ahora pensemos en Realidad Virtual, en bazares digitales, en la comodidad de comunicación por chat y, sobre todo, en potencia. Sistemas preparados para ejecutar cualquier juego, optimizados para cada perfil, contando encima con la comunidad modder y un coste siempre por debajo que en consolas. Ya lo dicen por ahí: «con el precio por los juegos de consola, te montas un PC de gama alta».
La guerra ya ha comenzado
Todo el mundo da por hecho que el modelo de ciclo de consolas tradicional ha muerto. Que se ha ido para no volver. A propósito de esa búsqueda de la potencia máxima, Andrew House, CEO de Sony Interactive Entertainment, dijo lo siguiente en una entrevista para The Guardian: «Existe un punto en la mitad del ciclo de vida de las consolas donde, los jugadores que buscan una mejor experiencia gráfica, comenzarían a migrar hacia el PC».
Un desarrollador siempre querrá que su juego se vea lo mejor posible
Recordemos ahora las declaraciones de uno de los desarrolladores jefe en The Division a propósito de la versatilidad del PC: «siempre ofrece una capa adicional de profundidad. Hay muchas más opciones de personalización que en una consola».
Estos dos puntos de vista, el de un editor que trabaja con consolas y el de un desarrollador, que simplemente quiere que su juego se vea lo mejor posible, perfilan la línea de lo que necesitaremos en el futuro: sistemas cada vez más punteros.
Porque el PC es la herramienta total. Puedes jugar y hablar y editar y dejar otras tareas en reposo a la vez. Las consolas adaptaron la posibilidad de emitir las partidas mediante streaming, de montar vídeo; las consolas imitaron la mentalidad abierta de adaptar diferentes tipos de controles a los mismos juegos. Y, en este último año, las consolas están intentando llevar, con fortuna dispar, los mods a consola.
Los jugadores de PC saben que hace falta un empujón extra más allá del HDR y el 4K
Pero los jugadores de PC saben que hace falta un empujón extra más allá del HDR y el 4K. Decía Ted Pollak, experto analista en ‘Jon Peddie Research’: «ellos no están interesados en una plataforma de consumo de contenido único. Son usuarios avanzados y pagan miles de dólares por la posibilidad de jugar juegos en configuraciones óptimas, y después poder trabajar, en edición de fotos, vídeos, creación de contenidos y otras tareas».
Marco Chiappetta, colaborador de Forbes, resumió esta batalla con un contundente «la guerra de las consolas ha terminado: el PC ya ha ganado».
¿Por qué tengo que jugar a juegos capados tecnológicamente?
Cualquier usuario de consola acaba frustrado cuando se encuentra los test de rendimiento por Internet, cuando ve las configuraciones en Ultra y lo que ofrece el mismo juego en consola.
En un PC nadie te impone nada: tú eliges lo que te quieres gastar y lo que vas a necesitar
El soporte para tecnologías exclusivas como DirectX 12 o Nvidia G-Sync y HairWorks, los efectos avanzados en las partículas, la mayor distancia de dibujado, los motores de iluminación, la densidad del agua o de las sombras… un PC es una ventana abierta: tú eliges lo que te quieres gastar y lo que vas a necesitar.
El hogar de los eSports
Y esto no sólo se da en videojuegos convencionales. Quiero decir, podemos hacer una radiografía de cómo el PC impulsó el ecosistema youtuber, cómo logró la comunidad modder diseñar una nueva experiencia multijugador a través de ‘Skyrim’, ‘GTA V’ o ‘Just Cause 2’, pero cuando se trata de eSports la diferencia es clara.
El ecosistema natural de cualquier jugador de MOBAS y RPG's online es el PC
El ecosistema natural de un jugador de League of Legends o DOTA2 es el PC. Y siempre será así. No porque necesites miles de torres conectadas en LAN, sino porque lo que aprendas en casa debes poder replicarlo en la competición.
Ya lo decía Fames Grunke, CEO de Nvidia: «los jugadores de eSports necesitan las plataformas más eficaces disponibles. Los eSports son una experiencia de juego a 60 centímetros de distancia. No son a 3 metros desde un sofá con un mando. Esto afecta en su APM (acciones por minuto), en el teclado; es crítico. Si miras las manos de un jugador de DotA 2 o StarCraft II, estas están por todo el teclado. Y prefieren el ratón como control para navegar o apuntar».
La razón por la que se opta por un ratón y no un joystick es puramente tecnológica: si nos fijamos en un ratón profesional como el GX1000 Eagle Eye, siempre destacan un elemento: los puntos por pulgada. Esto determina la resolución dpi a la que operan. Con un sensor láser de alta precisión, los jugadores calculan las distancias exactas que deben recorrer con su ratón para llevar a cabo todas las tareas necesarias en pantalla.
La potencia de los nuevos portátiles, los ratones gaming, las macros... Un PC ofrece una experiencia compelta
¿Y qué hay de las macros? Las macros son teclas programables a las que le podemos asignar lo que nos dé la gana: que lancen y cierren el programa, una combinación de dos o tres teclas o acciones dentro del propio juego. Son claves para sobrevivir en un MMORPG, para asignar mejoras al vuelo dentro de cualquier shooter. Seguro que has oído a jugadores hablar de la dureza y resistencia de sus Cherry MX o de sus 21 teclas macro. Porque para ellos es uno de los elementos determinantes para lograr la victoria.
Y un argumento final: la movilidad. Parte del renacimiento de los PC para gaming lo ha determinado la potencia en los nuevos portátiles. Si nos fijamos en el ROG Strix GL502, podemos decir sin equivocarnos que ofrece más potencia de la que daban algunos sobremesa hace apenas cinco o seis años: procesador Intel Core i7 de sexta generación con 2.700 mHz, hasta 32 GB de RAM y gráfica Nvidia GTX 980M. Un portento para llevarte a cualquier parte.
Mirando hacia el futuro
Las consolas, más pronto que tarde, quedan obsoletas, condicionando al usuario a comprar un nuevo modelo o verse desamparado y acabar viniéndose hacia el PC. La diferencia es que, mientras el ciclo de 8 años de una consola estandariza unos modelos de optimización, hasta exprimir hasta la última gota, el PC dobla su potencia cada año, y su rendimiento crece exponencialmente.
Mientras una consola optimiza hasta la última gota, hasta quedarse obsoletas, los PC doblan su potencia año tras año
Con 21.500 millones de dólares en beneficios, el hardware del PC habla directamente de las posibilidades que tiene una simple torre: puedes expandir la RAM, cambiar la tarjeta gráfica, el módulo de alimentación, la ventilación, etcétera. Todo depende de ti, nadie te lo impone. Y, si has vendido más de 500 millones de placas base, algo sabes de qué buscan los jugadores.
El futuro mira hacia Oculus —la nueva placa ASUS ATX Z170, de hecho, cuenta con dos puertos HDMI exclusivos para esta opción—, hacia un Steam integrado dentro del ecosistema multimedia, a una mayor oferta en tarjetas gráficas para atender a todo tipo de usuario. Que las consolas de 2016 son como son es únicamente gracias al mercado del PC, a cómo se han esforzado por adaptarse. Pero, ¿para qué conformarse con un imitador cuando puedes tener el original en casa?
Pensemos en las deficiencias habituales de las consolas: problemas de refrigeración, puertos externos insuficientes, y diseñadas únicamente para jugar. Y ahora observemos tarjetas gráficas como la de la imagen, la ASUS ROG Strix GTX 1080, adelantándose a los problemas al incorporar conectores y caloductos en contacto directo con la GPU, para que los ventiladores del sistema determinen en cada momento la temperatura exacta de la gráfica.
Pensemos en overclocking, en optimización dinámica del ancho de banda para jugar online, los agotadores tiempos de carga de un juego sin RAMCache, estática y ruido ambiental, la total ausencia de protección contra picos de sobretensión o la calidad de algunos materiales frente a las placas base más punteras. En PC, todas estas funciones adicionales se convierten en imprescindibles. De hecho, como usuario, las exiges.
Olvídate ya del viejo argumento de conectar y jugar: en las consolas actuales vas a pasar mucho tiempo mirando pantallas de carga
Hace años se rebatía argumentando que las consolas simplemente se conectan a la tele y a jugar. Error: eso hace un lustro que dejó de existir. Instala el juego en el HD —para evitar tiempos de carga—, parchéalo, configura las opciones de pantalla y trágate media hora de cinemáticas antes de pulsar un botón.
En el mundo del PC ese tiempo extra también existe, pero sirve para configurar la resolución, para definir los frames por segundo e instalar algunas mejoras exclusivas, para instalarlo donde te dé la gana y para llevar, al fin, tu experiencia de juego hacia un nivel superior.
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